La foto clásica de todos los mandatarios asistentes a las cumbres presidenciales es un ritual que forma parte de la programación de todo evento internacional. Es el último momento de amabilidad diplomática en el que los Presidentes posan sonrientes sin que se hagan explícitas las diferencias. La presidente Cristina Kirschner tomó el vuelo de regreso al Argentina inmediatamente después de posar con sus colegas, molesta por no haber logrado incluir el tema de la soberanía argentina en Las Malvinas en la declaración final. Evo Morales no disimuló tapoco su descontento y así lo expresó en declaraciones agresivas frente a Estados Unidos.
El tono del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en su discurso durante la instalación de la Cumbre el sábado al medio día fue firme en cuatro puntos claves: la necesidad de apoyar a Haití para evitar su derrumbe institucional y aliviar la situaciòn de pobreza de la gente; la urgencia de reconocer la nueva realidad política de Cuba que urge considerar el fin al embargo; hizo un llamado a pensar políticas en la lucha contra la droga complementarias a las simples acciones policivas, en las que debía incluirse la despenalización y su decisión de buscar caminos de diálogo con la guerrilla para ponerle fin al conflicto colombiano.
Fotos: Jose Giraldo.
Se sabe que la declaración final que firmarán los presidentes no contendrá, a excepción de una consideración especial en el tema de Haití, ninguno de estos puntos que por lo demás resultan polémicos para algunos países pero especialmente para el presidente Obama, quien está en medio de la campaña presidencial para su reelección, y por razones electorales no puede tocar los espinosos temas de la droga y el embargo a Cuba.
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