El hombre que se enloqueció con Pablo Escobar

Lun, 27/02/2012 - 23:55
─Mire bien si no tiene cargos ─le dijo Óscar Cantor a un policía, quien le pidió sus documentos en la calle.
Sin ningún pud

─Mire bien si no tiene cargos ─le dijo Óscar Cantor a un policía, quien le pidió sus documentos en la calle.

Sin ningún pudor y a manera de broma, Óscar sacó de su billetera un documento de identidad que no le pertenecía.

─Esto no es suyo ─respondió el policía.

La cédula de ciudadanía que entregó tenía el número 8.345.766 y había sido sacado en Envigado (Antioquia). Indicaba que era nacido en Rionegro (Antioquia) el 1 de diciembre de 1949. Estatura de 1.67 centímetros, color de piel trigueña y sin señales particulares. Era la cédula de Pablo Emilio Escobar Gaviria, ‘El zar de la cocaína’. Óscar consiguió una copia en Internet, retocó la foto, la imprimió y mandó laminar. Entregó la cédula en algunas ocasiones para que le revisaran los antecedentes. Algunos policías se reían, otros se molestaban. La broma terminó cuando la Registradora Nacional renovó el diseño de las cédulas. Sin embargo, Óscar sigue cargando una copia escondida en su billetera.

Óscar Cantor supo de la existencia de Pablo Escobar en su niñez. El hecho que más recuerda es la bomba al periódico El Espectador.

La obsesión de Óscar Cantor por Pablo Escobar lo ha convertido en una especie de enciclopedia del delincuente. En los últimos cuatro años ha leído todo tipo de libros y artículos relacionados con Escobar. Aprendió detalles, nombres y lugares. Cantor es el creador y guía del Pablo Escobar Tour, un recorrido de cuatro días en la vida y muerte del narcotraficante paisa. Su empresa de publicidad se llama ‘El Cartel’. En su casa tiene afiches, libros, oraciones y figuritas de porcelana de ‘El Capo’ con corbata y la misma ropa con que murió. Una foto de Escobar disfrazado de Pancho Villa decora la puerta de su nevera. Es tal su loca obsesión, que Óscar Cantor es llamado por su familia y amigos: ‘El Patrón’.

Cantor llega a la entrevista con una camiseta blanca que dice “I love Pablo” –el corazón que representa el amor está herido con dos balas–, que luce con orgullo mientras cuenta que él mismo la diseñó y vende –más de una docena de motivos– a 30 dólares por Internet. A medida que avanza la conversación, Cantor confiesa que su fijación por Pablo Escobar proviene de la admiración y hace énfasis en que no está de acuerdo con el narcotráfico. Argumenta que Escobar fue “un ‘man’ que vino de abajo y logró mucho. Un hombre que cambió la historia del país”. Para Óscar Cantor, ese hecho vale más que los miles crímenes y muertes que ejecutó quien alguna vez fue el hombre más buscado del mundo.

En su biblioteca tiene 28 libros sobre Pablo Escobar y 15 de narcotráfico, incluido, el título ‘Pablo Escobar en caricaturas 1983-1991’.

Cantor asegura que comenzó a investigar sobre Pablo Escobar por curiosidad. Sin embargo, lo conoció en su niñez a través de los medios de comunicación. Recuerda la ola violencia, en especial la bomba al periódico El Espectador, en 1989. A causa del atentado, no pudo resolver el acertijo de la sección ‘¿Dónde está Javier?’ porque el periódico se vio obligado a cancelarla durante esa semana. Óscar recuerda que le hizo pataleta a su mamá. Su inocencia no le permitió entender la magnitud del hecho.

El primer libro que Óscar leyó fue ‘Mi hermano Pablo’, escrito por Roberto Escobar Gaviria, alias ‘El osito’, y publicado en el año 2000. Con el tiempo, su biblioteca comenzó a crecer gracias a los regalos de algunos allegados. Ahora tiene 28 títulos sobre Escobar y 15 sobre el narcotráfico en general. Pero su tesoro más valioso es el libro ‘Pablo Escobar en caricaturas 1983-1991’, aquel del que se dice tiene las letras de la tapa en oro de 18 kilates. Cantor se lo compró al sobrino de un hombre, quien trabajó con Escobar en la época que estuvo recluido en la cárcel La Catedral, por 500 mil pesos y pretende venderlo en 10 mil dólares.

Óscar Cantor es el creador del Pablo Escobar Tour, un recorrido de cuatro días por la historia del narcotraficante paisa.

En su colección también hay artículos de revistas, afiches autografiados por Roberto Escobar, algunos documentales y una estampita con la cara de Pablo Escobar, un obsequio de una señora que vive en el barrio del narcotraficante en Medellín. Al respaldo de la figura hay una oración que dice en un aparte: “multiplícame cuando sea necesario; haz que desaparezca cuando sea menester. Conviérteme en luz cuando sea sombra; transfórmame en estrella cuando sea arena”. Todos estos artículos adornan el santuario, como él mismo lo llama, o la oficina de su casa donde trabaja en su empresa de publicidad.

Atraído por todos los lugares que había conocido por medio de los libros, Óscar decidió viajar a Medellín para recorrerlos. Pero se llevó una gran decepción. Cuenta que sabía más detalles que el guía, quien además ignoró muchos lugares representativos donde Escobar hizo historia. Fue así como nació la idea del Pablo Escobar Tour. A su regreso a Bogotá comenzó a trabajar en el proyecto, tardó un mes definiendo la ruta y planeando el recorrido de cuatro días que se hace en Bogotá, la Hacienda Nápoles y Medellín. Luego viajó a la capital antioqueña para recolectar imágenes y armar un video para promocionar el recorrido que vale entre 600 y 800 dólares. Su idea ha sido tan llamativa que el tour ha sido referenciado en periódicos de Argentina y Chile.

[youtube width="540" height="304"]http://www.youtube.com/watch?v=CibvfD4-RUI[/youtube] Video del Pablo Escobar Tour.

Desde entonces no ha dejado de recibir insultos vía Facebook y Twitter. Mucha gente lo critica por hacer apología a Pablo Escobar. Le recuerdan que el capo del Cartel de Medellín fue uno de los hombres que más daño le ha hecho a Colombia. En dos ocasiones lo han desafiado a pelear en la calle y aunque acepta.

Óscar prefiere hacer el tour solo con extranjeros porque, según dice, con los colombianos termina enfrascado en discusiones éticas sobre su trabajo. Como dato curioso, solo una mujer ha pagado por el recorrido. El resto han sido hombres que vienen de distintos lugares del mundo, desde Costa Rica y México hasta Alemania e Italia.

Luego de tomarse una Coca-Cola en el Café Bogotá, ubicado en el centro de la ciudad, Óscar habla de los lugares donde hay historias de ‘El zar de la cocaína’ y que recorre en el tour. Cuenta –sin dudar un segundo de sus afirmaciones– que en el Hotel Bacatá se hospedaban los sicarios de Pablo Escobar, además, que en el edificio de enfrente los hermanos Rodríguez Orejuela tuvieron sus oficinas. Cada dato que cuenta está planeado porque cuando diseñó el tour escribió un guión para no olvidar ningún detalle.

Cantor es llamado por su familia y amigos: ‘El Patrón’.  

A sus 29 años, Óscar Cantor sueña en convertir su tour en un recorrido en limosina, donde todo parezca una puesta en escena al estilo de Escobar. También anhela tener una prenda de vestir de ‘El capo’, un arma o un par de tenis. Mientras tanto, su cuenta de Facebook es una especie de mini museo virtual de Pablo Escobar. En su fotografía de perfil, Óscar posa junto a un retrato del narcotraficante que el grupo de grafiteros de Toxicómano pintó en un bar que fue de su propiedad. Publica imágenes adulando a Atlético Nacional, equipo del que también era hincha Escobar, y escribe frases a manera de broma como “yo me llamo Pablo Escobar y al que no le guste le doy ‘chumbimba’”. Sus álbumes están llenos de de fotos en la Hacienda Nápoles, en varias caletas, propiedades del narcotraficante y junto a la colección de carros antiguos –ya oxidados– de Escobar. También tiene una serie de imágenes en la tumba de ‘El Patrón’, a quien nunca le ha llevado flores. Pero, por costumbre, le reza un padre nuestro. 

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