El español Juan Noguera Merle es el octavo Marqués de Cáceres, poseedor además de dos títulos nobiliarios: Marqués de Casa Ramos y Marqués de La Eliana. No vive en castillos ni casas señoriales, sino en un cómodo y moderno apartamento en la ciudad de Valencia (España). El Marqués, heredero por tradición de una de las marcas de vinos de Rioja más poderosas del mercado, será uno de los jurados del Reinado Nacional de la Belleza de Colombia 2012.
Así nace el vino del Marqués
En los años setenta, el padre de Juan Noguera, Vicente Noguera y Espinosa de los Monteros, por entonces Marqués de Cáceres, se dedicó a combatir la dictadura franquista y proteger a importantes figuras republicanas. Uno de sus amigos, Henri Forner, había tenido que refugiarse en Francia para salvar su vida.
Con el tiempo, Forner regresó a España y quedó asombrado con la belleza de la zona de Ceniceros, en la Rioja Alta, donde propuso crear una compañía junto a algunos valencianos, entre ellos don Vicente. Como consejeros trajo a Peynaud y a un alumno de él: Michel Rolland, conocido por sus consultorías sobre el tema en América Latina. El concepto introducido por Peynaud y Roland terminaría por cambiar la historia vitivinícola de esa región española.
Desde el inicio, los conceptos innovadores que Forner aplicó en el vino Marqués de Cáceres contribuyeron a completar la renovación de La Rioja D.O.C. Conservando muchas prácticas francesas (la familia Forner fue propietaria del Château Camensac, «Grand Cru Classé» del Haut Médoc, en Burdeos), fue el responsable de la introducción de las técnicas de elaboración de Burdeos más actualizadas. Seleccionó los mejores viñedos de la zona, redujo los tiempos de envejecimiento en barricas, utilizó barricas más nuevas y aumentó la crianza en botella. Reemplazó el roble americano, progresivamente, por el francés de tal forma que los vinos ganaron en concentración y equilibrio entre la fruta madura y la sutil aportación de la noble madera.
La mitad de la producción de los vinos de Cáceres se vende en el mercado español y el resto se exporta a más de 120 países en todo el mundo. Enrique Forner ha delegado la gestión de la empresa familiar en su hija Cristina, que desde que se convirtió oficialmente en la Presidenta de la Bodega en 2007, continúa aplicando con firmeza los criterios de calidad del fundador.
Con el tiempo, Forner regresó a España y quedó asombrado con la belleza de la zona de Ceniceros, en la Rioja Alta, donde propuso crear una compañía junto a algunos valencianos, entre ellos don Vicente. Como consejeros trajo a Peynaud y a un alumno de él: Michel Rolland, conocido por sus consultorías sobre el tema en América Latina. El concepto introducido por Peynaud y Roland terminaría por cambiar la historia vitivinícola de esa región española.
Desde el inicio, los conceptos innovadores que Forner aplicó en el vino Marqués de Cáceres contribuyeron a completar la renovación de La Rioja D.O.C. Conservando muchas prácticas francesas (la familia Forner fue propietaria del Château Camensac, «Grand Cru Classé» del Haut Médoc, en Burdeos), fue el responsable de la introducción de las técnicas de elaboración de Burdeos más actualizadas. Seleccionó los mejores viñedos de la zona, redujo los tiempos de envejecimiento en barricas, utilizó barricas más nuevas y aumentó la crianza en botella. Reemplazó el roble americano, progresivamente, por el francés de tal forma que los vinos ganaron en concentración y equilibrio entre la fruta madura y la sutil aportación de la noble madera.
La mitad de la producción de los vinos de Cáceres se vende en el mercado español y el resto se exporta a más de 120 países en todo el mundo. Enrique Forner ha delegado la gestión de la empresa familiar en su hija Cristina, que desde que se convirtió oficialmente en la Presidenta de la Bodega en 2007, continúa aplicando con firmeza los criterios de calidad del fundador.
