Son idénticos. Desde cuando nacieron, hace 52 años, a los gemelos Hernán y Germán Giraldo Restrepo los confunden en todas partes. El corte de pelo, el ritmo al caminar, la postura, el timbre de voz los ha convertido en la burla de muchos. Son como dos soldados de plomo hechos en el mismo molde. Lo único que los diferencia es el lunar que Germán tiene en el cuello.
Hace 34 años comenzaron la carrera militar. Fueron ascendiendo hasta alcanzar la posición de generales de dos soles. Ambos tienen una alta responsabilidad en zonas de conflicto. Germán manda desde Florencia (Caquetá), como Comandante de la Sexta División del Ejército, y Hernán, desde Medellín, ejerce como Comandante de la Séptima División, que cubre los departamentos de Antioquia, Córdoba, Chocó y Sucre.
El día el ascenso, el 4 de diciembre de 2008, sorprendieron en la Escuela Militar de Cadetes José María Córdoba. Nadie había visto dos generales idénticos, imposibles de distinguir a la distancia, que se completan las frases entre sí. Ambos son hinchas del Once Caldas y amantes del vallenato, en especial de Silvestre Dangond y Jorge Celedón.
Los separan las devociones. Hernán le ora con fervor a Jesucristo, a tal punto que el día en que lo nombraron en la Séptima División, hizo imprimir seis mil oraciones de la Sangre de Cristo. Germán, por su parte, es devoto del niño Jesús de Praga.
Los gemelos Giraldo tienen el mismo grado en el Ejército: ambos son generales.
Intercambiaron novia en el Colegio Instituto Universitario en Manizales y cuando terminaron el bachillerato y decidieron estudiar ingeniería civil en la Universidad Nacional, fueron rechazados porque en el departamento de admisiones creyeron que se trataba del mismo estudiante con dos formularios. Buscaron la opción de agronomía en la Universidad de Caldas, donde fueron aceptados. Pero después de un año decidieron entrar a la vida militar, usar el mismo uniforme, verse aún más parecidos. A los 18 años ingresaron a la Escuela de Cadetes José María Córdoba.
A los Giraldo los unen también los estudios en Ciencias Militares y la maestría en Defensa y Seguridad Nacional que ambos cursaron. También un posgrado en Gerencia de Proyectos de la Universidad Militar "Nueva Granada" y una Maestría en Ciencias Políticas de la Universidad Javeriana.
Germán se convirtió en un experto en artillería, mientras que Hernán se fue por el lado de la caballería.
Cuando los gemelos Giraldo se retiren del Ejército esperan volver al viejo Caldas, su tierra natal.
Pocos hechos han conseguido separar la vida de los gemelos Giraldo. Las anécdotas los han unido toda la vida. En el Ejército, solían suplantarse el uno al otro cuando alguno recibía un castigo. Sus más cercanos compañeros de la vida militar le abonan a los Giraldo la capacidad para reaccionar ante momentos de crisis y ser audaces estrategas militares. Esta formación la han recibido en exigentes escuelas militares de países como Corea del Sur, Estados Unidos y Brasil.
Su mamá, doña Rosa Restrepo de Giraldo, quien crio 16 hijos, a sus 89 años sigue sin hacer esfuerzo alguno por separarlos ni tampoco por alejarlos de su gusto por la tierra donde se criaron al lado de su papá, Fidel Giraldo, un ganadero y caficultor del viejo Caldas que los crio toda la vida en el barrio San Jorge, un sector de clase media de Manizales, tan tradicional como religioso. Es allí donde sueñan regresar cuando dejen a un lado las charreteras y los soles, cuando cuelguen el uniforme para volver a ser los gemelos Hernán y Germán, a secas.
