Fotos: El Heraldo.
Llegaron invitados de toda Colombia. Políticos, empresarios, ganaderos, magistrados, comerciantes y servidores públicos, quienes se reunieron en la noche del pasado sábado 19 de noviembre en la catedral de Santa Marta para acompañar la bendición matrimonial de Juan José García Zuccardi y María Alexandra Abello Vives.
No fue un enlace cualquiera. La fiesta la dio Rafael Abello Silva, más conocido como el ‘Mono Abello’, y su esposa, Ana Elisa Vives. El padre del novio es el ex senador Juan José García Romero, y la madre, la senadora Piedad Zuccardi.
‘El mono Abello’ fue detenido y extraditado en 1989 por narcotráfico y un año más tarde condenado a 30 años de prisión en Estados Unidos, de los cuales pagó 18. En 2008 regresó a Santa Marta, sin que se conozca abiertamente su nueva actividad económica. Su esposa, Ana Elisa Vives, está emparentada con el poderoso clan político de los Vives del Magdalena y es hermana de José Joaquín Vives, magistrado presidente del Consejo Nacional Electoral.
El papá del novio es Juan José García Romero, ex senador de la República en varios periodos hasta que en marzo de 2007 perdió su curul al ser condenado a tres años y seis meses de prisión, acusado de peculado por apropiación por haberse apoderado indebidamente de 110 millones de pesos destinados para programas de educación. Su esposa, Piedad Zuccardi, recuperó la curul en las elecciones de 2008, convirtiéndose en una de las más influyentes senadoras del Partido de la U.
García Romero, quien estuvo en detención domiciliaria, es hermano del ex senador Álvaro García, ‘el Gordo’ García, detenido en la cárcel La Picota condenado por la masacre de Macayepo.
Contra Zuccardi cursa una investigación preliminar por concierto para delinquir en la Corte Suprema de Justicia por presuntos vínculos con el paramilitarismo. La senadora apareció mencionada en el testimonio del paramilitar Manuel Antonio Castellanos, alias ‘Chino’, quien afirmó en agosto del año pasado que ella y su esposo, junto al entonces senador Javier Cáceres, se reunieron en 2002 con el jefe paramilitar Edwar Cobos Téllez, alias ‘Diego Vecino’, quien les habría ayudado políticamente en varias regiones de Bolívar.
La fiesta fue a todo timbal en el Centro de Convenciones del Hotel Estelar, que fue decorado por Cotty Ujueta. La música, que duró hasta el amanecer, estuvo a cargo de Juan Carlos Coronel, Sergio Vargas e Iván Villazón, entre otros.
