La reencarnación de Jesús está en Rusia, se llama Vissarion y nació dos veces: la primera en 1961, y la segunda, el 18 de agosto de 1990 cuando descubrió su conexión divina con Dios y fundó la Iglesia El Último Testamento. ‘El profesor’, como se le conoce comúnmente, se encuentra en Petropavlovka, un pequeño poblado en Siberia a 160 kilómetros de la ciudad. Aquí la tierra provee todo lo necesario y el dinero no tiene valor. Las más de 2000 personas que viven allí cultivan sus alimentos y fabrican instrumentos con madera y piedra.
Miles de seguidores le rezan y adoran sus fotografías.
Sergey Anatolyevitch Torop, a sus 29 años, decidió cambiar de profesión. Después de perder su empleo de policía de tránsito en 1989, Sergey quiso convertirse en el salvador del mundo. Se cambió el nombre a Vissarion, y escribió una especie de continuación del Nuevo Testamento. En este detalla los principios de su religión y da respuesta a cuestiones tan mundanas como qué marca de detergente usar.
El Último Testamento de Vissarion.
‘Morada del Amanecer’ es el lugar en el viven Vissarion y sus seguidores más cercanos. Allí no se dicen groserías, no se fuma, no se bebe alcohol ni se come carne. Es una aldea vegana, es decir, que nadie se alimenta de carne animal ni de sus derivados. Para llegar allá hay que pasar por el cruce fronterizo donde despojan a los visitantes de sus pasaportes.
Las escuelas que dirige la religión de Vissarion están separadas por género. A las niñas les enseñan a vivir en paz entre ellas y a mantener un comportamiento discreto con los hombres. Según Tanya Denisova, líder de la escuela, el hombre es el creador y el maestro, por eso debe construir un hogar y desempeñar profesiones masculinas. Por otro lado, la mujer que asume las responsabilidades de un hombre provoca discordia, pone su salud en riesgo, pues se expone a que la armonía la castigue con una enfermedad. Los niños y jóvenes hombres aprenden a trabajar con herramientas eléctricas y maquinarias que funcionan con gas en una escuela aislada de la femenina.
La liturgia prefestiva es muy parecida una misa cristiana.
La fiesta de los ‘Buenos Frutos en Morada del Amanecer’ es su celebración de pascua. Cada año conmemoran la conformación de una Iglesia que hoy reúne más de 10 mil seguidores alrededor del mundo. Personas de todas partes participan de una procesión, de cinco horas, que empieza atravesando una enorme puerta de madera e invita a la liberación de preocupaciones y resentimientos. Un viaje lleno de lavados ceremoniales y música ambiental, acompaña el recorrido hasta la cima de la montaña donde ocurre el encuentro con el Mesías. La liturgia pre-festiva es parecida a una misa cristiana, se prenden velas y se hacen cantos. La mayoría de los feligreses van vestidos de blanco y algunos adornan su cabeza con coronas de flores.
Los feligreses se reúnen en torno al camino que sigue Vissarion hasta su altar.
Quienes han llegado a Vissarion lo consideran un amigo de verdad, según dicen, les ha dado respuestas y explicaciones a su vida. Sin embargo, hay quienes catalogan su secta como peligrosa por su creencia en alienígenas y su aprobación al suicidio. Vissarion se interesa en el fin del mundo, que considera una realidad inminente. Para él, la humanidad se ha encargado de promover su autodestrucción a través del mal uso de las tecnologías y la ciencia.
‘Morada del Amanecer’ es un lugar donde, al parecer, no hay personajes negativos, solo energía limpia, vida sana y novias vírgenes. Más allá de predicar las historias de Adán y Eva o Moisés, este hombre enseña a todos sus alumnos a impedir el fin del mundo por medio de un comportamiento ecológico y libre de egoísmos. Para esta comunidad la pascua termina después de que Vissarion da el sermón, bendice el pan hecho por la comunidad y se despide.
Las personas comparten comida y conocimientos al interior de la aldea.
