El Punto G se ha convertido en un inspirador. Este protagonista de los orgasmos femeninos ha sido el tema de múltiples investigaciones y libros. También se han elaborado técnicas para encontrarlo y en el mercado se ofrecen aparatos que aseguran dar con su ubicación exacta. Las creaciones a su alrededor son inagotables.
El sexólogo Carlos Pol Bravo decidió hablar de las realidades y mitos sobre el Punto G. Por esta razón y aprovechando una invitación al Congreso Europeo de Sexología, compartió algunos temas de los que hablará en su conferencia llamada: “El Punto G, el sueño de Venus”.
Según el especialista, el Punto G se ha convertido en un sueño para algunos y una pesadilla para otros. Su búsqueda puede generar varios conflictos en la pareja y llevar a la frustración. Por una parte, las mujeres pueden sentirse incapaces por pensar que no lo tienen y los hombres porque no lo encuentran.
Para Bravo lo más importante es la gratificación sexual y es incorrecto que al Punto G se le identifique como el interruptor de la mujer. También asegura que el protagonista es clítoris, aquel que llama la pequeña Venus, como la diosa de la mitología romana que simboliza el deseo y el amor.
Para el sexólogo Carlos Pol Bravo lo más importante es la gratificación sexual y es incorrecto que al Punto G se le identifique como el interruptor de la mujer.
El Punto G es un resto embrionario, es decir, una callosidad que se ha desarrollado de más y puede ayudar a que las mujeres tengan mayor placer. Está ubicado en el tercio medio superior de la vagina y su nombre es en honor al ginecólogo e investigador Ernst Gräfenberg.
Finalmente, el sexólogo Carlos Pol Bravo dice que el asunto del Punto G no debe ser una preocupación y que las parejas no deben buscarlo como si estuvieran en un pozo petrolero. Una vez más repite que el sexo es deseo, lujuria, imaginación y comunicación.
Para el sexólogo Carlos Pol Bravo lo más importante es la gratificación sexual y es incorrecto que al Punto G se le identifique como el interruptor de la mujer.
El Punto G es un resto embrionario, es decir, una callosidad que se ha desarrollado de más y puede ayudar a que las mujeres tengan mayor placer. Está ubicado en el tercio medio superior de la vagina y su nombre es en honor al ginecólogo e investigador Ernst Gräfenberg.
Finalmente, el sexólogo Carlos Pol Bravo dice que el asunto del Punto G no debe ser una preocupación y que las parejas no deben buscarlo como si estuvieran en un pozo petrolero. Una vez más repite que el sexo es deseo, lujuria, imaginación y comunicación.
