Hoy Nancy Patricia Gutiérrez podría estar compitiendo por la gobernación de Cundinamarca. Era su sueño político, pero los problemas judiciales se cruzaron en su camino. Hace un año la Corte Suprema le abrió las primeras investigaciones en su contra por un posible tráfico de influencias dentro del proceso de las ‘Chuzadas’. Las pesquisas en su contra arreciaron y a mediados de mayo pasado la Corte Suprema la detuvo por su participación en episodios oscuros del DAS.
Su tema parecía olvidado. Pero este miércoles el Alto Tribunal la llamó a juicio al encontrar méritos por su responsabilidad en la consecución de documentos de forma ilegal en el DAS contra la exsenadora Piedad Córdoba. En marzo de 2008, como presidenta del Congreso, Nancy Patricia Gutiérrez, uno de los alfiles uribistas, luchaba por demostrar, en un debate, que la entonces senadora Piedad Córdoba no tenía cómo justificar sus constantes ausencias a los debates en el Congreso. Pidió pruebas de todo tipo. En su desespero, tocó las puertas del DAS, donde le entregaron, de manera irregular, documentos privados de Córdoba que ese organismo había recaudado meses atrás en una operación de espionaje.
Uno de esos documentos fue una factura del Hotel Sevilla Palace, en Ciudad de México, con la cual se quiso probar que la estadía en el hotel había sido cancelada de manera irregular por el Partido de los Trabajadores. Gutiérrez censuró este hecho en el Congreso.
El debate que Nancy Patricia Gutiérrez le hizo a su colega Piedad Córdoba en el Congreso la enredó con la justicia.
Ese proceder hoy la tiene contra la pared, al igual que una investigación preliminar por sus nexos con jefes paramilitares de Cundinamarca. En su lugar de detención, en un apartamento del barrio Rosales de Bogotá, la expresidenta del Congreso no ha tenido paz. Hace un par de meses se preocupó por denuncias periodísticas que indican una presunta injerencia suya en la EPS Saludcoop, protagonista de irregularidades en el tema de la salud. Documentos en poder de las autoridades advierten un cruce de correos electrónicos entre varios políticos y las directivas de esa entidad.
Así va la novela de Nancy Patricia Gutiérrez, una mujer que tenía todo para ser una de las líderes políticas más importantes del país, pero que en su búsqueda por avanzar políticamente, terminó enredada.
