La lucha por un nuevo orden político mundial ha permeado todas las regiones del mundo en los últimos años, y se ha venido desarrollando de diferentes formas obedeciendo a los contextos de cada zona en disputa. Las representaciones de este conflicto que más saltan a la vista son las de tipo militar por su gran impacto social, político, económico y mediático. Estados Unidos, La Unión Europea y sus aliados, han sido actores protagónicos de esta situación, así como también Rusia, China y algunos de los países emergentes.
La disputa por la península de Crimea abrió el escenario para pasar de la confrontación política y económica entre las potencias, a la confrontación militar indirecta. Dicho conflicto, al igual que el actual en Siria, tiene maniobras militares de ambas partes que no se veían desde la Guerra Fría. La financiación por parte de Estados Unidos a rebeldes y terroristas sirios para derrocar el régimen de Bashar al Asad, ha desencadenado un problema social en toda la región del Mar Mediterráneo con sus respectivos efectos colaterales en Europa como lo son las grandes migraciones hacia el viejo continente y los atentados en París, este sostén a los rebeldes contrasta con el apoyo que el gobierno de Vladímir Putin le ha brindado a su homólogo sirio para retomar la normalidad en la región.
La representación militar es solo el aspecto más visible de este conflicto, en ese sentido, la guerra más sigilosa se vive en el campo económico y en el de la justicia internacional. Actualmente, en nuestra región se desarrolla este tipo de confrontación. Hacia finales del siglo pasado, el ascenso de gobiernos progresistas en América del Sur determinó para Estados Unidos la pérdida de influencia en esta parte del continente, desde entonces, el interés por retomar el control político es una constante y del modo contrario, la influencia de países como China, Rusia e Irán aumentó significativamente en la última década. Un ejemplo de ello es la perdida de una parte importante de mar territorial colombiano ganado por Nicaragua en el tribunal de la Haya, este golpe, al principal aliado de Estados Unidos en la región se da en últimas por un interés de China en construir un nuevo canal transoceánico diferente al de Panamá.
La victoria de un candidato pro estadounidense en las pasadas elecciones argentinas, da luces de una retoma del control político de la región por parte de los Estados Unidos. Colombia, Perú y Argentina pasan a convertirse en un bloque de contención importante para frenar el avance de Rusia y las demás potencias emergentes en su histórico patio trasero.
@BryanHincapie
