ASÍ NO ES SEÑOR GUSTAVO PETRO

Con dolor de bogotano, independientemente de color político, ideología religiosa o nivel social, debo decir que Gustavo Petro esta defraudando a sus electores y dando la razón a sus detractores. El Alcalde Petro al parecer olvidó que ya no está en el Congreso de la República, y que le llegó la hora de administrar, dirigir y gerenciar, y no de arengar, filosofar y debatir. Según su movimiento político (Progresistas) es él – Petro -, quien encarna la reconciliación, la transición, la paz, el poder por las vías democráticas, etc., sin embargo, al parecer se le olvido que ocupa el segundo cargo más importante del país, y que debe manejar las riendas de la ciudad más grande de Colombia. Con la banda impuesta, Petro se convirtió en un manzanillo de las nuevas tecnologías, gobernando al mejor estilo “pseudo bolivariano” vía Twitter. Al señor Petro se le olvido que gobierna tanto para su electores como para sus opositores, que debe ser el Alcalde de todos y para todos, que es él quien responde por la seguridad y convivencia en la ciudad, y que es a él a quien se le hace exigible – no solo su plan de gobierno –, sino el bienestar general de la ciudad. La campaña ya terminó, sin embargo el señor Petro ha olvidado los altos designios para los que fue elegido y ha convertido el Palacio Liévano en  caja de resonancia para trasladar sus confrontaciones políticas – ya no solo con la derecha - sino con todas las demás fuerzas, especialmente con las de izquierda. El espectáculo del pasado viernes 9 de marzo fue bochornoso, como si no fuera suficiente estar sumidos en el caos, los actos vandálicos y la parálisis de la ciudad, el señor Petro, su secretario de gobierno, y una de sus asesoras, se vieron envueltos en una de las peores grescas politiqueras que recuerde la capital. No solo era cantinflesco en su manera de gobernar vía Twitter, sin filtros ni mesura, sino que demostró su verdadero talante y permaneció atrincherado en la Alcaldía, en silencio, y sin dar muestras de mando y control, trasladando sus funciones al señor Navarro. La gente se pregunta quién es el Alcalde, quién capotea las crisis, y porqué Gustavo Petro convirtió una grave situación de orden público – pues esa fue la magnitud del bloqueo –, en un espacio para hacer política e irse lanza en ristre en contra de sus otrora copartidarios, especialmente el senador del Polo Democrático Alternativo Jorge Enrique Robledo y la doctora Clara López Obregón. Esta ciudad sufre, en solo tres meses de gestión Petro ha demostrado su ineficiencia administrativa dando la razón a sus detractores, y evidenciando que no estamos preparados para retos de envergadura, creo que es menester que los asesores del Alcalde le recuerden que ya no es congresista, que ya no esta en la plaza pública, y que llegó la hora de tomar el control de la ciudad de una manera inteligente, gerencial y organizada. No creo que ningún “progresista” haya votado por Navarro o por la señora Asprilla, sino que eligieron a Petro, quien ojala no siga causando pánicos económicos, grescas politiqueras, ni dando palazos de ciego, sino que se serene, se asesore y se apersone del reto que asumió, y que lo haga con entereza y no jugando al “Presidente”, pues ésta es su verdadera prueba de fuego, ser congresista en Colombia es sencillo – muchos pasan la vida sin hablar ni proponer -, ser gobernante no lo es. Nuestros mejores votos porque el señor Petro cumpla sus promesas, aprenda de este episodio, y no se suma en la polarización política, la burocracia y la lucha de poder; esta ciudad no soporta un chasco más, lo del viernes es algo que se había demorado en explotar, realmente no se como los bogotanos logramos vivir así, sin vías, en caos, con trancón, con cambio climático, con esta incertidumbre y desprotección. No sólo adoptando perros y hablando de amor se logran los objetivos, no caigamos en las mieles de los votos, al señor Moreno lo eligieron mas de un millón de estos, así que todavía no se ha ganado nada, será el ejercicio del poder el que de muestras de su verdadero talante. “Retwiteando” halagadores y polarizando detractores no se logra un buen gobierno, el gobernante esta por encima de sus aduladores y de sus críticos, esta en procura del interés general, esta edificando una escalera, no generando un trampolín, y es el autocontrol el que genera un ejercicio efectivo de poder, no el control político, porque en Colombia eso no existe. @andresbarretog