Debo comenzar este artículo, aclarando que tengo un familiar taxista, pero eso no me exime de poder poner mi posición frente a la situación que muchos ya hemos vivido con el gremio de taxistas.
Si son las 2:30, 3, 3:30 de la madrugada y a uno le da por salir de donde se está tomando alguito porque el cuerpo, el bolsillo o la fiesta no dio para más, uno sale en busca de un taxi- entiéndase vehículo automotor de cuatro llantas que no es un servicio público, sino que “hace un favor”- y es en ese momento cuando comienza la odisea.
Esta el taxista que pregunta y hace cara como si el destino fuera el mismísimo infierno. Están los que preguntan y dicen "uyyy lo llevo por $30, cuando la carrera cuesta a lo sumo -y con taxímetro alterado $18. Uno que ya está sin dinero por la fiesta y que conoce la tarifa se niega a darle el gustico al distinguidísimo taxista. Luego está el taxista que lo lleva a uno como en carrera automovilística para alcanzar a ir y volver antes de que se le vayan todos los borrachos.
Ahora bien, en el día, ni se diga. Intente usted que lo lleven a cualquier lado de la ciudad, es literalmente, imposible lograrlo, o bueno, quizás exagere, pero uno ya sabe que debe comenzar la búsqueda con paciencia y rogando a Dios que con el que dé sea buena persona, que lo trate a uno bien, que tenga vueltas, que no manotee, etc. Bueno, o la otra opción – que funciona rapidísimo- es que usted le ponga a su aplicación de celular que va a dar una propinita de digamos, $5 mil pesitos.
También están a los que no les da pena bajar a una señora con su bebé o con sus hijos, o abuelos "porque es que por allá yo no voy mi señora". Y bueno, entonces uno dice: para evitarme todo esto voy a pedirlo por aplicación o llamando a los 1 como antes. El hombre llega y uno cree que va a tener un viaje tranquilo. Y pues no. El tipo cuando oye que la distancia que es diga usted en Bogotá del Virrey- a Hayuelos, manotea y Juan Pablo Montoya le quedó en pañales, mejor dicho, para que purgarse si el taxista ayudó en eso. Seguro que se me quedaron muchas situaciones diarias a las que los usuarios nos vemos enfrentados al tomar un taxi.
Y uno entiende que la situación está difícil, que la inseguridad, que esto y lo otro pero a ellos debe quedarles claro que cuando uno toma un taxi es un servicio por el que uno paga y que deben prestarlo bien, eso acarrea llevarlo a uno donde uno decida ir y que si en algún momento nos hemos visto abocados a usar Uber es porque lo llevan a uno donde uno quiere y porque tratan con respeto a sus usuarios.
Es que como dicen por ahí “entre más vacas, menos leche”. Es decir, entre más taxis menos servicio. Entonces la invitación es a que trabajen por prestar un mejor servicio y dejen de pensar en paros – que no existen.
@AnaRizoD
El tal buen servicio de taxistas no existe
Jue, 19/03/2015 - 10:09
Debo comenzar este artículo, aclarando que tengo un familiar taxista, pero eso no me exime de poder poner mi posición frente a la situación que muchos ya hemos vivido con el gremio de taxistas.