-No discutan con su pareja en la calle-
Por: Wally
Cuento Corto.
Pasaban los automóviles a gran velocidad sobre la avenida, era increíble el frío que hacía. No se sentía ese clima en la ciudad desde meses y las personas bien abrigadas salían a continuar con su rutina. Sin embargo algo detuvo la marcha.
En el otro lado de la avenida, al lado de un puente peatonal, una pareja discutía animada y fuertemente.
Él, con lágrimas en sus ojos, le rogaba a su pareja que no lo dejara por nada del mundo. Como suele pasar, las personas al ver llorar a un hombre que está con su pareja, sonríen y se burlan., situación contraria a cuando la que llora es la mujer, ya que ella queda como la indefensa víctima y el hombre pasa a ser un agresor, la persona más violenta y mala del mundo.
Pero este sujeto no era la persona más mala del mundo, al contrario, parecía que la causante del daño y el problema era la mujer, quien según se veía desde el otro lado de la avenida, era quien estaba rompiendo con él. Y sí, se escuchaba hasta al otro lado, porque en realidad gritaban fuerte.
-¡Déjame en Paz!, esto no puede ser, no podemos continuar., Decía ella.
-Pero te amo, no lo entiendes, no hay nadie más para mí, eres la única.
Y entonces fue cuando empecé a entender por donde iba el asunto. Pero en fin.
Varias personas observaban con morbo y atención a la pintoresca pareja (me incluyo), que había logrado llegar a un estado en el que, como a un dúo de borrachos, no se les entendía nada por el lloriqueo y las lágrimas. Ella intentaba irse, él la sujetaba, y así continuaban su juego de llantos y gritos cuando voltearon a ver y se dieron cuenta de la cantidad de personas que los observaban.
Estupefactos al ver las risas y la burla de sus espectadores, la chica tomó de la mano a su pareja, pararon un taxi e inmediatamente se dieron a la huida de su vergonzoso acto.
Al otro lado seguía yo que estaba con mi novia, después de ver este acto, reír, y a la vez reflexionar, nos miramos a los ojos y prometimos que cuando tuviéramos que discutir, nunca, jamás, por ningún motivo íbamos a hacerlo en la calle, porque en serio, es algo de pena ajena y que se ve realmente mal. Por su dignidad, evite que pase.

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