Bien decía Piedad Bonnett en su última columna para el diario El Espectador, que la desigualdad en este país es un fenómeno realmente bárbaro. La columnista traía a colación las cifras de la comparación que reveló la Revista Portafolio, en las que se calcula que un colombiano con un salario mínimo se gastaría 1.440 años para igualar un salario anual de James Rodríguez en el Real Madrid.
Pero más allá de esa conclusión, creo que también somos el país de la hipocresía. Al que le importan los 3.000, 5.000 o 20.000 deportados de Venezuela mientras que los medios tengan la noticia en su agenda, pero no le importan los 6 millones de desplazados que hemos causado durante el conflicto. ¿Sabe usted querido lector, cuál es el número de habitantes de Escocia? 6 millones. Así es, hemos desplazado a un país entero pero a nadie le ha importado nunca.
Somos el país de la hipocresía que se preocupó por el niño ahogado en la playa de Turquía hace unos meses, pero no por los 5.000 niños que mueren de desnutrición crónica al año en Colombia, el que se indigna durante un día por el aumento salarial a los congresistas, pero luego de unos meses todo se tranquiliza y el hecho se olvida con facilidad.
Somos uno de los países más desiguales de América Latina, con mayores índices de corrupción e injusticia, pero nadie sale a marchar para exigir la transformación de esta realidad, porque a nadie le importa.
"País de mierda" fue una frase dicha al aire en televisión nacional por Cesar Augusto Londoño el día del asesinato de Jaime Garzón. Nada ha cambiado desde entonces, seguimos siendo un país de mierda y a nadie le incomoda mientras que no le afecte directamente alguna situación en particular.
Es patético, se anularon casi el 50% de las cédulas inscritas para las elecciones del 25 de octubre. ¿Y por qué cree usted que ocurrió esto? Resulta que en las pasadas elecciones presidenciales la abstención fue del casi 60%. Eso quiere decir que es el mismo 40% el que elige al presidente de la vieja dirigencia, acuñando el término del maestro William Ospina, y así va a ocurrir en octubre, si es que los corruptos que inscribieron todas esas cédulas fraudulentas no logran hacerse con una silla en el Estado.
Colombianos, ¿cuándo va a ser hora de despertar?, ¿cuándo vamos a darnos cuenta de que necesitamos ser conscientes y partícipes de todo lo que nos ocurre para no dejarnos engañar y lograr cambiar la lúgubre verdad de nuestros días?, ¿cuándo vamos a dejar de ser tan indiferentes y sentirnos colombianos y ciudadanos del mundo para no solo preocuparnos por las bombas que caen en Siria y alzar nuestra voz de indignación, sino también sentirnos profundamente conmovidos por los niños reclutados, la violencia, la sangre, la injusticia y la putrefacción política de aquí, y actuar y no quedarnos callados para ser realmente un país libre?
Bueno, podemos indignarnos hoy, pero mañana Maluma va a tener los biceps más grandes en "La voz", y las eliminatorias requieren de toda nuestra atención. Si no, James no se ganaría los $21 mil millones al año, y eso si que es grave.
@santiagoangel66
