Los altercados generan impacto mediático cuando las trifulcas pasan de las redes sociales a la televisión o la radio. Sin embargo, lo sugestivo se nota cuando algunos acontecimientos de twitter se convierten en noticia a través de expresiones de ira, insultos a críticos y disputas en la red entre políticos o personajes relevantes.
Hay quienes aseguran que las “peleas” en la red reflejan parte del carácter y la templanza de quién escribe. Eso no está demostrado, pero lo cierto es que cada vez más políticos y usuarios se animan a utilizar twitter como tribuna política. Son oportunidades de 140 caracteres donde se puede hacer oposición, opinar, debatir e insultar a través de una microbitácora. Para los iracundos es un quebranto, y para otros es una ventaja. En teoría, una de los provechos de twitter es que permite humanizar a los políticos aumentando su cercanía con el ciudadano; pero no siempre es así, hay quienes lo usan como plataforma para fomentar el odio, para celebrar la muerte y para generar empatía sobre la irritación.
En la política, cada quien es libre de usar el twitter como quiera. De hecho, entre los diferentes usos del pajarito en la red, encontramos que algunos lo pintan de blanco y le ponen un ramillete de olivo en el pico para trasladar mensajes de paz. También se puede usar como parlante, al mejor estilo de un pájaro cantador, dando así a conocer una gestión, una rutina y en ocasiones acontecimientos que no despiertan ningún tipo de interés. Es común presenciar loros que solo repiten y retwittean al verdadero pájaro, eso no es de extrañar. Y ni hablar de los pájaros carpinteros, que hacen mucho ruido, son alocados y latosos con sus argumentos.
Un mecanismo muy antiguo de manipulación que hoy en día encontró en el uso de las redes un canal moderno y cercano para influenciar las decisiones del individuo es la propaganda política que genera la guerra. Solo basta con leer algunos mensajes en las cuentas de twitter, facebook, blogs y foros de los principales medios para darse cuenta que la violencia también está en las redes. Se nota el odio en las palabras, el irrespeto por la vida, el desconocimiento de la ciberciudadanía y el amor por la publicidad violenta.
En coyunturas conflictivas y con exceso de información, lo que abunda en la opinión pública y en las redes sociales son los pájaros de guerra. Poco tiempo dan a la reacción, al pensamiento reflexivo y solo se preocupan por disparar en 140 caracteres manifestaciones ofensivas y hostiles. Existe una profunda confusión, porque en nuestro mundo una cosa es la libertad de expresión y otra cosa es la expresión del odio. Cada quién es libre de opinar sobre otras personas, pero no con un criterio de razón soberana que descalifique, juzgue y amenace al otro por pensar o escribir diferente.
¿Por qué usar pájaros de guerra? Porque manipulan, refuerzan ideas, persuaden, convencen a los desprevenidos, porque convierten a las palomas en aves agresivas, porque incitan a los loros para ametrallar palabras. Los pájaros de guerra son muy efectivos para adoctrinar, para “catequizar”, para generar opiniones cruzadas que buscan generar cambios en sus propios entornos. Son producto de la manipulación, de la dominación que produce un ave grande, con cresta y de sangre caliente. Son alentados cada mañana con el cántico seductor pero belicoso de la doctrina de las espuelas.
El cielo es limitado para los pájaros de guerra, se creen libres porque tienen alas, pero no se dan cuenta que solo pueden volar con el permiso de un mismo gallo.
Esta columna también se encuentra en politicadirecta.net / @politicadirect
Un mecanismo muy antiguo de manipulación que hoy en día encontró en el uso de las redes un canal moderno y cercano para influenciar las decisiones del individuo es la propaganda política que genera la guerra. Solo basta con leer algunos mensajes en las cuentas de twitter, facebook, blogs y foros de los principales medios para darse cuenta que la violencia también está en las redes. Se nota el odio en las palabras, el irrespeto por la vida, el desconocimiento de la ciberciudadanía y el amor por la publicidad violenta.
En coyunturas conflictivas y con exceso de información, lo que abunda en la opinión pública y en las redes sociales son los pájaros de guerra. Poco tiempo dan a la reacción, al pensamiento reflexivo y solo se preocupan por disparar en 140 caracteres manifestaciones ofensivas y hostiles. Existe una profunda confusión, porque en nuestro mundo una cosa es la libertad de expresión y otra cosa es la expresión del odio. Cada quién es libre de opinar sobre otras personas, pero no con un criterio de razón soberana que descalifique, juzgue y amenace al otro por pensar o escribir diferente.
¿Por qué usar pájaros de guerra? Porque manipulan, refuerzan ideas, persuaden, convencen a los desprevenidos, porque convierten a las palomas en aves agresivas, porque incitan a los loros para ametrallar palabras. Los pájaros de guerra son muy efectivos para adoctrinar, para “catequizar”, para generar opiniones cruzadas que buscan generar cambios en sus propios entornos. Son producto de la manipulación, de la dominación que produce un ave grande, con cresta y de sangre caliente. Son alentados cada mañana con el cántico seductor pero belicoso de la doctrina de las espuelas.
El cielo es limitado para los pájaros de guerra, se creen libres porque tienen alas, pero no se dan cuenta que solo pueden volar con el permiso de un mismo gallo.
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