El mercenario y la Comisión de la Verdad

Hace más de cuatro meses el gobierno colombiano solicitó la orden de captura con fines de extradición a Colombia del mercenario israelí Yair Klein, para que purgue la condena impuesta por un Tribunal de Manizales. Ayer nos reunimos frente a la Embajada de Israel para apoyar la iniciativa del Honorable Senador Juan Manuel Galán, ya que el silencio a la solicitud de extradición y la no extradición del excoronel en retiro violaría los derechos humanos, los de las víctimas y de los colombianos conculcando una vez más su derecho a la verdad, la justicia y la reparación. La solicitud se instauró desde enero de este año a través del embajador de Colombia en Tel Aviv, Isaac Gilinski. Pretendemos la extradición de Klein a nuestro país por los cargos de entrenamiento a grupos paramilitares con fines terroristas, financiado  por los carteles de la mafia en cabeza de Pablo Escobar Gaviria y José Gonzalo Rodríguez Gacha, para que cumpla la condena de diez años y ocho meses y para que además con sus declaraciones encontremos luces en casos tan representativos como la bomba del avión de Avianca en 1989, el asesinato de Luis Carlos Galán, de Bernardo Jaramillo, José Antequera y Carlos Pizarro, entre otros. En sus declaraciones y confesiones, el ciudadano Israelí ha manifestado que vino en una misión avalada y custodiada por agentes de seguridad del Estado, es decir la Policía Nacional, la DIPOL y el DAS, este último dirigido por aquel entonces por el general Miguel Maza Márquez. Estos nombres no son extraños entre la gran nómina de actores de esta sangrienta y corrupta historia que enlutó al década de los ochentas en Colombia. Todo lo anterior se vuelve aun más grave cuando se trata de sociedades mafiosas entre los carteles de la droga, los paramilitares y agentes del Estado. Pues si bien el mercenario al mencionar la participación del Estado para su misión contratada le da un carácter de legalidad por estar de por medio la misma, esto se reviste de todo lo contrario, toda vez que es el Estado el garante de las políticas, medidas de seguridad y del orden público. Por esta instrucción militar de terrorismo a gran escala a los grupos paramilitares incipientes de la época esperamos un pronunciamiento del gobierno de Israel sobre la extradición del terrorista de este país.  De no lograrse, esperamos que pueda aplicarse la figura jurídica del exequátur, para que a través de una especie de homologación judicial se ejecute la pena impuesta así sea en el país de origen del sujeto pasivo de la misma. Otra posibilidad en aras de contar con las versiones del mercenario, es la de integrar una misión ad-hoc de investigadores de autoridades colombianas que se desplace en compañía de agentes del Ministerio Público, para tomar las declaraciones y confesiones, así como piezas procesales y probatorias, que tengan correlación con los procesos, con el ánimo de integrarlas a los mismos que hoy están en la impunidad y que muchos de ellos hemos logrado declarar de lesa humanidad, a través de un trabajo conjunto con la Fiscalía General de la Nación y la Procuraduría. La condena impuesta a Yair Gal Klein por los cargos mencionados, cobija también a sus cómplices acompañantes en Magdalena Medio para llevar a cabo los entrenamientos a “los granjeros” y sus ejércitos de la muerte que necesitaban defenderse de la subversión. Se trata de tres ciudadanos Israelíes más que formaban parte del equipo letal de Klein. Entre esos estaban expertos en instrucción terrorista y un traductor que hacía su trabajo como interprete para articular las comunicaciones entre el hebreo y el español. Estos terroristas son Izaac Soshany Meriaiot, Tzedaka Abraham y Terry Melnik. De estas personas así como de los agentes del Estado que permitieron y fueron cómplices de esos entrenamientos no sabemos nada y deben también comparecer ante la justicia colombiana para responder por los reatos que se les imputa. Mencionaba el Ministro del Interior y de Justicia el jueves antepasado, que ahora que se van a implementar las comisiones de la verdad en el marco de la inconstitucional Ley 1448 de 2011; es de gran relevancia obtener la extradición de Gal Klein al territorio nacional. Lo que me parece inconcebible es que el Dr. Vargas Lleras, hable de Comisión de la Verdad en la Ley de Víctimas cuando en la plenaria de la Cámara de Representantes fue dejado por fuera este valioso instrumento, sobre todo en un país donde las garantías procesales y los comités de verdad y justicia no operan. Adicional a esto, el jefe de la cartera del Interior y de Justicia mencionó dos casos que preceden esta solicitud de extradición con resultados positivos, es decir con la obtención de las mismas. En lo personal se desconocen estos casos y no sabemos de tratados de extradición ratificados con Israel. Este Estado en materia jurídica, así como la defensa del mercenario,  podría argumentar el non bis in idem pues ya estuvo condenado en Moscú e Israel, por los mismos cargos que acá se le imputan y las consideraciones en materia política al momento de la toma de decisiones por parte del Tribunal de Distrito israelí, harían más riesgosa la ejecución de la medida. Arengas: ¡No extradición igual complicidad, y no Comisión de la Verdad, igual impunidad! @colconmemoria