El pesimismo de De la Calle

Lun, 22/09/2014 - 05:01
“La polarización del país podría hacer inviable la paz”. Las declaraciones de Humberto De la Calle son preocupantes y es necesario analizarlas con mucho tacto porque pueden dar luces sobre el
“La polarización del país podría hacer inviable la paz”. Las declaraciones de Humberto De la Calle son preocupantes y es necesario analizarlas con mucho tacto porque pueden dar luces sobre el futuro de la paz; con un país polarizado al extremo, como quedó demostrado el miércoles anterior en el pugnaz debate del senador del Polo Iván Cepeda contra su colega del Centro Democrático, Álvaro Uribe, en el cual, además de que todos quedaron mal, evidenció que el camino de la paz no está allanado, los diferentes sectores políticos insisten en perseguirse y enfrentarse, incluyendo al gobierno que lanza la campaña publicitaria ‘Soy capaz’ para fomentar la reconciliación, pero tras bambalinas, inicia una estrategia con el Fiscal General y otras instituciones para perseguir opositores; así será muy difícil, porque la paz no solo pasa por La Habana, es una recomposición de la sociedad que por años se ha matado por no respetar el pensamiento del otro . En cuanto al proceso de La Habana, la cosa tampoco está tan clara, muchos confunden que pretender una paz seria, bajo las reglas de justicia, perdón, verdad y la reparación, es ser amigo de la guerra. Otros, coinciden en que los guerrilleros no han luchado tantos años para terminar en una cárcel. Ahí está la disyuntiva de un país que tiene el conflicto más antiguo del continente. Hay que tener en cuenta que desde que se inició esta aventura, el mayor beneficiado ha sido la guerrilla de las FARC, que resucitó en el plano político e internacional, después de 8 años de arremetida de la seguridad democrática, años en los cuales se debilitó y se dieron de baja a muchos comandantes, algo que antes era impensable. La guerrilla de hoy es fuerte políticamente, se ha quitado en parte el lastre terrorista aunque continúen con sus mismas prácticas. Pero ¿Por qué hay dudas del buen final de los diálogos? Porque se han dejado muchos cabos sueltos en los diferentes puntos y “como nada está acordado, hasta que todo este acordado”, se puede dilatar un proceso que se planteó a corto plazo y hoy no tiene fecha de cierre; temas como la constituyente, participación política y la justicia transicional, son una talanquera que no será fácil de superar y puede convertirse en un freno en la mesa hasta las próximas elecciones y las FARC volverían a ser claves para la elección de un nuevo presidente en Colombia; lo confirma el hermetismo con el que se ha manejado y la posición de Humberto De la Calle, quien comienza a abonar el terreno para extender aún más las conversaciones y, de pronto, para un posible rompimiento de los diálogos con una guerrilla que sabe que hoy el país está más polarizado que nunca, lo que podría derivar en una nueva estrategia de eliminación de la ultraderecha a los jefes guerrilleros que se reintegren a la sociedad, muy parecido al genocidio de la UP; un retroceso histórico. Definitivamente, el proceso no vive su mejor momento: con poco apoyo popular en las encuestas, el país dividido, ataques cobardes de la guerrilla, como el de los 7 policías muertos en Córdoba y un gobierno permisivo, que prácticamente está secuestrado en La Habana. Ojalá el pesimismo de De la Calle, no sea un mal augurio y se superen todos los inconvenientes para que algún día este país pueda pensar de manera distinta y vivir de forma civilizada y reconciliada. @JACOBOSOLANOC
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