"El traidor es traidor porque es cobarde"

Vaya y venga que alguien traicione a un amigo, ya se las verá con su consciencia, o que traicione a unos ingenuos electores, así sean nueve millones que es tan sólo una cifra pues dicen que en campaña todo vale, pero traicionar a su pueblo… En tres años y ocho meses de gobierno Juan Manuel Santos ha abandonado a regiones enteras del país dejándolas en manos del terrorismo y la delincuencia en un claro acto de traición a los colombianos con quienes tiene el deber constitucional y moral de defender como Presidente y Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas. La Constitución lo dice con claridad: "El Presidente de la República simboliza la unidad nacional y al jurar el cumplimiento de la Constitución y de las leyes, se obliga a garantizar los derechos y libertades de todos los colombianos." Al escuchar ayer a Brasilia Romero en La Hora de la Verdad he quedado con el alma adolorida y una pregunta no para de darme vueltas en la cabeza: ¿Cómo es posible que buena parte del país se le haya vuelto a entregar a los criminales? Desde hace más de tres años se ha venido denunciando que zonas enteras están siendo tomadas por el terrorismo y el gobierno no hace absolutamente nada para evitarlo, por el contrario ha facilitado las cosas a los malhechores a cambio de unas conversaciones en Cuba dejando una gran parte del país indefensa. Brasilia Romero Sinisterra fue alcaldesa de Guapi y candidata muy opcionada a la Cámara por las Comunidades Negras y derrotada por dos candidatos blancos, en una muestra más del gran fraude perpetrado en las elecciones del 9 de marzo. Al escucharla oímos la voz de una mujer valerosa que habla por su sufrido pueblo: “Toda la vida fuimos pobres, muy pobres, pero teníamos paz; hoy seguimos siendo igual de pobres y tenemos guerra.” Lo que cuenta Brasilia estremece y nos hace pensar en las cientos de familias desplazadas y en cada uno de los niños que en su corta existencia no han visto sino pobreza y ahora les toca sufrir las consecuencias de una violencia desbordada mientras que la tierra clama por el daño irreparable que se le inflige a diario. Brasilia dice: “”Cuatro años atrás salimos en masa a votar por Juan Manuel Santos porque creíamos que era la solución a nuestros problemas de pobreza; hoy seguimos con pobreza pero además se nos sumaron los problemas de violencia” que son de una gravedad que sobrepasa a la imaginación. En la entrevista Brasilia hace un recuento de algunos de los tantos hechos de violencia perpetuados por las FARC en Cauca y Nariño durante este año: Enero 16, atentado en Pradera; febrero 14, dos policías asesinados con tiro de gracia y sus cuerpos dejados rodeados de explosivos; marzo 15, desplazamiento de 756 personas de tres municipios, entre ellas 200 niños que llegaron a Guapi a un albergue con un sólo baño y sin gas para cocinar; marzo 18, secuestro, tortura y asesinato de otros dos policías en Tumaco; marzo 24, un explosivo en Guapi deja un muerto y diez heridos, entre ellos un joven de 19 años, y sin piernas a una madre de tres pequeños; marzo 25, dos policías muertos y seis heridos en Nariño. En abril, dos atentados con carro bomba a la carretera Panamericana. En marzo, 42 hechos violentos en Cauca y 20 en Nariño con un incremento de 40% comparados a los del mismo mes en 2013. Las FARC se fortalecen en todo el Pacifico colombiano y el Frente 29 del Bloque Alfonso Cano domina esta zona llena de cultivos ilícitos. No es coincidencia que el 60% de la cocaína que sale del país sea por el Pacifico donde la presencia de las FARC es dominante mientras que el gobierno está sentado en La Habana dialogando con ellos. La minería ilegal que contamina con cianuro y mercurio, ha desplazado la minería artesanal de la que han vivido toda la vida estas comunidades. 4.000 hectáreas de bosques han sido destruidas. En Buenaventura reina el caos generado por la lucha entre bandas ilegales que reclutan niños y cometen horrorosos actos de violencia como el descuartizamiento y desaparición de cientos de residentes. El desplazamiento es de alrededor de 12.000 personas al año. Estos ejemplos de la violencia que está atacando al Pacifico colombiano son extractos del conmovedor relato de una mujer angustiada y triste que habla por todo un pueblo que sufre. ¿Cómo se podría calificar a un presidente que no actúa a favor de sus compatriotas cuando se les golpea de manera tan vil? ¿Cómo calificar al presidente que permite que regiones enteras de su país estén de nuevo condenadas a la tiranía del crimen organizado? ¿Y cómo calificar a quien pretende reelegirse eludiendo debates de los que saldría claramente derrotado por su principal contendor, Óscar Iván Zuluaga, como el boxeador que mantiene su título sin entrar al ring? ¿De traidor o de cobarde? O, como lo dijo Tirso de Molina en El Burlador de Sevilla, “... el traidor es traidor porque es cobarde”.