Kony y yo

Mar, 13/03/2012 - 09:00
Llevo muchos años queriéndome ir al África, pero no para contrabandear armas como el poeta maldito Arthur Rimbaud, ni para manchar mis manos de sangre buscando diamantes o extrayendo coltán. Pero
Llevo muchos años queriéndome ir al África, pero no para contrabandear armas como el poeta maldito Arthur Rimbaud, ni para manchar mis manos de sangre buscando diamantes o extrayendo coltán. Pero cada vez que exteriorizo la idea, amigos y familiares me dicen que me vaya al municipio de Puerto Tejada que queda más cerquita a Cali. Quiero irme al África para estar lejos y cerca a la misma vez, entre esos dos mundos que un día estuvieron unidos por el supercontinente denominado Pangea para, de pronto, reinventarme allá, protegiendo a los animales del hombre y a los niños de salvajes como Joseph Kony. Estuve viendo el documental Kony 2012 y me impactó el hecho de que este señor hace exactamente lo mismo que las Farc, el ELN, los paramilitares, las bandas criminales, algunas facciones de las Fuerzas Armadas, cuando cometen ejecuciones extrajudiciales o el mismo gobierno; cuando, por ejemplo, censura videos que muestran la barbarie de su alianza con las multinacionales para desviar ríos y maltratar comunidades que resultan incómodas para la locomotora de la minería. La diferencia es que acá todo pasa y no pasa nada. De vez en cuando marchamos, leemos la revista Forbes para saber qué tan rico es el hijo de Santo Domingo o Luís Carlos Sarmiento. Nos indignamos con unas fotos de la revista Caras, creyendo que descubrimos que en Colombia hay racismo, obviando las distintas formas contemporáneas de esclavitud. Y celebramos la idea del periódico El Espectador y algunos académicos de no darle importancia, trascendencia o eco a los hechos de violencia que cometen los actores ilegales del conflicto. Pareciera que la nueva estrategia de Colombia es Pasión es la de visibilizar a las víctimas y silenciar a los victimarios. La estrategia de Kony 2012, Invisible Children es completamente distinta, porque buscan visibilizar a las víctimas y al victimario también, pero sin cargas ideológicas o teológicas que relativicen o justifiquen los crímenes cometidos. Los matices son válidos en las ciencias humanas y hasta en las ciencias exactas, pero jamás cuando se reclutan niños para obligarlos a matar o cuando se abusa sexualmente de las mujeres en las filas de los actores ilegales del conflicto. Por ejemplo, hace poco quería ir a Buenaventura pero no hubo quórum, porque a mis amigos les pareció un riesgo innecesario. La semana pasada quise ir a Jamundí y la antepasada al Norte del Valle pero los ´Urabeños´ y los ´Rastrojos´ se están matando. Hasta los reporteros de guerra están desapareciendo en Colombia, ya sea por sus sesgos, por las imposiciones de la agenda setting o porque simplemente no tienen ninguna garantía de seguridad para realizar su trabajo. Por lo tanto, algún día me iré al África pero no para saber quién es Joseph Kony, porque de esos hay muchos en Colombia, sino para descubrir quién soy yo y qué quiero hacer con mi efímera oportunidad de existir.
Más KienyKe
La sentencia contra Álvaro Córdoba fue dictada por un tribunal de la ciudad de Nueva York.
Por medio de un comunicado de prensa la compañía dio un balance de la situación y explicó sus motivaciones.
El fortalecimiento regional y la Colombia del futuro estuvieron en el centro del más reciente encuentro de 'Propósito Colombia ¿Quiénes participaron?
Este personaje lleva representando la marca cafetera desde el 2026 y recorrió cerca de 30 países.
Kien Opina