Los arrepentidos

Están en ebullición cierto tipo de consultas populares para tomar decisiones dramáticas con relación al rumbo de una nación. Se hizo la consulta en Cataluña para separarse de España, se hizo la de Gran Bretaña para salirse de la Unión Europea, se pretende realizar un referéndum revocatorio para sacar a Maduro y nosotros estamos en fila, esperando la aprobación de la Corte Constitucional para firmar la paz con las Farc o las firmas uribistas para acabar con la negociación. Todos procesos complejos, en muchos de ellos las diferencias entre un bando y otro son escasas, tanto que la decisión final podría hacer más daño del que pretenden resolver. Esa es la situación en España y en Gran Bretaña, por ejemplo. En Cataluña el triunfo de los independentistas no pudo consolidarse porque la consulta no tenía carácter legal. Fue por así decirlo, un simple ensayo sin repercusiones. Sin embargo los españoles quedaron en un limbo preocupante pues de profundizarse el descontento se podría llegar a una separación legal y real, con lo que España perdería una de sus regiones más prósperas. A todo lo anterior se agrega que la misma nación monárquica y parlamentarista, comandada desde Madrid, no ha podido elegir un gobierno porque las facciones no logran conformar una mayoría en el Parlamento. A los dos partidos tradicionales, el Psoe y el PP, les salió competencia, uno más a la izquierda y otro más a la derecha. Estas nuevas opciones creyeron que lograrían ganar fácil, pero al parecer no les alcanzó el impulso. El período pos electoral les ha resultado más difícil todavía porque sus líderes, ya expuestos al desgaste parlamentario, han empezado a perder brillo. Y los arrepentidos que se había ido con Podemos y Ciudadanos están retornando poco a poco a sus toldas o a la abstención. Veremos en qué termina esta aventura de renovación y cómo logran, si es que lo consiguen, convencer a los catalanes de quedarse en España. Por el lado de Gran Bretaña las cosas tampoco están claras. Ganó por un margen muy estrecho la posición de salirse de la Unión Europea y al otro día en número de arrepentidos es cada vez mayor. Ya van tres millones de firmas que solicitan que se repita el plebiscito. Escocia, que está dentro del Reino Unido gracias a otro proceso plebiscitario, ahora dice que si se van de la Unión Europea ellos vuelven a su anterior estatus de independencia. Parece que Inglaterra ahora frente a la realidad de lo que significa ser una nación independiente y perder el amparo y los subsidios de la Unión Europea, empezó a asustarse. Como aquel viejo dicho “mataron el tigre y se asustaron con el cuero”. En nuestros predios, Venezuela se destroza mientras el Consejo Electoral demora el reconocimientos de las firmas para convocar el referéndum. De no permitirlo con todas las artimañas que están utilizando, los arrepentidos serán los Chavistas porque habrán metido a su país en una guerra, esa sí urbana, donde las muertes se contarán por millares. Y seguimos nosotros, con dos procesos totalmente opuestos: El del Uribismo para acabar con el proceso de paz y el del gobierno para refrendar los acuerdos y consolidar la paz. Espero que no se arrepientan los primeros de sabotear nuestra anhelada reconciliación. www.margaritalondono.com http://blogs.elespectador.com/sisifus