No estamos frente al abismo económico, pero retrocedemos diez años

Nadie puede esperar un pronóstico pesimista del presidente del Banco de la República, José Darío Uribe (desde 2005), porque gerencia la entidad encargada –precisamente- de evitar un naufragio. Sin embargo, su diagnóstico es realista: “estamos frente a un momento difícil” y pasaremos de crecimientos del 5 por ciento a apenas un 3 por ciento. Lo mas importante -dice- es entender  lo que está pasando. El peso ha tenido una devaluación muy fuerte durante el ultimo año largo. En junio de 2014 el dólar andaba por los $1.890, demasiado fuerte, muy apreciado. No entendíamos, en su momento, el porqué sucedía el fenómeno cuando había razones para que estuviera más débil. El Banco de la República salió a comprar dólares para controlar la situación. Posteriormente se sucedieron dos hechos en la economía mundial: el dólar se fortaleció en el mundo. Y se cayeron los precios internacionales del petróleo, una variable importante de la economía colombiana. El peso se fue debilitado y se produjo un déficit de cuenta corriente. Se hicieron más hondas las diferencias entre importaciones y exportaciones. Si el dólar seguirá subiendo, es asunto que no tiene seguro el poderoso Uribe, porque tampoco puede adivinarse qué sucederá con el petróleo, aunque se teme que seguirá la caída. De ser así, el peso continuará devaluándose ¿Estamos sometidos, entonces, al dios petróleo y a sus caprichosos precios? Uribe  considera que el petróleo se fue volviendo muy determinante para la economía colombiana, aunque no tenemos las grandes reservas de Venezuela y otros países. Ha llegado a pesar más de la mitad de las exportaciones; y cerca del 18 ó 19 por ciento de los ingresos del gobierno central. El petróleo tiene un peso notorio en las cuentas externas y las cuentas fiscales del país. El grueso de los colombianos, los asalariados, quienes no soportaríamos una crisis de tres meses, estamos muy preocupados, pensando que sucederá una catástrofe. Colombia lleva diez años creciendo alrededor del 5 por ciento, excepto en 2009, cuando sucedió una catástrofe en todos los niveles, bajo el gobierno de Pastrana. El año pasado crecimos 4.6 Este 2015 escasamente llegaremos al 3 por ciento, según confirma el gerente del Banco de la República. -No es una catástrofe, dice para tranquilizar al país. Con excepción de Perú, que crecerá un poco más, podríamos estar por encima de las demás economías de la región (Chile, México, Brasil, Argentina, Venezuela, Ecuador), que tienen enormes dificultades. El choque que nos han producido los precios del petróleos producen la desaceleración. Será un período de transición, por uno o dos años, quizá… Pero el país no puede quedarse dormido. El doctor Uribe, economista de la Universidad de los Andes y PhD de la Universidad de Illinois, considera que urgen reformas institucionales y procesos novedosos para mejorar la situación. Reformas de tipo estructural, más urgentes hoy que cuando teníamos el impulso de los buenos precios del petróleo. Las recomendaciones no pueden ser iguales para todos. Si está endeudado, hay que apretarse el cinturón. Si debe en dólares, está frente a un golpe negativo importante. Si tiene capacidad de endeudamiento, felicitaciones. -Esto no es un desastre. No lo debemos ver como un colapso de la economía colombiana, insiste Uribe. Conviene mantener el optimismo, las expectativas positivas. Lo que está pasando no nos tira a la lona.