Por ahí, sí es la cosa

En medio de los Juegos Olímpicos el tema de la paz ha quedado un tanto rezagado. La emoción de las medallas logradas por Yuverjen y Catherine diluyó la amargura que dejó de la marcha contra la Ministra Parody, lo que está muy bien, para eso precisamente se hizo el deporte, para divertir sanamente y dejar a un lado la guerra. Sin embargo cuando se trata de temas delicados como la paz y la garantía de los derechos de las minorías no podemos dejarlos pasar a la ligera. Que la intransigencia y el fanatismo religioso sea un movilizador de multitudes contra las políticas liberales del Ministerio de Educación resulta descorazonador, por decir lo menos. Pero es el resultado lógico de entregarle tanto poder en el manejo de las instituciones educativas a las iglesias. Si somos un país laico, que bajó de su Constitución al Sagrado Corazón, deberíamos buscar que la formación escolar no estuviera permeada por la religión. Pero no, muy por el contrario, muchas de las instituciones educativas públicas son administradas por entidades religiosas a través del cuestionado mecanismo de ampliación de cobertura y el resto de la educación religiosa se debe a la desconfianza de quienes pueden pagar un colegio privado en vez de enviar a sus niños a una entidad pública. El resultado final es que la religión, como vimos la semana pasada, es la reina y señora en las pautas educativas. Critican la ideología de género pero no les parece mal enseñar la ideología cristiana o católica. Allí radica la mayor dificultad, en la ventaja que le ha tomado la educación privada y religiosa a la pública y laica. Afortunadamente Rio 2016 morigeró los ánimos y nos puso a seguir a nuestros deportistas en lugar de seguir insultando a la Ministra. En eso también colaboró el gobierno que para aplacar las protestas volvió a ceder frente a las iglesias y a la derecha. Round a favor del Procurador. Por otro lado la cita olímpica le quitó brillo a una noticia excelente en materia de justicia transicional. El que gobierno y Farc hayan decidido la forma como se conformará el tribunal especial para la paz es realmente un dato esperanzador y demuestra la paz está a la vuelta de la esquina, muy oportuna esta noticia para contrarrestar esa encuesta mentirosa y parcializada sobre la forma como se votará el plebiscito. Nadie, ni Uribe, ni el Procurador, podrán deslegitimar este acuerdo para la conformación del Tribunal Especial para la Paz por la sencilla razón de que la escogencia de los magistrados que lo conformarán está fuera de toda sospecha. Los nombres para integrarlo, como ya se sabe, saldrán de las propuestas que hagan El papa Francisco, Ban Ki-moon, la sala penal de la Corte Suprema de Justicia, la delegación del Centro Internacional de Justicia y el sector de las universidades públicas. Ni Santos, ni Timochenko podrán meter mano en esta selección, Lo anterior conlleva a que las personas seleccionadas sean completamente independientes de las personas a las que juzgarán. Eso es lo que se requería para darle credibilidad a la justicia que juzgará la guerrilla y a todos los actores del conflicto, inclusive a las fuerzas armadas y a los empresarios. Si la paz se hace con Verdad y Justicia, el tribunal que se conforme con esta metodología nos garantiza estas dos premisas, así las penas sean rebajadas y se amnistié a la gran mayoría de los y las combatientes. Queda por supuesto la reparación, pero en esto también se está trabajando y esperemos que a las víctimas de este largo y doloroso conflicto les llegue ese momento algún día. De manera que no nos olvidemos, en medio de tan buenas noticias olímpicas, que hay cosas más importantes que el gusto de recibir una medalla de oro. Cosas como saber que vamos por un buen camino hacia el plebiscito en el que yo votaré por el si, y ahora con más convicción. www.margaritalondono.com http://blogs.elespectador.com/sisifus