Duele saber que a estas alturas de la vida aún muchos creen que están en el siglo XVIII y el tratamiento que dan a compatriotas negros, sea igual o peor que en épocas muy lejanas.
Todavía hoy la participación en cargos públicos es casi nula. El abandono de las tierras donde habitan es por parte del Estado una vergüenza ya que servicios como salud, educación, agua, luz, alcantarilladoe se puede decir no existe para la gran mayoría.
Al parecer los negros son tratados como de tercera, todo tiene que ser mendigado y viven en condiciones precarias.
Hoy los gobiernos hace alaraca porque nombraron ministro negro como si fuera gran cosa.
Sus condiciones y abandono desde hace mucho tiempo exigen que no sea uno sino por lo menos la mitad del gabinete para iniciar un proceso de perdón y recuperación de su dignidad. Sería lo mínimo.
Para nada son tenidos en cuenta. Pareciera no existieran pero la realidad es otra. Chocó como toda la región pacífica son protagonistas principales pero en situación precaria por abandono estatal.
Buenaventura como la región pacífica de Nariño, Tumaco, convertida en tierras de violencia y abandono total.
Su desarrollo nulo, sus jóvenes sin mañana, sus ancianos a su suerte pasando todas las necesidades, sus mujeres luchando por subsistir con sus familias sin futuro.
Tierras llenas de riqueza pero a la deriva donde los grupos armados imponen su propia ley, como si fuera tierra de nadie.
En las ciudades la indiferencia hacia ellos es total y muchos los consideran esclavos, como si el tiempo se hubiera detenido en las peores épocas de su explotación e irrespeto.
Discriminados, rechazados e incluso desplazados. Hay que ver lo difícil que les toca hasta para poder lograr les arrienden donde vivir en ciudades como Bogotá.
Da grima y verguenza que se les trate de esa manera por personas y familias que se creen feudales. Es un problema social muy grande que hay que corregir ya que son casi el 11% de la población según el DANE. Lo peor es que no se ve realmente una política de estado seria al respecto. Parece como si los gobiernos estuvieran dando limosna a un pueblo sufrido, sacrificado, que de una y mil maneras han ayudado a construir país.
Colombia está en deuda con los afrodescendientes y ellos, los afros al igual que nosotros, también tienen alma.
@ljosevivero
