La bochornosa salida del embajador colombiano en Perú, la veeduría al proceso contra Uribe, el presunto regalo de bodas del Procurador, la renuncia que no fue renuncia de Viviane Morales, y una terna a la que Samper no es ajeno son algunos de los temas de las siguientes líneas.
Visbal Martelo, otra mancha en la diplomacia en Canadá y Perú
La orden de captura contra el expresidente de Fedegán Jorge Visbal Martelo, muestra como ni siquiera la representación diplomática estuvo exenta de cuestionamientos fundados, ahora de carácter penal por imputaciones de parapolítica y paraempresariado, como lo denunciamos junto con otros defensores de derechos humanos de inmigrantes durante mi exilio en Canadá, en el semanario latino de Vancouver, llamado El Milenio, así como en Radio Canadá Internacional, cuando aquel fuera embajador del gobierno Uribe ante este país, generando nítidas distorsiones en la política migratoria de Canadá.
Una nueva tipología migratoria de protegidos se introdujo a este país consistente en una horda de desmovilizados de las autodefensas y sus familiares con grandes cantidades de dinero. Algunos de ellos se asentaron como empresarios boyantes en Canadá, cerrándole el paso a las reales víctimas del conflicto armado colombiano, en el entendido de que tal país cuenta, como se sabe, con un número muy limitado de cupos, definido principalmente por el gobierno federal, para personas protegidas procedentes de Colombia.
La presencia de Visbal Martelo como diplomático en Perú impacta negativamente las relaciones diplomáticas no solo con este país, sino con la región andina misma, especialmente aquellas más traumáticas y sensibles con países como el Ecuador, Bolivia, y Venezuela donde el temor de la infiltración paramilitar deja de ser una mera sospecha para entrar en los terrenos de la investigación judicial, respaldada con versiones de desmovilizados dirigentes de las AUC como Mancuso.
¿Regalo de Bodas del Procurador a Roy Barreras?
Gloria Elena Arizabaleta, según fuentes, habría sido nombrada en un alto cargo en la Procuraduría General de la Nación, después de su reciente boda con el senador Roy Barreras. De ser así, ¿no sería esta, empero, razón suficiente para no vincularse al órgano de control por su relación directa con el nominador? Esta misma caleña había sido rechazada como subdirectora de Caprecom por no cumplir con los requisitos exigidos; sin embargo, fue contratada por tal entidad.
Viviane Morales no renunció, la renunciaron
La no inclusión de la controvertida exfiscal Viviane Morales en la nueva terna para llenar la vacante dejada por la nulidad de su elección, ni su designación como es costumbre en un cargo diplomático, deja claro que ella no produjo su renuncia como un acto voluntario y espontáneo, sino como una solicitud velada del propio Gobierno Nacional, experto en enviar estas señales de humo para evitar controversias públicas.
Terna para Fiscal
El tema de fondo, plato fuerte para la selección de Fiscal General, serán ahora más las calidades éticas e independencia política de los ternados que las virtudes académicas o profesionales. A efecto de superar la crisis en la justicia criminal, respecto de los fundados reparos frente a su carácter “selectivo” e impunidad que se le endilgan tanto a la predecesora Viviane Morales, quien ciertamente no se los inventó, pero que alimentó –con la “ayuda” del fiscal en la sombra, Carlos A. Lucio-. Lo que si es claro, es no podemos volver a dejar la Fiscalía en manos de Samper, y mucho menos de Uribe.
¿Será conveniente cambiar de sede la Contraloría? El cura predica pero…
A propósito del anunciado cambio de sede de la Contraloría General de la República, no resulta claro que esté soportado en estudios de conveniencia, oportunidad y necesidad sólidos. La entidad es la llamada a exigir austeridad en el manejo del recurso público, máxime cuando tal operación demandaría varios cientos de miles de pesos, que salen del bolsillo de todos(as) los(as) colombianos(as). Tal decisión debería contar con un debate previo y el visto bueno público tanto del Gobierno Nacional, como de la Auditoría General de la República, pues es una decisión mayor que define por vía del ejemplo una política frente al servicio público. Es la entidad rectora del control fiscal nacional la que se ha arrogado, de manera inconsulta tal determinación por sí y ante sí. El que tal decisión sea legal no significa que sea ejemplar. No basta que sea legal, si así lo fuere.
La actual imponente sede de la Contraloría cuenta con 27 pisos, y 3 sótanos, y amplias aéreas subutilizadas, y como se recordará fue premio nacional de arquitectura, se halla en una zona céntrica, cerca a buen número de ministerios, frente a la estación de Transmilenio -por la que aún no han respondido fiscalmente los contratistas Álvaro Dávila, Emilio Tapia, y Julio Gómez, y otros solo parcialmente, léase los Nule- y en un área donde se desarrolla el prometedor plan centro.
Además existen dos instalaciones cercanas a la sede actual de la Contraloría General que tendrían problemas como son la de la carrera 10 con calle 19, y el Auditorio Crisanto Luque, a los que se les acaba de invertir miles de millones de pesos. ¡Salir a pagar arriendo cuando se cuenta con sede propia no parece dar cuenta de la austeridad que por vía de ejemplo clama el país como un todo y esperaría ante todo de la Contraloría General de la República…!
