Ya es hora de la tregua bilateral

Los acuerdos de La Habana entre el Gobierno y las Farc avanzan por buen camino y todo parece indicar que el próximo semestre estaríamos en campaña refrendando los acuerdos mediante el plebiscito. Si la tregua unilateral decretada por las Farc está funcionando, el desminado avanza hasta los estados amigos empezando por los americanos  y europeos. Ellos nos están apoyando y la sociedad colombiana está inclinada cada día más a favor de la paz, por lo que serán necesarios unos pasos más concretos y unas medidas más coherentes. Lo primero es la moderación del lenguaje de los altos funcionarios del Estado pues algunos parecen más enemigos acérrimos del proceso que críticos de sus contenidos. Todos sabemos que los países pertenecientes a la Organización de Naciones Unidas (ONU) acordaron ser garantes y verificadores y eso es reconfortante. Entonces, ¿por qué no dar el paso a la tregua bilateral para que las comisiones internacionales inicien con seguridad y garantía  su  ardua tarea  de  verificar y vigilar el cumplimento de lo que se va pactando por las partes? Además, se genera confianza en general por el mensaje de optimismo y advertencia Todos debemos tener fe en que los acuerdos están enmarcados en la Constitución Nacional y en las leyes y los tratados internacionales. Las que hacen  falta se están debatiendo y aprobando en el Congreso con la vigilancia de la Corte. También se espera que la ONU actúe conforme a su constitución y funciones. En estos días, a propósito  de la terna para escoger al Fiscal General y la composición del gabinete, se ha armado tremendo bochinche en los partidos políticos de la Unidad Nacional y de la izquierda. El debate de verdad no es por la composición del mismo sino por lo que ya es una preocupación principalmente en los liberales, la U , el Polo y los verdes: La campaña presidencial por suceder a Santos en el 2018.  Cambio Radical tiene al señor vicepresidente, el Centro Democrático al que señale Uribe, los conservadores a Martha Lucía y a Ordoñez y, quizás, a Cárdenas. Los liberales están ausentes de líderes de peso y la izquierda en mar de confusiones lo que los lleva a actuar con precipitación y poca coherencia. ¡Pero tranquilos! En el camino se van arreglando las cargas y próximamente se escogerán los que realmente son en los partidos. Por ahora, sigamos con la paz que nos conviene a todos, y bueno, ¡ojalá continúe rápido lo de los ‘elenos’!