Vaya carrera que brindó el Gran Premio de Hungría. Ambientada por muchos factores como la lluvia, varios accidentes y diversas estrategias de los pilotos que tuvieron oportunidad de ganar, a la postre muchos, hicieron de Hungaroring un espectáculo de esos que no abundan en la actual temporada de Fórmula 1.
Nico Rosberg respondió a su favoritismo en la largada y enseguida sacó una luz de ventaja sobre sus perseguidores, Valtteri Bottas y Sebastian Vettel, que quedaron a más de siete segundos de diferencia en pocas vueltas. Sin embargo, la lluvia mantuvo a todos los pilotos expectantes por una pista que se presentaba medio seca y medio húmeda. Un espectacular choque de Marcus Ericsson en su Caterham provocó la salida del Safety Car y todos los autos en pista salieron a buscar neumáticos de piso seco, salvo por los McLaren.
Arriesgada apuesta de Jenson Button y Kevin Magnussen que al relanzamiento de la carrera aprovecharon y ganaron posiciones. Button, dos veces ganador en Budapest, tomó el liderato pero fue de manera efímera porque al momento que se anunció al menos treinta minutos sin lluvia, debió regresar a pits y sus lugares en el reordenamiento se cayeron. Lo mismo le sucedió a su compañero danés.
Turno de asumir el liderato para un auténtico candidato. Daniel Ricciardo tomó la posta con intenciones de llevarse el gran premio, así como lo hizo en Canadá donde cortó la hegemonía de Mercedes. Pero las emociones no estaban en la punta sino más atrás, donde Rosberg tuvo problemas con los frenos y en sus retrovisores dos campeones mundiales: Vettel y Lewis Hamilton. El otro Mercedes se recuperó luego de largar 21° y se metió en la pelea grande.
Delante de ellos el Toro Rosso de Vergne retrasó el contraataque de los autos Mercedes, mientras que Ricciardo con parada en pits resignó el liderato pensando en el triunfo final. También se detuvieron los autos Williams, que pasaron de ser candidatos a ser obstáculos de los demás con una equivocada estrategia. El mexicano Sergio Pérez con su Force India se golpeó en la entrada de la curva uno y obligó a una nueva salida del auto de seguridad.
Y de golpe, el favorito pasó a ser alguien que nadie tenía en los planes previos. Fernando Alonso con Ferrari se encontraron con una posibilidad inmensa de una victoria y por eso el español fabricó una estrategia que lo pusiera en condiciones de triunfo. Mientras atrás se venía el piloto más aguerrido que supo tener Hungaroring esta jornada: Lewis Hamilton. Un despiste de Sebastian Vettel permitió al inglés sacarse el problema del camino e ir a por la victoria. Además, de manera inaudita el equipo de trabajo de Rosberg lo mandó a pits resignando sus chances de ganar un nuevo premio en la temporada que lidera.
Estrategia por montones y a falta de diez vueltas un panorama inigualable. Alonso primero, sin auto equivalente a sus competidores, pero con una actitud extraordinaria para aguantar a Hamilton, fantástico que avanzó veinte posiciones para estar segundo y con gran posibilidad de triunfo. Y detrás, el australiano Daniel Ricciardo, con el mejor auto y la posibilidad latente de ganar el segundo gran premio de su historia.
Con un español vulnerable adelante, Hamilton y Ricciardo se enfrascaron en una lucha que sabían les podía dar la victoria. En una acción que quedará para la historia, el australiano superó al Mercedes del británico bloqueando los neumáticos en una curva pero luego superando a su rival. Ahora en su horizonte estaba Alonso, desahuciado y que sufría cada segundo previo al final.
Ricciardo, a lo campeón aunque no sea su temporada, superó sin inconvenientes a Alonso y se fue rumbo a una victoria épica. Pero el seguro triunfo del Red Bull no fue el último espectáculo de una carrera memorable, porque Hamilton y Alonso empezaron a luchar, con Rosberg en sus retrovisores.
Últimas tres vueltas fantásticas en las que Daniel Ricciardo ganó con merecida justicia, pero también emotivo segundo puesto del español que aguantó a los coches Mercedes que también lucharon entre ellos pero en el que Hamilton ganó la pulseada mientras que Rosberg se conformó con un cuarto lugar que le amplia las expectativas en el campeonato ¡Bravo Hungría!
Gráfica tomada de: Diario AS
Gráfica tomada de: Diario AS
