A pesar de las buenas intenciones del Papa Francisco porque la Iglesia Católica sea más incluyente con las parejas del mismo sexo, tema que será tratado en el próximo Sínodo o reunión de todos los obispos del mundo, en Colombia la Iglesia cada vez se distancia más de la comunidad Lgbti.
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De un lado, la Iglesia asegura que no hay exclusión de las parejas gay, y por otro, la comunidad Lgbti expone a grito entero que se siente estigmatiza por parte de los jerarcas eclesiásticos.
Kienyke.com habló con el vocero de la Arquidiócesis de Bogotá, el padre Efraín Mejía Gallego, quien indicó que la Iglesia Católica no ha excluido o discriminado a la comunidad Lgbti, sino lo que ha buscado es la orientación de estas personas.
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“La Iglesia acoge a las personas para guiarlas hacia la verdad. La Iglesia nunca ha rechazado a alguna persona por su condición social, por su color, o por ninguna otra cosa. Más bien son las personas que se dejan llevar por estas tendencias y son ellas las que se separan. No hay ninguna institución que trabaje más con personas que buscan esa relación con personas del mismo sexo que la misma Iglesia. Tenemos unos programas donde se les muestra el camino, la luz y la verdad para llegar a Jesucristo, la Iglesia siempre los ha incluido”, dijo el sacerdote.
Según Mejía Gallego, “lo que no puede hacer la Iglesia es que la persona que esté en un error, por quedar bien, lo siga apoyando y diciendo que eso está muy bien. Si una persona nació hombre o mujer, esa es la condición que Dios le quiso dar, y esa persona no se puede ir contra Dios diciendo que no quería ser hombre o mujer, y se vivirá con plenitud de acuerdo con esa naturaleza. Si me salgo de esa naturaleza, difícilmente voy a ser feliz”.
Sin embargo, lo que indignó más a los representantes de la comunidad Lgbti fue la comparación que hizo el vocero de la Arquidiócesis de las parejas del mismo sexo.
“Lo voy a dar como un ejemplo, aunque no me quiero burlar de nadie, pero eso es como si yo tengo un mico en mi casa y quisiera volar como un pájaro. Yo no puedo seguir empecinado en el error del mico y hacerle creer que es un pájaro, y yo lo que tengo que hacer es orientar ese mico, educarlo para que el entienda que es un mico, y viva su vida a plenitud siendo un mico. Son ellos mismos los que a veces, en medio de su afán para que les aprueben no sé cuántas cosas, se hacen sentir víctimas”, dijo.
[soundcloud id='181248783']
Por su parte, la líder de Católicas por el Derecho a Decidir, Sandra Mazo, aseguró que por esos comentarios y manifestaciones de los jerarcas católicos, la comunidad Lgbti se siente discriminada y estigmatizada.
“La población LGBTI ha estado excluida y estigmatizada por parte de la jerarquía de la Iglesia Católica, precisamente por el mismo irrespeto que han expresado frente a las decisiones individuales con respecto a la sexualidad de las personas. Pero nos parece que lo que está planteando el Papa es interesante, pues está abriendo el debate y generando procesos de respeto”, dijo
Según dijo Sandra Mazo, “muchas personas de fe por su inclinación sexual, les ha tocado manejar un discurso y una actitud doble para poder vivir su religiosidad para la comunión, la confesión. Les ha tocado ocultar su condición sexual para poder acceder a esos servicios, lo que los enfrenta a esa doble moral que está imponiendo la Iglesia, pues no se pueden expresar para vivir abiertamente su religiosidad”.
Incluso, la vocera de Católicas por el Derecho a Decidir manifestó que varias personas se han aislado de estas prácticas que hacen parte de la ritualidad católica, o los han excluido.
Según Mejía Gallego, “lo que no puede hacer la Iglesia es que la persona que esté en un error, por quedar bien, lo siga apoyando y diciendo que eso está muy bien. Si una persona nació hombre o mujer, esa es la condición que Dios le quiso dar, y esa persona no se puede ir contra Dios diciendo que no quería ser hombre o mujer, y se vivirá con plenitud de acuerdo con esa naturaleza. Si me salgo de esa naturaleza, difícilmente voy a ser feliz”.
Sin embargo, lo que indignó más a los representantes de la comunidad Lgbti fue la comparación que hizo el vocero de la Arquidiócesis de las parejas del mismo sexo.
“Lo voy a dar como un ejemplo, aunque no me quiero burlar de nadie, pero eso es como si yo tengo un mico en mi casa y quisiera volar como un pájaro. Yo no puedo seguir empecinado en el error del mico y hacerle creer que es un pájaro, y yo lo que tengo que hacer es orientar ese mico, educarlo para que el entienda que es un mico, y viva su vida a plenitud siendo un mico. Son ellos mismos los que a veces, en medio de su afán para que les aprueben no sé cuántas cosas, se hacen sentir víctimas”, dijo.
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Por su parte, la líder de Católicas por el Derecho a Decidir, Sandra Mazo, aseguró que por esos comentarios y manifestaciones de los jerarcas católicos, la comunidad Lgbti se siente discriminada y estigmatizada.
“La población LGBTI ha estado excluida y estigmatizada por parte de la jerarquía de la Iglesia Católica, precisamente por el mismo irrespeto que han expresado frente a las decisiones individuales con respecto a la sexualidad de las personas. Pero nos parece que lo que está planteando el Papa es interesante, pues está abriendo el debate y generando procesos de respeto”, dijo
Según dijo Sandra Mazo, “muchas personas de fe por su inclinación sexual, les ha tocado manejar un discurso y una actitud doble para poder vivir su religiosidad para la comunión, la confesión. Les ha tocado ocultar su condición sexual para poder acceder a esos servicios, lo que los enfrenta a esa doble moral que está imponiendo la Iglesia, pues no se pueden expresar para vivir abiertamente su religiosidad”.
Incluso, la vocera de Católicas por el Derecho a Decidir manifestó que varias personas se han aislado de estas prácticas que hacen parte de la ritualidad católica, o los han excluido.
