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El rey Barule, la historia del primer libertador del Chocó

Esta es la historia de Barule, el esclavo que llevó a su gente a conformar el primer pueblo libre del Chocó.
Barule, la historia del rey del Palenque de Tadó
cronica

Bien es sabido que la historia no es siempre amable con sus protagonistas, incluso cuando estos formaron parte importante de la historia del territorio o incluso de una gesta histórica que llevó a mejorar las condiciones de toda una población, como es el caso del protagonista de hoy. El gran rey Barule, probablemente uno de los primeros libertadores colombianos, quien llevó a cabo la primera insurrección afro exitosa en el Pacífico del país. 

Su historia es bastante similar a la de Benkos Biojó, el histórico rey de San Basilio de Palenque. Sin embargo, su reconocimiento es mucho menor por fuera del Chocó y recuperarlo hace parte de los esfuerzos por rescatar y dignificar la historia afrocolombiana.

Proveniente de África, se dice que Barule hizo parte de un embarque de esclavos que estuvo un tiempo en Jamaica antes de llegar al territorio americano. De acuerdo con una investigación de Bernardo Leal, mágister en historia de la Universidad Nacional y doctor en Antropología de la Universidad de los Andes, este paso previo marcó un antes y un después en la historia de Barule por las rebeliones cimarronas que ya se habían dado en aquella isla.

La historia del Palenque de Tadó, uno de los primeros pueblos libres de Colombia
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Banrepcultural

El paso por Jamaica de Barule y sus hombres llega a ser tremendamente crucial en su actitud de rebelión, puesto que hay que recordar que en dicho territorio se dio la Primera Guerra Cimarrona con la insurrección de los pueblos esclavos frente a la corona británica. Además, de dotarlos con el manejo del inglés, lengua desconocida para los colonos españoles en el Chocó y que se terminaría convirtiendo en una especie de código entre esclavos.  

Cuando los esclavos llegaron a este territorio, entonces dividido en las provincias de Nóvita y Citará, reemplazaron en gran parte la mano de obra indígena por sus características físicas. Cabe recordar que este territorio es tremendamente rico en oro y platino, y desde aquella época se asentaron en este lugar grandes enclaves mineros administrados por españoles.

Sin embargo, por la espesa selva, las enfermedades y el inclemente clima, este no era un territorio atractivo para ser habitable por españoles de la alta sociedad, por lo que los trabajadores y otros españoles presentes en el lugar se dedicaban casi en un 100% a la explotación. Algo que explica, entre otras cosas, el hecho de que los esclavos recibieran un trato especialmente violento y degradante.

Vea la historia de Barule, el rey del Chocó:

Entre latigazos, golpizas, regímenes de hambre y violaciones de las mujeres, Barule y demás esclavos eran torturados para que trabajaran largas jornadas buscando el oro que luego iba a parar en ciudades como Cali o Popayán, desde donde también se centralizada el comercio de esclavos. De igual manera, eran obligados a trabajar en agricultura. 

De acuerdo con algunas investigaciones, algunos esclavos que se cansaban de la labor en las minas y los maltratos, escapaban río abajo y terminaban fundando pequeñas poblaciones sobre las orillas del Atrato y otros ríos. Formas de organización que de hecho explican la organización actual de las comunidades del Atrato.

La rebelión del Rey Barule

El que Barule y sus hombres cercanos supieran inglés, marcaba una ventaja para los cimarrones. Lo que es más, se dice que mientras trabajaban en la mina y en sus otras labores, Barule cantaba una canción que traducida al español diría: “Matar a los blancos bueno es, luego Chocó acabará”

Y así fue, al final todo el maltrato condujo a los esclavos a “encimarronarse”. Cerca de 40 hombres acompañaron la primera revuelta, encabezada por Barule y otros líderes esclavos como Bernabé Mina, José Nongo, Nicolás Nanga y Marcos Chalá. Al menos 14 hombres blancos habrían muerto en este primer movimiento, al que se unieron más de tres mil hombres esclavos de otros enclaves mineros.

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De acuerdo con la investigación de Bernardo Leal, el 19 de febrero de 1728 dos hombres de la iglesia que habían sobrevivido al ataque y lograron escapar a Nóvita, informaron de lo sucedido al entonces teniente-gobernador Julián de Tres Palacios Mier. La información indicaba que tras su triunfo, los esclavos habían nombrado como gran rey a Barule: el rey del Palenque de Tadó

La historia del Rey Barule
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Un reino con su propia organización y completamente libre, aunque corto ya que en marzo Tres Palacios Mier informaba la caída de la rebelión. Irónicamente, no fue necesario enviar un destacamento para ese fin (aunque mineros y demás españoles se preparaban para el combate), ya que el gobernador habría aplicado una estrategia basada en el homicidio de los líderes y para ello contó con el apoyo de varios esclavos fieles a la corona, que partiendo de la religión no dudaron en traicionar la causa. 

Barule y sus hombres cercanos terminan fusilados por Tres Palacios Mier, aunque sin mucho espectáculo para evitar nuevos levantamientos. Luego de eso, los españoles ordenaron crear en estos enclaves mineros guarniciones militares de pocos hombres para poder enfrentar un posible alzamiento y de hecho, según Bernal, también hubo casos de decomiso de posibles armas como espadas, chuzos, lanzas, pólvora, entre otros. 

Según el investigador, en los años siguientes las luchas cimarronas nunca volvieron a ser tan radicales, en parte por el tema religioso y la enorme población criolla, que orientaron la lucha más hacia el tema de la liberación legal de los esclavos y la posibilidad de algunas libertades como tener familia. Sin embargo, es indudable la importancia de Barule para que esos temas fuesen abordados y su rol histórico en la libertad de los pueblos afro en Colombia.