La Macarena: el refugio que se transformó en turismo


Hablar de La Macarena sin mencionar a su gente es como no hablar de este municipio. La hospitalidad de este territorio es inigualable. La calidad de las personas que habitan allí no tiene comparación, son serviciales, amables, gentiles, pero, sobre todo, te hacen sentir en casa.
El orgullo de su gente por esta tierra es algo inexplicable, transmiten, viven, sienten, comen y respiran La Macarena. Su música, su cultura, su manera de expresarse y de comunicar lo que para ellos significa este municipio es un verdadero deleite.
El joropo es su género insignia, ver a niños desde los 5 años bailando con tanta pasión, zapateando con fuerza y demostrando su talento en cualquier escenario es solo una muestra del amor por esta danza tradicional de las llanuras de Colombia.
En el proceso de transformación, el gobierno departamental del Meta ha fortalecido las competencias de los prestadores de servicios turísticos, con el propósito de consolidar la calidad y competitividad de este destino. En total, 72 personas de la cadena de valor del turismo han sido capacitados, entre ellos representantes del transporte fluvial, agencias operadoras, guías profesionales, estudiantes del colegio Amigos del Turismo y comerciantes de la región.
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Nuestro primer destino: Mirador Cristalitos, una ventana natural a la Sierra de La Macarena
Este destino no solo ofrece una vista panorámica de la Sierra de La Macarena, el río Guayabero y los Llanos Orientales, sino que también fortalece la economía local al beneficiar directamente a cinco familias que trabajan en actividades de conservación y turismo comunitario.
El recorrido hacia este escenario incluye la travesía por el río Guayabero, un trayecto que ofrece a los viajeros la oportunidad de disfrutar del avistamiento de fauna y flora exuberante en su entorno natural.
Los turistas podrán conocer de cerca la iniciativa de conservación de tortugas terecay, participar en un recorrido de mitos y leyendas en la finca La Vellousea y vivir una experiencia cercana con el territorio y sus comunidades.
Pero la música no se puede quedar atrás, el parrando llanero es una expresión auténtica de la identidad cultural de los Llanos, aquí confluye el canto, el baile, la poesía improvisada y la fuerza de la música llanera interpretada con arpa, cuatro, maracas y actualmente bajo. Esta tradición reúne a la comunidad alrededor de la música y la palabra y simboliza la alegría del llano, la oralidad campesina y la transmisión de saberes de generación en generación.
El día soñado llegó: entramos a Caño Cristales, el lugar donde comienza la magia
Caño Cristales es conocido como el río de los cinco colores gracias a la planta acuática macarenia clavigera, que tiñe sus aguas de rojo, verde, amarillo, azul y negro. En este mismo lugar se encuentran rocas de hace más de 1.200 millones de años.
Este tesoro natural está ubicado dentro de un área protegida por Parques Nacionales, donde confluyen tres ecosistemas esenciales: la Amazonía, la región Andina y la Orinoquía. La unión de estos escenarios convierte a Caño Cristales en un lugar excepcional en el planeta, admirado tanto por su espectacular belleza como por su relevancia ecológica.
Gracias a esto, cada vez más turistas internacionales lo incluyen en su lista de destinos obligados al recorrer Colombia, fortaleciendo la imagen del país como referente mundial en turismo de naturaleza y aventura.
Un atractivo adicional es la presencia de la flor endémica Vellousea, que en esta época se encuentra en floración. Cada noviembre, la comunidad celebra el Festival de la Vellousea, un homenaje a esta especie única de la región.
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La transformación de La Macarena
Y aunque este municipio estuvo marcado por la violencia en el pasado, hoy más de 5.000 hombres de las Fuerzas Militares refuerzan la seguridad de cada rincón garantizando la tranquilidad de quienes visitan este territorio.
En el 2010 este mismo lugar fue testigo de la operación que acabó con la vida de Víctor Suárez, alias el ‘Mono Jojoy’. Desde entonces, los operativos por reconstruir este espacio y resignificar el nombre de La Macarena no han parado. Su misión es clara: proteger a la población civil y a los recursos naturales.
Quienes hacían parte de la ilegalidad ahora trabajan por su pueblo y le apuestan al turismo, al desarrollo y a la paz.
El turismo se ha vuelto el eje central de La Macarena.
La importancia de los más jóvenes en el desarrollo de La Macarena
La gran apuesta de esta región está en sus niños, quienes desde muy pequeños se involucran en actividades que impulsan el significado de esta tierra. El avistamiento de aves es una de ellas, la conservación del medio ambiente, la atención a los turistas, el aprender idiomas y el defender su territorio los inspira todos los días.
No hay mucho más por decir, esta joya escondida del turismo es un lugar de paz y tranquilidad que está lista para recibir a más de 10.000 turistas en 2025.
Vea el especial completo a continuación:

El Tapete en Caño Cristales, en La Macarena, Meta.





