Alejandro Gaviria entre la ciencia, el arte y la política

Jue, 11/02/2021 - 13:29
Frente a la pregunta de si tiene aspiraciones presidenciales, Gaviria contestó: “Si me pregunta en este momento, no". Entrevista realizada para KienyKe.com por el periodista y editor Jhon Jairo Armesto.

Jhon Jairo Armesto Tren interrogó al exministro, hoy rector de la Universidad de los Andes, sobre su vida de crecimiento personal, la superación de situaciones difíciles en su vida como el cáncer y las realizaciones más importantes durante su gestión al frente de tal centro académico.

JJAT: En sus propias palabras, cómo define quién es Alejandro Gaviria y cuál es su perfil profesional, académico y personal.

AG: "Definirla en pocas palabras…Puedo darle dos tipos de definiciones: dijéramos biografía. Yo he sido una persona, que ha tratado en su vida académica como estudiante, como profesor y como funcionario de conjugar los tipos de momentos. Por un lado, los conocimientos técnicos y la solución de problemas, pero no quedarse ahí sino tener una visión más general del humanista.

Siempre he estado como en esa tormenta entre las artes y la ciencia, la democracia, pero también las humanidades ¿Qué más le puedo decir? Que he pasado una parte increíble de mi vida entre el sector público y la academia, moviéndome de un lado al otro. Y desde el punto de vista personal, lo que he aprendido en los últimos años después de haber pasado por una enfermedad fuerte. Sufrí ciertos embates, dificultades y siempre tuve esa intención, si se quiere, de celebrar la vida.

JJAT: El país ha seguido a través de los medios de comunicación todo ese trasegar que ha tenido, sobre todo como usted vive con dignidad, sigue trabajando y supera esta enfermedad. En este orden de ideas, ¿Cómo cree que ha cambiado la Universidad de los Andes desde que usted llegó a la rectoría? ¿Por qué aceptar el reto de ser director de una de las universidades privadas más importantes de Colombia?

AG: "Yo había sido decano de la Facultad de Economía, conocía de algún modo la universidad. Mi mundo de alguna manera ha estado ligado a la academia, yo estudié un doctorado. He creído en el papel del conocimiento, la creación, la ciencia, las artes en la sociedad. Cuando salí del ministerio en el año 2018, yo tenía, se lo confieso muchas ambiciones personales, estaba dispuesto, lo digo así entre comillas a “reciclarme” en cualquier parte, también desde un ámbito más estrecho. Surgió esta oportunidad, digo que ha sido muy interesante.

Yo no puedo decir todavía, llevo muy poco tiempo, para hablar de una transformación sustancial. Lo que he tratado de hacer y lo que seguiré tratando de hacer es acercar un poquito más la universidad a la sociedad, tener un diálogo al interior de la comunidad académica, lo que significa impacto; ampliar ciertas formas de que la Universidad se relaciona con la sociedad; poner un énfasis en la diversidad socio-económica, la necesidad de que su Universidad, su Biblioteca -que la estamos abriendo al público- y sus áreas de investigación estén más conectadas con la sociedad para que tenga un impacto mayor.

Ahí ha estado como ese énfasis y hay otro que no he dado: el papel del conocimiento y la academia en este momento de la humanidad. Ahora en la pandemia, y un poco antes los temas de sostenibilidad, la crisis climática, la crisis de biodiversidad; cómo llevar la conversación de la comunidad académica hacia esos temas que van a definir, y puedo sonar grandilocuente, pero que van a definir el futuro de la humanidad".

Alejandro Gaviria

JJAT: Ahora hablemos del tema de su nuevo libro que aborda un poco el tema de las distopías de Aldoux Huxley, del mundo feliz y que es un tema interesante y también muy polémico. Para usted, volviendo a la parte universitaria y personal, ¿Cuál considera su mayor triunfo, el que usted diga que es el más valioso de su vida profesional y personal?

AG: De mi vida profesional, si quisiera citar uno solo sonaría muy modesto, pero cuando yo entré al ministerio en el año 2012, el sistema de salud de Colombia estaba en una quiebra definitiva, estaba a punto de desaparecer y yo creo que si pudiera definir uno solo, lo pondría así entre comillas: “haber logrado salvar el sistema de salud de Colombia”. Aunque tiene muchas fallas y podría señalar todas sus problemáticas aquí y allá, pero una sociedad en la cuál colapse el sistema de salud, es una sociedad que podrá entrar en una situación insoportable, incluso, restarles legitimidad a las instituciones democráticas.

Tuve que trabajar duro, con muchas medidas, con un conjunto de medidas, con una visión de haber logrado cierto consenso al interior de ciertos sectores políticos como del sector privado para que Colombia no se quedara sin sistema de salud.

Ese es el logro profesional, de las cosas que he intentado hacer más importantes. Los otros logros, los que uno pudiera poner un escalón por debajo tiene que ver con la participación en el debate público. Fui columnista del periódico El Espectador por ocho años, he escrito algunos libros y he llevado más que ideas, yo creo que una forma de entender la importancia del debate público basada en mi convicción de la importancia de la deliberación, la importancia del respeto, la tolerancia, de tener un diálogo basado en la inteligencia, de no decir mentiras, porque hoy la controversia política está llena de mentiras, esta llena de falsas verdades, está llena de oportunismo; yo he tratado de estar por encima de eso y dar ejemplo de lo que podría ser, digámoslo así, un diálogo democrático llamémoslo civilizado.

JJAT: ¿Cuál ha sido el mayor desacierto que haya tenido en su vida personal o profesional?

AG: Todos tenemos frustraciones, ¿no? Yo quisiera hacer una lista pequeña de cosas que a veces cuando en la noche tenemos ese diálogo con la consciencia aparecen: no haber pasado más tiempo con mis hijos, es un tema que me preocupa a veces, haber estado ensimismado por tanto tiempo y no haber dedicado más tiempo a los hijos, sobre todo en momentos claves, a pesar que tengo una relación cercana con ellos.

En la vida personal también, bueno el tema del afecto en las relaciones familiares, yo creo que en eso si puede ser un poco mejor, no lo relacionaría con un gran fracaso, pero si como un tema que cuando uno toma conversa con la consciencia está ahí.

A mí como ministro me quedaron algunas frustraciones en algunos temas. Uno muy importante que me tocó muy difícil donde tratamos de hacer lo mejor posible pero las cosas no salieron bien fue este tema de la liquidación de Saludcoop. Ese tema es muy complejo. Profesionalmente como académico me hubiera gustado haber publicado algunos artículos que he dejado de publicar, yo tenía una producción académica importante hace diez años y por muchas razones no he podido hacerlo con la misma agilidad que lo estaba haciendo o que he dejado de publicar por lo menos en términos académicos. Yo no sé si es un fracaso, pero es algo de frustración. Esos son los que se me ocurren ahora".

Escuche aquí la entrevista al Rector de la Universidad de los Andes Alejandro Gaviria:

“A mí no me gustan los nacionalismos, se lo digo personalmente, me parecen una enfermedad”, Alejandro Gaviria. 

JJAT: En síntesis, cosas humanas que no dejan de tener solución porque su esposa y sus hijos saben que clase de persona es usted, qué clase de padre tienen y que clase de ejemplo tienen; en lo académico sus obras muy seguramente muchos estarán interesados en compilarla y dejar ese pensamiento para que quede para las próximas generaciones, porque leerlo es interesante…

AG: Muchas gracias Jhon. Yo nunca he tenido en mi vida algo como la trascendencia, incluso soy muy existencial. He creído siempre que el olvido hace parte de la vida. Pero igual pienso que en algunos años, cuando ya no este aquí esos libritos hayan quedado por ahí y que algún nieto o algún hijo lo vuelva a leer y que haga reflexiones sobre lo que yo reflexionaba en estos momentos sobre lo que me tocó vivir, sobre estas etapas. Es valioso porque ahí queda algo, porque es una visión del mundo que aún no he logrado articular de una manera satisfactoria.

JJAT: Interesante ese punto porque hay un eje transversal para esta pregunta un poco más científica sobre su obra. Háblenos un poco de su novela que usted tuvo el reto y lo logró de escribir durante la pandemia en la etapa más dura del encierro el primer semestre del año pasado. Usted aprovechó el tiempo de trabajar además de estar pendiente de su familia. Mucha gente prometió aprender idiomas y bajar de peso y obviamente eso no sucedió, otros nos quedamos bajos de peso para siempre…

AG: (Risas) Yo también por la enfermedad me quedé bajo de peso para siempre.

JJAT: Retomando el punto de la transcendencia: ¿usted cree en el transhumanismo? Es decir, en que a través de la ciencia en el reemplazo de las partes humanas o las modificaciones los seres humanos puedan llegar a algo cercano a la inmortalidad.

AG: El libro es un ensayo sobre otras obras, tiene algunos elementos que me gustan a mí de auto-ficción y tiene algunos sucesos ficcionales y digamos algunas aventuras hacia la ficción, pero es más un libro de no ficción. Respondiendo a su pregunta, yo si creo en el transhumanismo. No vamos a llegar a la inmortalidad, pero yo si creo en esa idea de ciencia ficción de que de alguna manera el ser humano va a crear quien lo va a suceder en el camino.

Ahora yo menciono en el libro estas formas un poco, cómo llamarlas, ilusorias del transhumanismo que dicen va a ser posible en algunos años, décadas tal vez una forma de Upload, de subir nuestros cerebros y conexiones neuronales a un computador y después con el tiempo usted podrá descargar en otro cerebro humano o en cualquier de consciencia así sea artificial.

De esa manera, lo que desaparecería para siempre con la muerte: nuestras conexiones, nuestra visión del mundo, nuestros recuerdos podrían permanecer sino por siempre, por siglos o milenios. Yo en eso soy un poco más escéptico, pero es una idea. Le voy a contar una anécdota chistosa. Cuando mi hijo Tomás estaba muy chiquito, tenía seis-siete años, decía cuando se iba a dormir que le daba “la cosa”. La cosa era como el miedo al abismo, el miedo a la nada, es decir cierro los ojos y creo que nunca voy a despertar y no puedo dormir con eso. Y la única manera en que pude calmarlo no fue apelando a la religión tradicional sino diciéndole “mire lo que puede pasar”. Y me preguntaba todo el tiempo, “¿cuándo van a inventar eso?”.

Eso me dio cierta tranquilidad y ya eso se le quitó. Pero yo sí creo que vamos a tener avances tecnológicos, de ingeniería humana y biomédica que van a cambiar por siempre al ser humano. Una conexión interesante entre lo que me pregunta, porque me gusta resaltar la conexión entre las cosas y sus partes, yo escribí este libro sobre el autor Aldous Huxley. La palabra transhumanismo, tal vez quien la usó por primera vez fue el hermano mayor de Aldous Huxley, Julián, biólogo, que fue tal vez quien inventó la palabra transhumanismo. Pues es un dato interesante ver como todo está conectado.

JJAT: Perdón que lo interrumpa rector, pero hay un punto que inevitablemente tiene referencia sobre esto y las implicaciones en la ética, la moral y la geopolítica. Yuval Harari, muy conocido hoy en día por los libros de Homo Deus y Homo Sapiens hablaba que los conflictos a nivel político ya no van a ser entre las concepciones entre derecha e izquierda con los matices que tenga en los diferentes contextos de Occidente -porque no es lo mismo en el mundo anglosajón que en mundo latino de nosotros-, sino entre globalistas y nacionalistas. Y muchas personas asocian estas tendencias de favorecer el transhumanismo y de posiciones como la suya en favor de un globalismo nocivo que vaya en contra de las identidades de los pueblos o del Estado-Nación concebido por la modernidad, por la Revolución Francesa y los procesos previos. ¿Esa confrontación para usted existe?

AG:  Sí. Yo creo que existe, yo creo que existe. Y existe en dos niveles. En uno que me parece muy interesante es el nivel sociológico y es que existe también como teorías de conspiración como un discurso que se está consolidando en todas partes del espectro político, sobre todo en la derecha. Ese ataque a ese hombre de paja que llaman el globalismo y que asocian con Bill Gates, con George Soros, aquí y allá, existe como una teoría de conspiración más. Y en ese sentido creo que está teniendo influencia sobre ciertos debates políticos.

Si uno va a Hungría, si uno va a Polonia, si uno mira las teorías de conspiración en Estados Unidos están alimentadas sobre ese supuesto miedo al globalismo que va a destruir las comunidades locales. Existen en ese sentido. Pero existen en un sentido mucho más profundo, más allá de estas teorías de conspiración y estas formas un poco extrañas de construcción de relatos políticos, yo creo que existe una tensión entre las dos cosas. Ahora, yo soy un poco más optimista al respecto Jhon. Yo creo que de hecho la globalización no ha llevado al menoscabo de los saberes locales, sino que los ha potencializado, les ha permitido conectarse con el mundo.

Yo tiendo a creer que las dos cosas son compatibles para la construcción de comunidades humanas. Hay problemas que requieren de acciones colectivas de escala global, que exigen que la humanidad actúe como una comunidad, pero eso no significa que eso vaya a destruir los saberes locales.

A mi no me gustan los nacionalismos, se lo digo personalmente, me parecen una enfermedad; yo creo que buena parte de los problemas geopolíticos, de guerras absurdas y de sufrimiento humano, de millones y millones de muertos innecesarios han venido de una confesión yo creo exacerbada de esos nacionalismos. Que la identidad que nos define y define que casi de manera única es simplemente lo local, el pertenecer a una comunidad. Y eso tal vez complementado por los temas religiosos. Yo creo que es importante tener un sentido de comunidad y lo local es importante sin duda.

JJAT: ¿O sea rector que usted estaría de acuerdo con ese nuevo enfoque de la diplomacia debe trascender a los estados nacionales, y que las ciudades y las regiones deben hacer diplomacia y deben asociarse entre ellas para mejorar su economía y darles un mayor protagonismo tendiendo como a un federalismo o a una descentralización?

AG: Si, yo soy más de esa idea. Ahora miremos un tema muy coyuntural, que de alguna manera une la globalización y nacionalismo es el nacionalismo de las vacunas. Lo que está ocurriendo con las vacunas como bien lo dijera el Director de la Organización Mundial de la Salud de las Naciones Unidas es un fracaso moral, o sea que tengamos países desarrollados con siete veces la cantidad de vacunas que necesitan y tengamos otros países que no tienen ninguna, eso es producto de un nacionalismo exacerbado, es un problema global que no se va a resolver plenamente sino se resuelve en todas partes del mundo.

Pero nos quedamos resolviendo a escalas nacionales y los incentivos políticos son para que en los países desarrollados los gobiernos compren más vacunas y más vacunas de las que necesitan, y eso es una locura. Eso muestra el fracaso del enfoque porque para afrontar el problema la escala adecuada es la global. Lo mismo va a pasar con el Cambio Climático. Si no tenemos un tipo de soluciones que trasciendan las fronteras de los países más allá de los nacionalismos y los localismos vamos a tener problemas. Yo defiendo ciertos principios e ideas de la globalización, el globalismo o como lo queramos llamar.

JJAT: En esa interesante disertación que usted da sobre estos temas, ¿cuál sería el camino para un justo medio en cuanto a que no haya más polarización o que no se vulneren los derechos de unas poblaciones o de unas comunidades que tienen unas u otras creencias y que se pueda llegar a la unidad de criterio entre las comunidades y poblaciones de un país como Colombia?

AG: No es fácil tener una respuesta para eso, pero yo creo que hay una serie de elementos importantes del acceso a la coyuntura de estos días que nos tienen en una salida parcial y completa digamos a esa tensión. Uno es el fortalecimiento de las instancias multilaterales. Aquí hay dos cosas muy importantes que pasaron esta semana Jhon, yo creo que es un canal de lo que estamos discutiendo: lo que estaba haciendo Trump y lo que está haciendo Biden.

Cuando Trump decide dejar dos instancias multilaterales fundamentales para este momento en el planeta que son la Organización Mundial de la Salud y el Acuerdo de París, y que en contravía de eso Biden decide volver allá no solamente tiene un elemento dijéramos de diplomacia, sino simbólico muy importante. Creo que eso muestra un camino y es el fortalecimiento de ciertas instancias multilaterales importante, y eso puede existir con los Estados-Nación, eso puede existir, y ese punto es muy importante y nosotros derivamos de alguna manera nuestra identidad, nuestro sentido, nuestro significado de la pertenencia a una comunidad local. De nuestra identidad lingüística.

Yo siempre he creído mucho en esta frase tan bonita que se la leí a Rufino José Cuervo que decía “la lengua es la Patria”. Eso nos define y eso siempre va a estar allí, pero, uno puede complementar ese localismo de alguna manera con instancias multilaterales fuertes que le permitan a la humanidad enfrentar los desafíos del futuro de una manera más eficaz.

JJAT:  Yo sé que usted debe estar un poco cansado de que los medios de comunicación grandes especulen un poco sobre esta pregunta que puede ser incómoda y le pido perdón de antemano por hacerla.

AG: Tranquilo Jhon.

JJAT: ¿Usted tiene aspiraciones presidenciales para el año 2022? ¿Sí o no?

AG: Si me pregunta en este momento, no. Y le doy tres elementos que me parecen importantes. Primero: Yo soy el rector de la Universidad de los Andes desde hace un año y medio. Cuando me hicieron rector a mi me hicieron una pregunta, en la última entrevista que me hicieron en el Consejo Superior que si yo tenía un compromiso de largo plazo con la Universidad y yo dije que sí.

Yo no me sentiría tranquilo faltando a mi palabra Jhon. Yo tengo ese tema, digamos que yo tengo una gran barrera personal, porque digamos que de alguna manera tengo que cumplir mi palabra. Me preocupa también el tema de salud y me preocupa la mecánica de todo eso, y este último punto tiene que ver un poco con la reserva que yo tengo sobre las dificultades éticas que se tienen al entrar en esa lucha por el poder.

Yo no quiero decir que yo no vaya a participar en temas colectivos, y que, si a mí me piden un documento, opinar aquí, yo no quiero substraerme por completo de la vida pública. Pero si usted me dijera: “bueno, tiene que definir ya. 22 de enero, son las 11:00 a.m., no tiene más tiempo, tiene que definir si va a entrar en la refriega electoral del 2022” mi respuesta sería no. En este momento, en este día, yo diría: no estoy preparado para eso. Hay asuntos personales y profesionales aún no resueltos.

JJAT: Y en medio de la polarización entre la continuidad del Partido de Gobierno y una eventual subida de una izquierda radical, ¿cuál sería el camino o la persona que usted aconsejaría para evitar que los extremismos se tomen al país?

AG: No yo no sería capaz, no sería capaz, en este momento no sé. Yo creo que en este momento estos elementos más moderados, ese centro político que yo quisiera definir en tres partes: primero un asunto de forma muy importante, porque la democracia está hecha de formas y el centro político tiene que reivindicar el respeto, la tolerancia y el respeto a los hechos también. Esos candidatos de los extremos dedicados de alguna forma también a difundir noticias falsas me preocupa; la forma, eso que pasa por defender las instituciones, la Constitución, las libertades individuales y cierto papel del Estado en igualar las oportunidades que también me parece muy importante es la defensa de las instituciones y que el cambio social es que los políticos tienen una doble responsabilidad: la primera, mejorar la sociedad y la segunda, no es tampoco crear falsas ilusiones de que ellos van a cambiarlo todo.

Esos tres elementos que se implementan en el centro político creo que tienen que articularse en un programa con propuestas que emocionen a la gente, porque o sino vamos a tener un resultado como el de las elecciones pasadas y la polarización va a anular totalmente ese centro político. Le voy a decir que no soy muy optimista que se pueda construir un discurso más o menos atractivo, y yo estoy viendo que vamos para una nueva elección muy polarizada entre los extremos políticos.

JJAT: En materia académica, volviendo a la Universidad de los Andes, ¿qué es lo nuevo que tiene para ofrecer este año con esta nueva situación de la alteridad de quedarse en la casa e ir al campus? ¿Cómo ha afectado esto las actividades normales académicas, científicas y de investigación de la Universidad?

AG: Ha sido muy difícil Jhon, hay ya cierta fatiga entre los profesores y los estudiantes con este tema. Este año ha comenzado muy difícil, yo no me imagino que la situación epidemiológica se iba a deteriorar con la rapidez que se ha deteriorado. Lo nuevo es tratar de buscar en unos meses un espacio para regreso al campus, lo nuevo también a mediano plazo es que las universidades debemos pensar en una transformación digital.

A las universidades les ocurrió lo que al periodismo hace algunos años, nosotros estamos en un proceso de cambio y debemos adaptarnos a eso. Todo el mundo está hablando de transformación digital y es un proceso fundamental. Por ejemplo, nosotros en la Universidad de los Andes estamos pensando que en los próximos cinco años debemos tener al menos veinte maestrías plenamente virtuales y que trasciendan un poco las fronteras de Colombia y que vayan a otros lados.

Las universidades también tienen Jhon en este momento una oportunidad, que es de atraer no solamente personas jóvenes sino en la mitad de su vida e incluso al final de su vida que quieren volver a la universidad, volver a la academia, con apetitos más espirituales, y allí está el tema de educación para toda la vida, educación continua y con los retos que estamos articulando en este momento me parece fundamental.

El tema de salud mental de los estudiantes y profesores y trabajadores es complicado. Nosotros hemos visto un deterioro en la salud mental de los estudiantes que nos preocupa y ahí estamos tratando de hacer lo mejor posible con las circunstancias que son muy difíciles. No nos pega mucho, pero las diferencias en el tema de conectividad, nosotros tenemos un 15 o 20% de estudiantes que no tienen forma de conectarse por lo menos de manera razonable y estamos viendo la forma de entregar formas de conexión y lidiar con ese problema. Entonces hay una superposición de temas que hacen que ese retorno a la Universidad sea difícil y eso lo hace conectar con la pregunta sobre mis aspiraciones políticas.

Imagínese Jhon en semejante crisis la Universidad, enfrentando tal vez la más grande crisis en generaciones en la Universidad de los Andes, ponerme yo a politiquear, eso no tendría sentido, yo tengo que concentrarme en mi papel de rector en un momento muy difícil. Yo pienso que no hacerlo no solo sería faltar a mi palabra sino a mi responsabilidad.

JJAT: Para cerrar la entrevista y agradeciéndole por su tiempo, qué consejo le daría a los jóvenes y a las personas que quisieran en este momento de su vida generar un emprendimiento, tomar la decisión de estudiar, de involucrarse en la tecnología y que tienen miedo por los prejuicios sociales, por la carencia económica, por problemas familiares, otros prejuicios sobre la edad y las miles de cosas que tiene la sociedad, incluso la burocracia lamentable no solo de Colombia sino de nuestro países y las dificultades para hacer empresa y crear riqueza en el país.

AG: Es difícil. Yo no podría dar consejos porque yo no he sido un empresario y para eso se necesita una forma de coraje, pero uno más o menos obvio es que uno nunca está completamente preparado y si uno espera estar completamente preparado, nunca va a dar el paso.

El segundo: las cifras muestran que el emprendimiento no se logra de una, esto requiere como tantas cosas en la vida un proceso continuo de ensayo y error. Quien sea emprendedor no creo que le va a pegar en la primera interacción. Este es un tema difícil y al ser un tema difícil, es un tema que toma tiempo requiere un entorno protector, requiere de la familia, ciertos mentores, que la gente esté ahí para apoyarlo. Quien vaya a dar este paso debe ser consciente de quién es su entorno protector porque es un paso complejo no solamente por lo que estoy citando, y no solo por falta de apoyo estatal, sino que el Estado muchas veces conspira contra esos esfuerzos. Entonces atreverse el primero, tener la consciencia de que esto es difícil y que requiere varias interacciones es el segundo y pensar en cual es su entorno protector es el tercero.        

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