El próximo 31 de octubre se conmemorarán 12 años de la muerte, producida en extrañas circunstancias, del estudiante universitario Luis Andrés Colmenares. Uno de los capítulos judiciales más polémicos, largos y enredados de la historia reciente de Colombia y en el que, sin embargo, sigue existiendo un manto de impunidad que por lo menos a la familia Colmenares no le ha permitido vivir en paz.
Como ya es prácticamente tradición, Luis Alonso Colmenares, padre del fallecido estudiante, tras pocas horas del inicio de octubre, dedicó unas sentidas palabras a la memoria de su hijo, por quien desde el fatídico 31 de octubre de 2010 ha pedido justicia.
Colmenares, por medio de su cuenta en Twitter, compartió un sentido video con varias imágenes de la niñez y adolescencia de Luis Andrés Colmenares, en el que relata lo que significa tanto para él como para la familia entera la llegada de este mes.
“Desde hace 12 años siempre que empieza octubre es difícil para mí. Cuando la gente me conoce, cuando me ve en los aeropuertos, en los aviones, en cualquier parte, o mis estudiantes en las aulas universitarias, todos se quedan viéndome, y yo me imagino que se preguntarán: cómo hace este hombre para seguir la vida con semejante cruz encima”, recita el mayor de los Colmenares, afectado aún por la pérdida de su primogénito pero fortalecido en la resignación que le ha permitido la fe en Cristo.
“Hoy les digo algo que he leído: “hay momentos de la vida donde la realidad nos golpea duro. Nos sentimos morir, pero por suerte no nos morimos. La clave está en saber pararnos una vez más”. Saber pararnos otra vez y seguir el camino. Mientras sigamos vivos hay mucho por hacer y tenemos que sacar las fuerzas de donde sea para seguir el camino. No lo duden nunca: todo lo puedo en CRISTO que me fortalece. Amén”, concluyó.
Cabe recordar que el deceso de Luis Andrés Colmenares se registró el 31 de octubre de 2010 durante una fiesta de Halloween que se adelantaba en cercanías al parque El Virrey, al norte de Bogotá. Allí, el joven apareció sin vida al interior de uno de los canales de agua de la zona y se habló en muchas oportunidades de un homicidio en el que Laura Moreno y Jessi Quintero, dos de sus compañeras de universidad, parecían tener responsabilidad. Sin embargo, en el 2021 el Tribunal Superior de Bogotá ratificó su inocencia ante la falta de pruebas contundentes.