Este 4 de abril se conmemora el Día Internacional para la Sensibilización contra las Minas Antipersonal, hay un grupo empresarial que se comprometió a fondo con el desminado en Colombia. Las minas antipersonal son un flagelo por el que el país se ha visto afectado durante cinco décadas por el conflicto armado.
Según la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, desde 1990 hasta el 28 de febrero de 2019, se han registrado 11.718 víctimas.
En Colombia, desde distintos sectores se están realizando acciones para liberar de estos artefactos gran parte del territorio nacional. Hasta ahora, se han liberado de minas el 45% de los municipios afectados, de un total de 693 que registraban algún tipo de alerta por artefactos explosivos.
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La energía que desmina a Colombia
Con más de 120 años de historia, el Grupo Energía de Bogotá (GEB) lídera la transmisión y distribución de energía eléctrica, transporte y distribución de gas natural en Colombia, Perú, Brasil y Guatemala.
Este grupo, tiene el programa Energía para la Paz, una iniciativa de valor compartido e inversión social que ayuda a construir paz el municipios que fueron afectados por el conflicto armado. Junto al Ejército Nacional, la empresa a liberado 200 kilómetros de minas antipersonal y ha neutralizado 20 artefactos explosivos que se convierte en un corredor seguro para la comunidad.
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Foto: Grupo Energía Bogotá[/caption]
Además, han capacitado a 1.732 personas en educación para el riesgo de minas, conservación del medio ambiente, prevención contra el secuestro y la extorsión.
La iniciativa beneficia a
11 municipios,
89 veredas y cinco organizaciones étnicas de
Tesalia, Íquira, Teruel, Palermo, y Santa María, en el departamento del Huila; Planadas y Río Blanco,
en Tolima; y Pradera, Florida, Candelaria y la Vereda Morgan de
Cali, en el Valle del Cauca.
Asimismo, en el desminado civil y humanitario, el Grupo trabaja con la ONG The HALO Trust, una organización humanitaria de remoción de minas más grande del mundo que también está presente en Mozambique, Angola y Camboya.
Para la presidente del Grupo Energía Bogotá, Astrid Álvarez, lo más gratificante de Energía para la Paz es ver las caras de felicidad de centenares de pobladores, y escuchar las palabras de agradecimiento de personas que antes vivían en medio del temor y la zozobra.
"Hoy las mamás se pueden quedar tranquilas en sus casas mientras sus hijos caminan al colegio, y los campesinos pueden ir a los cultivos sin la preocupación de que uno de estos artefactos termine con sus sueños".
El grupo anunció que quieren mostrar cómo desde el sector público-privado se puede generar un relacionamiento
genuino con las comunidades llevando progresos a sus territorios.
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Foto: Grupo Energía Bogotá.[/caption]