Gustavo Cerati era un genio. De la mano de Soda Stereo llevó al rock latinoamericano a un lugar de respeto y admiración. Gracias a él y a Soda Stereo muchos jóvenes empezaron a crear sus propias bandas en el continente.
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Tal vez cuando empezó el sueño de Soda Stereo no imaginaron el éxito que iban a tener, ni mucho menos que iban a recorrer el continente llenando estadios con fanáticos que gastaban sus gargantas cantando sus canciones.
Sin duda marcaron una generación que junto a bandas como Los Prisioneros y Los Fabulosos Cadillacs se quedaron en los corazones de jóvenes que tenían rabia y encontraron en el rock la manera perfecta de expresarla.
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Luego de la separación de Soda Stereo, Cerati arrancó proyectos en solitario que fueron igualmente exitosos. Con esto ratificó que era una leyenda viva de la música.
Después del incidente en 2010 en Venezuela que lo llevó al coma, su madre, Lilian Clark, no perdía la esperanza de que 'su nene' despertara para tocar su guitarra. Por desgracia, la llama de la vida se apagó para Cerati cuatro años después.
Sobra decir que Cerati vivirá en sus letras y canciones, esas que han pasado de generación en la siempre tormentosa América Latina.
