Estamos sentados en la misma mesa. El Vicepresidente de la República, Angelino Garzón, le dice al Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas:
“El Gobierno Nacional debe tener toda la generosidad, lo mismo que los empresarios, con los trabajadores y trabajadoras que ganan el salario mínimo para procurar concertar un aumento del salario mínimo decente”.
–Complementa- la base del desarrollo económico es que hayan buenos empleos y buenos salarios. Ningún país del mundo que haya tenido desarrollo económico, competitividad y productividad se hace sobre bajos salarios ni bajos niveles de empleo.
Garzón también le pide a los sindicatos que lleguen a la mesa de concertación con la disposición de dialogar y construir acuerdos, no con porcentajes tan altos que impidan el diálogo.
Ministro Mauricio Cárdenas, ¿cómo ve usted el proceso?
Ojalá este año lleguemos a una solución concertada. Sería ideal. Esto comienza, como dice la ley, definiendo unos parámetros, rayando la cancha. Y esos parámetros están en cierto sentido demarcados por la inflación. La inflación ha sido baja. La inflación es del 1.8 % en este momento. Y también por lo que ha sido el aumento de productividad. Ese es un cálculo que se hace y se lleva la Mesa.
Esperemos que con esos insumos y la buena voluntad de todos los participantes podamos llegar a una solución concertada, que logre lo que dice el señor vicepresidente. En el fondo, todos buscamos lo mismo, que haya más empleo y que haya más ingresos, que las familias estén mejor.
¿Cuál es la situación de los trabajadores hoy?
El empleo está creciendo, los ingresos de los hogares están aumentando. Buscaremos un punto de acuerdo entre todos, que sea equilibrado, que sea realista y que le dé al país, digamos, todas las oportunidades para que el buen desempeño de nuestra economía se pueda irrigar y pueda llegarle a todos los colombianos.
¿Cómo termina el año en materia económica para el país?
Muy bien. Recuerde que el año comenzó con cierta desaceleración y hubo bastante pesimismo. Incluso hubo analistas que vaticinaron que el crecimiento no iba a llegar al 3 % este año. Nosotros nos mantuvimos muy firmes en nuestros pronósticos. Un crecimiento del 4,5 %. Creo que lo vamos a lograr.
Adoptamos un plan de impulso, un plan de choque que ha dado buenos resultados. Logramos una mayor devaluación. El dólar subió. Eso le ayuda mucho a los empresarios de este país, a los agricultores. De manera que los resultados son buenos. Creo que podemos sentirnos muy satisfechos.
Desde afuera nos miran con un optimismo impresionante. Colombia es hoy el país de moda, el país que se considera el punto de referencia en buen manejo económico. De manera que los colombianos podemos sentirnos muy orgullosos de lo que tenemos en nuestra economía.
¿Y Cómo pinta el 2014?
Mejor aún. Creo que el año entrante vamos a crecer un poco más, cerca del 4.7 %. Hay unos programas de inversión muy importantes, que van a estimular el empleo así como muchos sectores de la economía.
Miremos por ejemplo solo el caso de la infraestructura de transporte, todos los proyectos que se adelantan. Los programas de vivienda, el sector de la construcción está disparado, es el sector líder de la economía. La producción de petróleo sigue subiendo. Y ni hablar de la producción de café, que está aumentando a tasas del 30 %. De manera que la población económica es buena. Es favorable.
Los TLC fueron satanizados en su momento. Todavía lo son por parte de algunos sectores. ¿Cómo marcha su aplicación?
Los TLC son una buena oportunidad para Colombia. Nos han abierto mercados y permitido ampliar nuestras exportaciones. Digámoslo con toda franqueza y rudeza: teníamos un comercio demasiado concentrado en Venezuela. Y el mercado venezolano es un mercado volátil, que ha generado a través de los años cierta inestabilidad.
Nosotros necesitamos diversificar, buscar otros destinos y eso es lo que se ha logrado con los TLC. El comercio con los Estados Unidos, ha venido desempeñándose muy bien, a pesar de que la situación económica de Estados Unidos no es la mejor.
Claro, los TLC son temas de controversia. No todo el mundo gana con los TLC. Pero lo importante es que colectivamente como sociedad avancemos y creo que eso es lo que hemos logrado. Ha sido una agenda de 20 años, una política de Estado. También estamos llegando al cierre de esa fase y creo que los resultados son positivos.
Sobre la Industria se ha dicho que está estancada, otros que incluso está en retroceso. ¿Cuál es el termómetro que tiene el Ministerio de Hacienda sobre la Industria Nacional?
No hay la menor duda de que es el sector de la economía que está en las condiciones menos favorables. Ha sido un sector muy afectado, no solo por la competencia internacional, sino por el problema de la tasa de cambio, del dólar. Este año comenzamos con un dólar a 1.750 pesos y –en consecuencia- todo lo que se importa es baratísimo. Es muy difícil para el empresario colombiano competir con el producto importado. Y súmele el contrabando, producto del lavado de dólares y el narcotráfico. Eso hace la vida muy difícil para los empresarios de la industria.
Pero nosotros no nos quedamos cruzados de brazos. Estamos luchando fuerte en la afueras de Buenaventura para que todas las tractomulas que pasen por ahí, sean confrontadas con su documentación.
Vamos también a reforzar la policía fiscal y aduanera. La devaluación de este año le ha ayudado mucho a la industria. Bajamos los intereses de los créditos y algo muy importante para los empresarios de este país: le quitamos los aranceles a todos los insumos importados y bienes de capital para darle más competitividad. De manera que estamos trabajando en esa política industrial, porque esa es tal vez -como la ficha del rompecabezas- que ha sido más difícil de encontrarle su función.
¿Y Cómo pinta el 2014?
Mejor aún. Creo que el año entrante vamos a crecer un poco más, cerca del 4.7 %. Hay unos programas de inversión muy importantes, que van a estimular el empleo así como muchos sectores de la economía.
Miremos por ejemplo solo el caso de la infraestructura de transporte, todos los proyectos que se adelantan. Los programas de vivienda, el sector de la construcción está disparado, es el sector líder de la economía. La producción de petróleo sigue subiendo. Y ni hablar de la producción de café, que está aumentando a tasas del 30 %. De manera que la población económica es buena. Es favorable.
Los TLC fueron satanizados en su momento. Todavía lo son por parte de algunos sectores. ¿Cómo marcha su aplicación?
Los TLC son una buena oportunidad para Colombia. Nos han abierto mercados y permitido ampliar nuestras exportaciones. Digámoslo con toda franqueza y rudeza: teníamos un comercio demasiado concentrado en Venezuela. Y el mercado venezolano es un mercado volátil, que ha generado a través de los años cierta inestabilidad.
Nosotros necesitamos diversificar, buscar otros destinos y eso es lo que se ha logrado con los TLC. El comercio con los Estados Unidos, ha venido desempeñándose muy bien, a pesar de que la situación económica de Estados Unidos no es la mejor.
Claro, los TLC son temas de controversia. No todo el mundo gana con los TLC. Pero lo importante es que colectivamente como sociedad avancemos y creo que eso es lo que hemos logrado. Ha sido una agenda de 20 años, una política de Estado. También estamos llegando al cierre de esa fase y creo que los resultados son positivos.
Sobre la Industria se ha dicho que está estancada, otros que incluso está en retroceso. ¿Cuál es el termómetro que tiene el Ministerio de Hacienda sobre la Industria Nacional?
No hay la menor duda de que es el sector de la economía que está en las condiciones menos favorables. Ha sido un sector muy afectado, no solo por la competencia internacional, sino por el problema de la tasa de cambio, del dólar. Este año comenzamos con un dólar a 1.750 pesos y –en consecuencia- todo lo que se importa es baratísimo. Es muy difícil para el empresario colombiano competir con el producto importado. Y súmele el contrabando, producto del lavado de dólares y el narcotráfico. Eso hace la vida muy difícil para los empresarios de la industria.
Pero nosotros no nos quedamos cruzados de brazos. Estamos luchando fuerte en la afueras de Buenaventura para que todas las tractomulas que pasen por ahí, sean confrontadas con su documentación.
Vamos también a reforzar la policía fiscal y aduanera. La devaluación de este año le ha ayudado mucho a la industria. Bajamos los intereses de los créditos y algo muy importante para los empresarios de este país: le quitamos los aranceles a todos los insumos importados y bienes de capital para darle más competitividad. De manera que estamos trabajando en esa política industrial, porque esa es tal vez -como la ficha del rompecabezas- que ha sido más difícil de encontrarle su función.
