Dice la frase popular que 'el amor es ciego'. Y puede que lo sea, pero hay algo con lo que el amor pareciera no llevársela bien y es con el dinero. Para algunos el dinero puede dañar todo; la amistad, la familia y por supuesto el amor.
El matrimonio es un contrato. Visto de esta manera, como todo contrato tiene reglas para una sana convivencia. Así este contrato (en algunos casos) no se firme, se sabe que existe y que hay un mínimo de reglas para que el amor y la economía fluyan.
¿Cómo manejar las finanzas en un matrimonio? ¿cómo evitar que un problema financiero se meta en medio de una relación?
Uno de los primeros pasos es establecer los gastos comunes. Esto se refiere a facturas y gastos como el mercado. Cosas esenciales y básicas.
Para esto es vital que los recibos sean repartidos de manera justa y los pagos se hagan de la manera más equitativa posible. Se puede manejar un fondo común con unas cuotas de acuerdo a lo que se consume y elaborar un presupuesto que se acomode a las necesidades.
En la pobreza y en la riqueza. Estas palabras pronunciadas en los matrimonios tienen mucho que ver con los momentos financieros de la pareja. El miedo a una mala situación o un descalabro por una mala inversión pueden poner a prueba el amor en la pobreza. Por eso el ahorro debe ser parte del día a día de una pareja enamorada.
Tener ahorros sirve para todo; vacaciones, un accidente, una multa inesperada, un gusto, etc. Es el respaldo ideal para situaciones inesperadas. Estos ahorros también se crean con cuotas que cada uno aporta. Lo ideal es que estos fondos no sean 'tocados' si no es necesario.
Las parejas deben tener proyectos comunes. Al fijar una meta compartida, se trabaja para la misma. Muchas veces uno de los dos hace un gasto que el otro considera innecesario y la confianza sobre el manejo del dinero se empieza a perder. Obvio, no hay que dejar de lado el gusto de cada uno, pero las metas comunes harán que estos caprichos personales pasen a un segundo plano.
Otro problema que se puede atravesar son los salarios. Si alguno se molesta porque el otro gana más puede ser un factor detonante en cuanto a gastos se refiere, por la sencilla razón de que el que gana menos querrá que el otro que gana más 'colabore' mucho más con el hogar. Por eso, la sinceridad es clave.
Hay que hablar con franqueza sobre ingresos para que el orden financiero sea fijado y se acomode a los dos de manera justa y proporcional.
Otro punto clave son las decisiones. Habrá momentos en que alguno quiera un tipo de vacaciones o un carro o cambiar de casa. Las decisiones deben ser compartidas.
Recuerde que no vive solo y lo que haga va a afectar de alguna manera a la otra persona. No hay que dejar las decisiones en manos de uno solo cuando de invertir o gastar se trata.
Guarde todo. Recibos, facturas, impuestos. Estos papeles son útiles para ejercer control sobre lo que se tiene y para saber cómo están los ingresos y los egresos. Con eso, cualquier duda o malestar que se presente se podrá justificar con estos papeles.
Por último está el tema de los hijos. Esto no es solo un paso de madurez afectiva. También es vital la madurez y solidez financiera. Un bebé por más felicidad y sonrisas que traiga a un hogar es un gasto que debe ser estudiado con mucha cabeza fría.
Debe ser algo planeado porque un hijo demanda gastos que antes no estaban contemplados en la pareja.
Planear, organizar y saber decidir para la economía, de resto deje que el amor haga el resto.
No deje que el dinero quiebre su relación de pareja
Mar, 02/09/2014 - 13:56
Dice la frase popular que 'el amor es ciego'. Y puede que lo sea, pero hay algo con lo que el amor pareciera no llevársela bien y es con el dinero. Para algunos el dinero puede dañar todo; la amis