En los últimos años las películas y series de zombies han ganado popularidad. Las grandes empresas productoras han encontrado en este género una mina de oro. Por alguna razón los espectadores tienen una fascinación por esos seres que caminan como autómatas y su piel está repleta de llagas infectadas.
El fenómeno zombie en el cine comenzó en 1968, luego del estreno de la película de George A. Romero ‘La noche de los muertos vivientes’. El filme tuvo un presupuesto de apenas 114 mil dólares y una increíble ganancia de 30 millones de dólares en el mundo.
Durante los años ochenta se grabaron más películas de zombies, pero luego el género desapareció y no volvió a las grandes salas de cine. El comienzo del nuevo milenio marcó el renacer de las películas de zombies, entre ellas ‘Amanecer de los muertos vivientes’ del 2004; ’28 días después’ del 2004; ‘Soy leyenda’ del 2007; ‘Zombieland’ de 2007 y el último gran éxito ‘Guerra Mundial Z’, protagonizada por Brad Pitt en el 2013.
Pero el gran fenómeno de los zombies se debe a la serie The Walking Dead basada en el cómic del mismo nombre de Robert Kirkman y Tony Moore. La cadena Fox llevó a la televisión esta serie que ha ganado adeptos y fanáticos en todo el mundo.
Una vez a la semana las pantallas de los televisores se llenan de escenas de zombies que aparecen de repente con dentaduras manchadas de negro y ansiosos por consumir carne humana. Pero detrás de cada uno de estos zombies, muchos de ellos extras, hay un escrupuloso trabajo de maquillaje. Andy Schoneberg y Greg Nicotero, encargados de los efectos especiales, son capaces de convertir a la mujer más hermosa del mundo en un repulsivo monstruo, ¿cómo lo hacen?
Para maquillajes como el del personaje de la Mujer de la bicicleta se requieren moldes de la cara, cuerpo y dientes para simular a un muerto viviente.
Los ingredientes que usa el equipo de 'Walking Dead' son látex líquido, gelatina, avena cruda, esponja negra, pañuelos, secador de pelo, polvo facial, base de maquillaje, aceite mineral, sombras oscuras, jarabe de maíz (líquido, creado a partir del almidón o fécula de maíz que se usa en la fabricación de gaseosas o comestibles. En Colombia se consigue en tiendas especializadas) y una brocha para pintar.
El pelo de los actores se tapa con una gorra de caucho y se acentúan sus pómulos para que se vean hundidos. Encima se ponen pedazos de pelo natural. La otra posibilidad es usar el pelo natural de los actores pero con una gran cantidad de acondicionador.
Los dientes se pueden maquillar para darles un aspecto negro, pero algunos actores tienen prótesis para hacer aún más fuerte el impacto de su horrible dentadura.
La cara y el cuello de los actores se cubren con una prótesis de espuma de látex. Lograr el rostro de uno de estos zombies puede durar hasta 45 minutos.
Para los ojos se usan lentes de contacto blancos que se pintan previamente a mano.
La textura de la piel se logra con látex líquido para que sea fácil estirarla. Se seca con secador y se le aplican polvos.
El aspecto de la piel podrida se crea con avena cruda sobre la capa del látex líquido. Los bordes o rotos sobre la cara se pueden hacer con un bajalenguas. Después se aplican más polvos sobre la cara y con un secador de pelo se vuelve a secar.
Con gelatina y agua se crean coágulos. La gelatina en cubos se pone en el microondas por intervalos de 10. Es importante que estos cubos no se derritan. A esto se le agrega colorante vegetal líquido y se aplica en las áreas óseas de la cara. La gelatina da una consistencia de goma y con un bajalenguas se crean heridas.
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Para crear un área de la cara infectada se pinta una capa de látex líquido encima de un pañuelo facial y de vuelve a aplicar látex para crear la apariencia de que falta ese pedazo de carne. Se seca nuevamente con el secador de mano sin derretir la gelatina. Una de las etapas finales es aplicar látex líquido nuevamente sobre la cara, evitando las zonas de heridas abiertas. Cuando se seque el látex se aplican polvos para dar el tono pálido al rostro. Después se aplica más base y algo de aceite mineral con una esponja. Para acentuar al muerto se aplica polvo oscuro y sombras de ojos en las zonas sin piel. También se aplican sombras verdes para darle un tono enfermizo al rostro. El toque de la sangre se logra con jarabe de maíz y colorante rojo. Con una brocha de pintura se salpica la sangre sobre el zombie.