Son 26 años en la televisión, la gran mayoría en Caracol, recibiendo aplausos, críticas y palazos, como corresponde a quien trabaja en los medios de comunicación. El país reconoce a Dago García como uno de los más creativos y exitosos directores. No de otra manera podría mantenerse por tanto tiempo en la vicepresidencia de producción de uno de los dos canales privados y más poderosos del país.
“Creo que parte del encanto que tiene la televisión es que sirve para que también la gente exprese su descontento con respecto a lo que pasa, no solamente en la pantalla sino en el país. Hay que estar preparados para asimilar y asumir que también la gente protesta y la gente exponga su descontento”.
¿Qué contenidos prefieren hoy los colombianos?
En los últimos tiempos la gente quiere recibir historias muy cercanas, historias de personajes que hayan representado algo en esa construcción de la identidad nacional.
De un tiempo para acá hemos venido haciendo novelas basadas en historias como la de Rafael Orozco, los integrantes de la Selección Colombia, la Ronca de Oro, incluso la historia de Pablo Escobar. Ese componente de realidad, personajes que la gente percibe como constructores, para bien y para mal, de lo que podemos llamar identidad nacional, son recibidos con beneplácito.
Hay otros dos elementos que están en el ADN de la televisión colombiana: la música y el humor. Si tenemos esos dos elementos sumados a un componente de realidad tenemos a un televidente satisfecho.
¿Qué particularidades debe tener una serie colombiana para que pegue en Estados Unidos?
Eso cambia con el tiempo. Hace más o menos unos seis, siete años, éramos muy apetecidos en el mercado internacional por nuestra dosis de humor. En esa época pudimos poner novelas tan exitosas como Betty La Fea, Pedro El Escamoso, La Guerra de las Rosas, Vecinos. Funcionaron bien en el mercado estadounidense.
Hoy para bien o para mal, y ese es como otro debate, ese mercado espera series con el tema narco. Fue un tema que estuvo tanto tiempo vedado, represado, le teníamos miedo porque no sabíamos qué consecuencias iba a tener, pero en estos momentos es el producto que más está buscando la televisión de habla hispana en los Estados Unidos.
Pero esto siempre funciona como por olas, por tendencias que duran aproximadamente tres, cuatro y hasta cinco años, y luego se renuevan con otros contenidos. Pero en este momento específico las series de narcos es lo que están pidiendo.
¿Le ha fallado el instinto, ha fracasado en una serie que suponía exitosa?
Ocurre con mucha frecuencia en el medio. Creo que los orígenes del éxito y del fracaso siempre son los mismos. Por lo general uno construye un éxito basado en una gran audacia, en un gran riesgo, en un salto al vacío, pero ese mismo elemento también se puede convertir en el fracaso, en una serie que no funciona.
Hace un tiempo tuvimos una novela con excelente libreto, extraordinario elenco, buen nivel de producción, y desafortunadamente la pusimos en pantalla y la gente no la compró, no la disfrutó y no la consumió. Hablo de La Hipocondriaca.
Digamos que en el medio eso es muy común, uno mismo se sorprende, no solamente con los éxitos sino también con los fracasos. Ambas son cosas que ocurren sin tener un control, un verdadero control nuestro, y casi siempre tienen el mismo punto de partida.
Cuando rompes las reglas, cuando te lanzas a una gran audacia, construyes un éxito o edificas un fracaso.
¿Colombia sigue siendo un país subdesarrollado en materia cinematográfica?
Vamos por buen camino. El número de películas que estamos haciendo hoy en día es quizás tres o cuatro veces mayor del que estábamos haciendo hace seis años.
La calidad de las películas también es un elemento que hay que tener en cuenta porque estamos haciendo películas con una calidad internacional. Las películas colombianas de hoy en día asombran por su buena factura y sus altos niveles técnicos.
Se ha cualificado la producción, pero tenemos una asignatura pendiente, un problema por resolver ojalá muy pronto, y es el tema de capturar al público, de convertirnos en un cine que el público vaya a ver masivamente. Tenemos en este aspecto vacías, enormes dificultades, muchas debilidades.
Creo que estamos en un punto intermedio, en un punto de tránsito, de haber sido una industria bastante débil a convertirnos en una industria sostenible. No lo somos hoy en día pero las señales son buenas.
¿Estamos produciendo con alta tecnología?
Series como 'Escobar, el Patrón del Mal' o 'La Ronca de Oro' tienen una factura internacional, muy cercana a lo que se puede ver en cine.
La televisión colombiana siempre ha sido una televisión de avanzada, se invierte mucho en innovación, y creo que el soporte técnico ayuda a fortalecer esos intentos de innovación pero no cambia el chip, ese es un chip con el que venimos desde hace mucho tiempo, y es un chip que el público ha reconocido y que nos hace sentir muy orgullosos.
¿Cómo se está tratando el tema de la violencia en la televisión?
Estábamos demasiado concentrados en mostrar el mundo de los narcos y delincuentes, y nos olvidamos de las víctimas y la gente que los combatió.
A partir de 'Escobar el Patrón del Mal' nos propusimos equilibrar la balanza y no solamente mostrar el mundo de los bandidos sino también darle espacio en igualdad de condiciones a la gente que los combatió, a la gente que fue víctima.
Es curioso pero nos encontramos con mucha gente joven que no conocía esas historias que no están en los textos escolares. El país conoció a los bandidos y también a los héroes de aquella época, gracias a la televisión.
Hay quienes piensan que vienen haciendo apología del delito…
Cualquier apología del delito y el crimen no se puede defender. Como le digo estamos en un esfuerzo por tratar de plantear estos temas de una manera, lo más objetiva posible, y también tratando de llegar conclusiones que sirvan de reflexión.
Internamente en Caracol debatimos mucho cómo queríamos que terminara 'Escobar, el Patrón del Mal', para que no apareciera como un héroe.
Estamos haciendo un esfuerzo por evitar posibles errores que hayamos cometido en el pasado.
Usted es el vicepresidente de producción y contenidos de Caracol Televisión, ¿qué pasa con los programas de opinión?
A partir de la televisión privada muchas cosas de la pantalla desaparecieron, entre otros los concursos y los programas de opinión. Pero lentamente hemos venido haciendo conciencia de que una parrilla que ofrezca al televidente muchas de esas alternativas, es atractiva y cumple una función social.
En ese sentido hemos empezado a tratar de recuperar, primero los concursos. Tenemos 'El Precio es Correcto' y 'Do Re Millones', y los domingos 'Séptimo Día' y 'Los Informantes'.
Trabajamos en un par de propuestas para programas de opinión que podamos ubicar en horarios interesantes.
Dago García: “Lo que se vende en la televisión son las historias de narcos”
Vie, 05/09/2014 - 08:07
Son 26 años en la televisión, la gran mayoría en Caracol, recibiendo aplausos, críticas y palazos, como corresponde a quien trabaja en los medios de comunicación. El país reconoce a Dago García