Yves Marchand y Romain Meffre son dos fotógrafos franceses que durante cinco años se han dedicado a crear tesoros a partir de la basura de otros. Han estado obsesionados con los desechos y abandonos de las construcciones humanas. Las ruinas son para ellos espacios que han dejado momentos en estado de suspenso, congelados para dejar una huella que hace reflexionar sobre el cambio.
Los teatros abandonados han sido su musa, la variedad de estilos y elementos de ornamentación asombran con una belleza desoladora. A través de esta búsqueda encontraron la decadencia de uno de los más grandes y recientes imperios: Detroit. A comienzos del siglo XX la ciudad estaba en el cuarto lugar de las más importantes y desarrolladas de Estados Unidos, con una población que alcanzaba los dos millones de habitantes y que hoy ha bajado a los novecientos mil por la situación económica.
Las ruinas son el documento del caído imperio de fábricas de automóviles, que es abandonado cada día por familias que prefieren irse a los suburbios. Marchand y Meffre, junto a la revista Time, recopilan una serie de imágenes repletas de polvo, pintura levantada y belleza fantasmal de los que fueran algunos de los edificios más hermosos y emblemáticos de las ruinas de Motor City The Ruins of Detroit.
Las ruinas son el documento del caído imperio de fábricas de automóviles, que es abandonado cada día por familias que prefieren irse a los suburbios. Marchand y Meffre, junto a la revista Time, recopilan una serie de imágenes repletas de polvo, pintura levantada y belleza fantasmal de los que fueran algunos de los edificios más hermosos y emblemáticos de las ruinas de Motor City The Ruins of Detroit.
