Por @Lauquiceno
"Desde que no tengo memoria dibujo, y toda la vida he estado dibujando", dice Rossina en su taller con pinturas de mujeres sobre el piso y colgadas en las paredes. A sus 27 años sus creaciones han sido expuestas en el Museo de Arte de la Ciudad Imperial de Beijing (BAMOIC), el Grand Palais de París y el Museo Iglesia Santa Clara en Bogotá. Dentro de la exposición Perspectivas del arte latinoamericano 1950-2012 realizada en China, su nombre figuró al lado de artistas como Diego Rivera y Fernando Botero. Su obra más reconocida, Holy Beauty Project, mezcla la imagen religiosa con la imagen publicitaria, el punto de partida de esta artista colombiana es el arte colonial religioso y su visión del universo femenino
Perspectivas del arte latinoamericano 1950-2012 (15 de noviembre-20 de diciembre del 2012) es la primera exposición exclusiva de arte latinoamericano de gran envergadura que visita la capital china, y Rossina fue la creadora más joven en ser convocada por la galería de arte LGM Arte internacional. Es la primera vez que el Museo Imperial de la Ciudad Prohibida abre sus puertas a la muestra más ambiciosa de cultura y arte latinoamericano.
Rossina Bossio
Este reconocimiento temprano llega después de años de trabajo, de una búsqueda personal que parte con la obra Commes des files, basada en Off the road, la versión no oficial de los beatniks, escrito por Carolyn Casady, y luego con Holly Beauty Project, su obra más reseñada y la cual dedicó más de tres años. En toda esta serie el punto de partida es la mujer; la mujer como sujeto pictórico y su cuerpo como centro de seducción en la sociedad, como símbolo de la belleza; una belleza que en las pinturas de Rossina no es sinónimo de lo plácido, o lo dulce, sino que confronta al espectador con las sombras de mujeres-Barbie, estrellas pop, matronas, santas y vírgenes.
Para Rossina, egresada de L’École des Beaux-Arts de Rennes en Francia, la cultura pop que vemos en las calles y en la televisión es otra religión; los iconos religiosos representan la obediencia y la sumisión, mientras los ídolos contemporáneos inducen a la seducción, el dinero y la promiscuidad como forma de alcanzar la felicidad. Bajo este planteamiento fundamenta su obra, compuesta por pinturas y videos donde ella misma aparece como protagonista:
"El punto de partida fue crear paralelos entre esos dos lenguajes visuales, el de la iconografía católica concretamente y del lenguaje publicitario. Por ahí comencé a trabajar la serie pero como yo venía explorando con lo femenino se unieron inevitablemente esas temáticas, porque la mujer es la que lleva la bandera de la seducción, la mujer es la que más aparece en la publicidad, cuando se trata de vender una idea".
Desvario, La Peregrina II, La Cabeza, Mirror Mirror, recrean la apariencia de vírgenes y santas con capas oscuras y se tomaron un espacio patrimonial en el centro de Bogotá, en el Museo Iglesia Santa Clara construido en 1647.
"Yo no hice esa exposición para bombardear a la iglesia católica, tengo una relación ambigua por el arte religioso, por un lado, me genera mucha fascinación y por el otro rechazo, entonces hay una mezcla de eso dos sentimientos en todas las obras, el estilo se inspira mucho en la pintura religiosa, pero siempre hay un poquito de sátira y sarcasmo. La gente no se sentía agredida, primero se veía como atraída, ¿qué son estas imágenes, qué hacen aquí?, porque mi idea era como si las pinturas se hubieran salido de las paredes de la iglesia, estuvieran en permanente diálogo con lo que había atrás, es casi como si se hubieran salido y se hubieran vuelto contemporáneas, entonces la primera reacción, la reacción más común, era de curiosidad.
La colombiana reconoce la influencia temprana del pintor Egon Schiele y posteriormente de artistas como Matthew Barny, artista y realizador de videos. A Rossina la inspira la fotografía de moda y los videoclips. No le gusta Andy Warhol ni la obra de la controversial Orlan, artista francesa que utiliza las cirugías plásticas como un performance. Su aspiración, después de su paso por China, es seguir consolidando un trabajo multidisciplinario donde integre la pintura y el video.
Rossina Bossio volvió hace cuatro meses y considera que herramientas como la Internet y los nuevos colectivos de artistas que se salen de las paredes de los museos y llegan a otros escenarios, como las galerías privadas y las calles, cambian la forma tradicional de hacer arte. Con ella, Alfonso Álvarez y Javier Vanegas son artistas nacionales que se abren paso en el panorama internacional.
En su próximo proyecto Rossina abandona los santuarios religiosos. Oculta las nuevas pinturas de las cámaras para su lanzamiento a mediados de este año; aún no tiene un nombre, solo usa la palabra Intriga para describirlas. Con Holy Beauty Project y su imaginario de 'Belleza Sagrada', Rossina se convierte en un referente del arte en Colombia y en América Latina.
Rossina Bossio
Este reconocimiento temprano llega después de años de trabajo, de una búsqueda personal que parte con la obra Commes des files, basada en Off the road, la versión no oficial de los beatniks, escrito por Carolyn Casady, y luego con Holly Beauty Project, su obra más reseñada y la cual dedicó más de tres años. En toda esta serie el punto de partida es la mujer; la mujer como sujeto pictórico y su cuerpo como centro de seducción en la sociedad, como símbolo de la belleza; una belleza que en las pinturas de Rossina no es sinónimo de lo plácido, o lo dulce, sino que confronta al espectador con las sombras de mujeres-Barbie, estrellas pop, matronas, santas y vírgenes.
Para Rossina, egresada de L’École des Beaux-Arts de Rennes en Francia, la cultura pop que vemos en las calles y en la televisión es otra religión; los iconos religiosos representan la obediencia y la sumisión, mientras los ídolos contemporáneos inducen a la seducción, el dinero y la promiscuidad como forma de alcanzar la felicidad. Bajo este planteamiento fundamenta su obra, compuesta por pinturas y videos donde ella misma aparece como protagonista:
"El punto de partida fue crear paralelos entre esos dos lenguajes visuales, el de la iconografía católica concretamente y del lenguaje publicitario. Por ahí comencé a trabajar la serie pero como yo venía explorando con lo femenino se unieron inevitablemente esas temáticas, porque la mujer es la que lleva la bandera de la seducción, la mujer es la que más aparece en la publicidad, cuando se trata de vender una idea".
Desvario, La Peregrina II, La Cabeza, Mirror Mirror, recrean la apariencia de vírgenes y santas con capas oscuras y se tomaron un espacio patrimonial en el centro de Bogotá, en el Museo Iglesia Santa Clara construido en 1647.
"Yo no hice esa exposición para bombardear a la iglesia católica, tengo una relación ambigua por el arte religioso, por un lado, me genera mucha fascinación y por el otro rechazo, entonces hay una mezcla de eso dos sentimientos en todas las obras, el estilo se inspira mucho en la pintura religiosa, pero siempre hay un poquito de sátira y sarcasmo. La gente no se sentía agredida, primero se veía como atraída, ¿qué son estas imágenes, qué hacen aquí?, porque mi idea era como si las pinturas se hubieran salido de las paredes de la iglesia, estuvieran en permanente diálogo con lo que había atrás, es casi como si se hubieran salido y se hubieran vuelto contemporáneas, entonces la primera reacción, la reacción más común, era de curiosidad.
La colombiana reconoce la influencia temprana del pintor Egon Schiele y posteriormente de artistas como Matthew Barny, artista y realizador de videos. A Rossina la inspira la fotografía de moda y los videoclips. No le gusta Andy Warhol ni la obra de la controversial Orlan, artista francesa que utiliza las cirugías plásticas como un performance. Su aspiración, después de su paso por China, es seguir consolidando un trabajo multidisciplinario donde integre la pintura y el video.
Rossina Bossio volvió hace cuatro meses y considera que herramientas como la Internet y los nuevos colectivos de artistas que se salen de las paredes de los museos y llegan a otros escenarios, como las galerías privadas y las calles, cambian la forma tradicional de hacer arte. Con ella, Alfonso Álvarez y Javier Vanegas son artistas nacionales que se abren paso en el panorama internacional.
En su próximo proyecto Rossina abandona los santuarios religiosos. Oculta las nuevas pinturas de las cámaras para su lanzamiento a mediados de este año; aún no tiene un nombre, solo usa la palabra Intriga para describirlas. Con Holy Beauty Project y su imaginario de 'Belleza Sagrada', Rossina se convierte en un referente del arte en Colombia y en América Latina.
