Fue la más grande y exitosa libretista de la televisión colombiana. El país se rindió ante series, cuyos libretos ella construyó trabajanado doce y quince horas al día. Ahí están para confirmarlo 'El Rey', 'Gallito Ramírez', 'San Tropel', 'La Casa de las Dos Palmas', entre otras.
Marta Bossio de Martínez fue considerada una de las más respetadas analistas de televisión y hoy dicta clases en tres universidades de prestigio.
Por eso su pronóstico es estremecedor. Dice ella que a la televisión le queda poco tiempo de vida:
-Pienso, afirma, que todos los medios tienen una evolución. La evolución es un concepto muy complejo. Hay etapas buenas, regulares, malas, y se aprende de ellas. La televisión está en una de esas etapas y evoluciona, con el descubrimiento por ejemplo de los realities. Creo que a la televisión le queda muy poco tiempo de vida. Los que ya estamos muy metidos en el estudio de las energías cuánticas y de la mecánica cuántica sabemos que la televisión tiene sus años contados porque habrá un solo medio de comunicación, el Internet. Pero está en su proceso evolutivo. Está pasando lo que tiene que pasar. A mí, por fortuna, me correspondió una televisión muy distinta. Nos interesaba el costumbrismo, la literatura, fue una suerte muy grande.
¿Qué tiene que ver la filosofía cuántica con qué se acabe la televisión?
Los procesos energéticos van a cambiar. La esencia de la televisión de hoy es la dramaturgia y la dramaturgia es la representación de la realidad, y la realidad está cambiando, eso lo sabemos y está clarísimo. Las nuevas realidades tienen mucho que ver con la parte energética, las conexiones, y esas son básicamente las teorías cuánticas. Sería largo de hablar…
¿Y entonces viviremos de Internet?
Es posible que llegue rápido ese día. No sé si viste un informe en donde ya hay comida que se compra como una fotocopia. Lo único que haces es buscar el sitio donde se vuelve realidad esa pizza.
Vas con un papelito y lo metes en un horno, que se llama horno porque estamos imitando todos los referentes que tenemos en el mundo pero que se podría llamar de otra manera, y allí lo metes y la pizza toma cuerpo. A eso vamos a llegar.
También habrá fotocopias de corazones, de riñones, de todo. Si hay un accidente y la persona se afectó el corazón los que lo van a auxiliar podrán sacar una fotocopia de su corazón y ponérselo y le va a servir. Esto solo tiene explicación en la cuántica.
¿Usted y todos nos estamos volviendo locos?
No, es un proceso normal del universo. Cuando uno descubre eso es fascinante porque a Stephen Hawking, por ejemplo, le pronosticaron una muerte inminente, pero ya anda por los 70 y pico. No se ha muerto gracias a la energía cuántica, que la aplica en su vida, que la vive. Es una maravilla lo que está pasando, nos estamos acercando cada vez más a ser todos uno solo, que finalmente ese es el mensaje.
¿Qué piensa de sus colegas libretistas de hoy?
Son unos mártires, los admiro. Trabajé un tiempo solamente en Helenita Vargas y lo hice porque me encanta el trabajo que hace CMO y Clara María Ochoa, que fue mi compañera de curso en la universidad, y ella necesitaba su compañera de trabajo. Me encanta esa productora y son muy profesionales, y no tienen ellos la culpa, la culpa la tiene el sistema.
¿Por qué digo que son unos mártires los libretistas? Ya no tienen nombre propio, las historias las cuentan entre cinco. Imagínate la cosa tan difícil. O sea, yo no me apropio de lo que digo, yo no respondo por lo que digo.
Ojalá algún día vuelvan a sentirse dueños de su trabajo. No los critico, pobres, ellos están expuestos a que les exijan los de arriba que aquí necesitamos más de esto o de aquello.
El rating...
El rating, exactamente.
Que si anoche nos fue bien, que si las cifras salieron bien, etcétera.
Exactamente.
¿Dejó a un lado el tema de los libretos y las novelas en la televisión, para dedicarse a la academia?
No he dejado nada, al contrario estoy profundizando. Hice un viaje hace algún tiempo y descubrí las leyes del dharma. Cada uno de nosotros tiene un talento único y una manera única de expresarlo; hay una cosa que cada individuo puede hacer mejor que cualquier otro en el mundo, y eso me ha guiado desde entonces para buscar en mis alumnos su talento único.
Paré para hacer una serie de preguntas de tipo existencial que me llevaron a escribir una metodología, y en esa metodología encontré una cantidad de respuestas muy lindas que ahora comparto con mis alumnos de la Javeriana, de la Tadeo, de la Sabana, y con grupos especiales en conferencias. Me gozo mucho esta etapa.
¿Cómo se llama la metodología?
Tiene un nombre enredadísimo, se llama "la metodología de las categorías múltiples y los límites invisibles". La dramaturgia tiene cuatro categorías: tiempo, espacio, forma y contenido. Y esas cuatro categorías tienen límites y no los tienen, hay que descubrirlos. Creo que este año lo voy a publicar, con la ayuda de los propios estudiantes, que me han ayudado con sus preguntas, con sus dudas.
¿Además, tiene en en proceso otro trabajo editorial?
Estoy estudiando la historia de la televisión con motivo de sus 60 años, con Lucy Nieto de Samper, son memorias e historia. Lucy y yo pertenecemos a dos generaciones y cada una lo va a ver desde su generación, involucrando algunos elementos de nuestra vida. Hemos entrevistado mucha gente, tenemos ya un material grandísimo y lo estamos desarrollando. El libro puede salir muy pronto.
¿La sorprenden tantas series de narcos, futbolistas, cantantes, droga, etc?
Me sorprendió que unos estudiantes me pidieran hablar de narcotráfico y televisión porque escribí la primera serie al respecto, 'La mala hierba'. Me pusieron en crisis porque le tengo mucha prevención a ese tipo de relato.
No es que piense que los libretistas de esas series son unos malvados, no. Los libretistas viven de lo que escriben, y les tocó esta época, qué rico que a mí no me tocó. Le doy todos los días gracias a Dios que no me tocó escribir historias de narcotraficantes.
Pero hoy me tiene muy interesada una investigación que estoy haciendo sobre ¿por qué Hitler, si es un ser que produce tanto desprecio, que uno no lo puede admirar, y por qué Pablo Escobar tienen legiones de seguidores y gente que todavía lo adora? ¿En qué consiste la memoria que hemos tenido de uno y de otro personaje, en qué consiste la forma que se nos ha contado la vida de uno y otro para poder comprender en qué estamos fallando? porque creo que hay una falla descomunal.
¿Qué piensa de series como la dedicada a Diomedes Diaz?
Te confieso que no he visto ni un capítulo porque me produce rechazo el personaje. Es posible que por decir esto un "diomedista" me tire tomates, pero la verdad Diomedes es un personaje que nunca me atrajo, ni su música ni nada de lo suyo.
Nos ha dado por poner en una palestra y sacar a todo lo peor de la sociedad como modelos, y desafortunadamente los modelos pegan y la gente los sigue. Un niño, en un taller, me dijo que en su casa veían 'El Capo', y que su papá decía en voz alta: -malo que haya matado tanta gente y que algún día lo cojan preso, pero ya se gozó la plata.
De alguna manera la gente acomoda todos esos antivalores y los justifica, y eso me parece grave en una sociedad como esta tan propensa a la violencia.
¿Qué opina de los noticieros?
Mucha sangre, mucha exaltación de todo lo violento. En un ejercicio con mis alumnos, vimos un noticiero completo y sólo hubo tres noticias que no tenían sangre, o violaciones, u otras cosas horribles. Tres noticias en media hora. Eso lo resume todo.
¿Qué piensa de sus colegas libretistas de hoy?
Son unos mártires, los admiro. Trabajé un tiempo solamente en Helenita Vargas y lo hice porque me encanta el trabajo que hace CMO y Clara María Ochoa, que fue mi compañera de curso en la universidad, y ella necesitaba su compañera de trabajo. Me encanta esa productora y son muy profesionales, y no tienen ellos la culpa, la culpa la tiene el sistema.
¿Por qué digo que son unos mártires los libretistas? Ya no tienen nombre propio, las historias las cuentan entre cinco. Imagínate la cosa tan difícil. O sea, yo no me apropio de lo que digo, yo no respondo por lo que digo.
Ojalá algún día vuelvan a sentirse dueños de su trabajo. No los critico, pobres, ellos están expuestos a que les exijan los de arriba que aquí necesitamos más de esto o de aquello.
El rating...
El rating, exactamente.
Que si anoche nos fue bien, que si las cifras salieron bien, etcétera.
Exactamente.
¿Dejó a un lado el tema de los libretos y las novelas en la televisión, para dedicarse a la academia?
No he dejado nada, al contrario estoy profundizando. Hice un viaje hace algún tiempo y descubrí las leyes del dharma. Cada uno de nosotros tiene un talento único y una manera única de expresarlo; hay una cosa que cada individuo puede hacer mejor que cualquier otro en el mundo, y eso me ha guiado desde entonces para buscar en mis alumnos su talento único.
Paré para hacer una serie de preguntas de tipo existencial que me llevaron a escribir una metodología, y en esa metodología encontré una cantidad de respuestas muy lindas que ahora comparto con mis alumnos de la Javeriana, de la Tadeo, de la Sabana, y con grupos especiales en conferencias. Me gozo mucho esta etapa.
¿Cómo se llama la metodología?
Tiene un nombre enredadísimo, se llama "la metodología de las categorías múltiples y los límites invisibles". La dramaturgia tiene cuatro categorías: tiempo, espacio, forma y contenido. Y esas cuatro categorías tienen límites y no los tienen, hay que descubrirlos. Creo que este año lo voy a publicar, con la ayuda de los propios estudiantes, que me han ayudado con sus preguntas, con sus dudas.
¿Además, tiene en en proceso otro trabajo editorial?
Estoy estudiando la historia de la televisión con motivo de sus 60 años, con Lucy Nieto de Samper, son memorias e historia. Lucy y yo pertenecemos a dos generaciones y cada una lo va a ver desde su generación, involucrando algunos elementos de nuestra vida. Hemos entrevistado mucha gente, tenemos ya un material grandísimo y lo estamos desarrollando. El libro puede salir muy pronto.
¿La sorprenden tantas series de narcos, futbolistas, cantantes, droga, etc?
Me sorprendió que unos estudiantes me pidieran hablar de narcotráfico y televisión porque escribí la primera serie al respecto, 'La mala hierba'. Me pusieron en crisis porque le tengo mucha prevención a ese tipo de relato.
No es que piense que los libretistas de esas series son unos malvados, no. Los libretistas viven de lo que escriben, y les tocó esta época, qué rico que a mí no me tocó. Le doy todos los días gracias a Dios que no me tocó escribir historias de narcotraficantes.
Pero hoy me tiene muy interesada una investigación que estoy haciendo sobre ¿por qué Hitler, si es un ser que produce tanto desprecio, que uno no lo puede admirar, y por qué Pablo Escobar tienen legiones de seguidores y gente que todavía lo adora? ¿En qué consiste la memoria que hemos tenido de uno y de otro personaje, en qué consiste la forma que se nos ha contado la vida de uno y otro para poder comprender en qué estamos fallando? porque creo que hay una falla descomunal.
¿Qué piensa de series como la dedicada a Diomedes Diaz?
Te confieso que no he visto ni un capítulo porque me produce rechazo el personaje. Es posible que por decir esto un "diomedista" me tire tomates, pero la verdad Diomedes es un personaje que nunca me atrajo, ni su música ni nada de lo suyo.
Nos ha dado por poner en una palestra y sacar a todo lo peor de la sociedad como modelos, y desafortunadamente los modelos pegan y la gente los sigue. Un niño, en un taller, me dijo que en su casa veían 'El Capo', y que su papá decía en voz alta: -malo que haya matado tanta gente y que algún día lo cojan preso, pero ya se gozó la plata.
De alguna manera la gente acomoda todos esos antivalores y los justifica, y eso me parece grave en una sociedad como esta tan propensa a la violencia.
¿Qué opina de los noticieros?
Mucha sangre, mucha exaltación de todo lo violento. En un ejercicio con mis alumnos, vimos un noticiero completo y sólo hubo tres noticias que no tenían sangre, o violaciones, u otras cosas horribles. Tres noticias en media hora. Eso lo resume todo.
