Una encuestarealizada semanas atrás reveló que el Barcelona es el equipo de fútbol más popular del mundo, producto de sus recienteslogros deportivos que incluyen dos ligas locales, una Liga de Campeones de Europa, una Supercopa de Europa, un Mundial de clubes y una Copa del Rey, todos logrados en menos de dos años. De la mano de Lionel Messi y respaldado por más de un siglo de historia, el equipo catalán brilla hoy por encima de todos en el firmamento futbolístico, incluso del Real Madrid, su más acérrimo rival.
El Futbol Club Barcelona de hoy, con sus ciento setenta mil socios, su estadio para cien mil personas y sus más de cien títulos es el hijo que se le creció a Joan Gamper, su fundador, un suizo que llegó a Catalunya a finales del Siglo XIX luego de haber fundado en su país natal al FC Zurich, doce veces campeón de la liga suiza.
Eran otras épocas, tiempos en los queel fútbol era un pasatiempo de aficionados y los equipos se armaban con las uñas. Famoso es el aviso clasificado que apareció en 1899 en el diario Sport de Barcelona, pagado por el mismo Gamper, que decía lo siguiente: “Nuestro amigo y compañero Mr. Hans Gamper, de la sección de Foot-Vall de la Sociedad Los Deportes y antiguo campeón suizo, deseoso de poder organizar algunos partidos en Barcelona, ruega a cuantos sientan aficiones por el referido deporte se sirvan ponerse en relación con él, dignándose al efecto pasar por esta redacción los martes y viernes por la noche de 9 a 11”.
Unos cuantos se presentaron al martes siguiente y acordaron, entre varios puntos, usar el azul y el granate en la camiseta y pagar una cuota mensual de dos pesetas de la época. Hoy los colores se mantienen, pero el dinero que mueve el club se ha elevado hasta la infinita potencia.
El FC Barcelona genera casi cuatrocientos millones de euros al año, segundo después del Real Madrid, aunque se da el lujo de no tener patrocinio en su camiseta, algo que todos los equipos del mundo hacen para aumentar sus ganancias. El actual campeón de España mantuvo inmaculado el frente de su camiseta hasta que en 2006 se lo cedió a la UNICEFpor razones humanitarias, ya que no recibe un euro por promocionarla. El equipo podría vender ese espacio en 25 millones de euros anuales, y aunque los oferentes no le faltan, en el club piensan que los beneficios sociales y económicos por la alianza con UNICEF supera con creces tal cifra.
De todas formas, dinero entra por todos lados. Que el equipo no exhiba un patrocinador en su uniforme no significa que no tenga alianzas comerciales. Nike, Audi, la aerolínea Turkish Airlines, la cerveza Estrella Damm, el banco La Caixa y la Televisión de Catalunya son sus socios oficiales, y cada uno aporta algo cercano a los dos millones de euros por temporada. Nike, además, renovó el contrato como proveedor oficial de la indumentaria del club por cuarenta millones de euros hasta 2018.
Por cada partido amistoso, el Barcelona cobra otros dos millones de euros, además del transporte, alojamiento, alimentación y derechos de televisión, que no bajan del millón de euros. Hace poco los empresarios que llevaron al club a una gira por Asia se negaron a pagar los dos millones de un partido en Corea si Lionel Messi no jugaba (querían guardarlo después del ajetreo del Mundial de Sudáfrica) y amenazaron además con no transmitir el partido y cobrar la póliza de garantía de doscientos mil euros. Resultado: el argentino jugó el segundo tiempo.
Una visita al museo del Barcelona cuesta diecisiete euros, y cada año lo visitan un millón doscientas mil personas, siendo el más concurrido de toda Catalunya, por encima del Dalí y el Picasso. El lugar se encuentra adentro del estadio mismo y fue remodelado este año y el recorrido incluye una mirada a la historia del club, todo en formato digital, con pantallas táctiles e imágenes interactivas. Además, se puede visitar el terreno de juego, los camerinos y la sala de prensa donde se hacen las conferencias después de los partidos. Todo termina en la tienda del Barcelona, donde se puede comprar la camiseta oficial en setenta y cinco euros, pero también dulces a dos euros, lápices a uno con cincuenta y hasta platos de comida para mascotas a doce, todos con el escudo del equipo.
La historia del FC Barcelona es tan larga como ancha, llena de datos exóticos, trágicos y exitosos. Su máximo goleador es Paulino Alcántara, nacido en Filipinas, que marcó 357 goles en igual número de partidos, cifra que ni la mejor versión de Messi parece capaz de romper; su vigésimo segundo presidente, Josep Suñol, fue fusilado por tropas franquistas en 1936, cuando apenas llevaba un año en el cargo. Por último, el programa más visto de la televisión española en 2009 fue la final de la Liga de Campeones, en la que el equipo venció al campeón reinante, Manchester United.
Así, la próxima vez que vea asaltar al campo de juego a once jugadores con camisetas azul y grana recuerde que está al frente de varios de los atletas más capaces del mundo, pero también frente a auténticas máquinas de hacer dinero.
Unos cuantos se presentaron al martes siguiente y acordaron, entre varios puntos, usar el azul y el granate en la camiseta y pagar una cuota mensual de dos pesetas de la época. Hoy los colores se mantienen, pero el dinero que mueve el club se ha elevado hasta la infinita potencia.
El FC Barcelona genera casi cuatrocientos millones de euros al año, segundo después del Real Madrid, aunque se da el lujo de no tener patrocinio en su camiseta, algo que todos los equipos del mundo hacen para aumentar sus ganancias. El actual campeón de España mantuvo inmaculado el frente de su camiseta hasta que en 2006 se lo cedió a la UNICEFpor razones humanitarias, ya que no recibe un euro por promocionarla. El equipo podría vender ese espacio en 25 millones de euros anuales, y aunque los oferentes no le faltan, en el club piensan que los beneficios sociales y económicos por la alianza con UNICEF supera con creces tal cifra.
De todas formas, dinero entra por todos lados. Que el equipo no exhiba un patrocinador en su uniforme no significa que no tenga alianzas comerciales. Nike, Audi, la aerolínea Turkish Airlines, la cerveza Estrella Damm, el banco La Caixa y la Televisión de Catalunya son sus socios oficiales, y cada uno aporta algo cercano a los dos millones de euros por temporada. Nike, además, renovó el contrato como proveedor oficial de la indumentaria del club por cuarenta millones de euros hasta 2018.
Por cada partido amistoso, el Barcelona cobra otros dos millones de euros, además del transporte, alojamiento, alimentación y derechos de televisión, que no bajan del millón de euros. Hace poco los empresarios que llevaron al club a una gira por Asia se negaron a pagar los dos millones de un partido en Corea si Lionel Messi no jugaba (querían guardarlo después del ajetreo del Mundial de Sudáfrica) y amenazaron además con no transmitir el partido y cobrar la póliza de garantía de doscientos mil euros. Resultado: el argentino jugó el segundo tiempo.
Una visita al museo del Barcelona cuesta diecisiete euros, y cada año lo visitan un millón doscientas mil personas, siendo el más concurrido de toda Catalunya, por encima del Dalí y el Picasso. El lugar se encuentra adentro del estadio mismo y fue remodelado este año y el recorrido incluye una mirada a la historia del club, todo en formato digital, con pantallas táctiles e imágenes interactivas. Además, se puede visitar el terreno de juego, los camerinos y la sala de prensa donde se hacen las conferencias después de los partidos. Todo termina en la tienda del Barcelona, donde se puede comprar la camiseta oficial en setenta y cinco euros, pero también dulces a dos euros, lápices a uno con cincuenta y hasta platos de comida para mascotas a doce, todos con el escudo del equipo.
La historia del FC Barcelona es tan larga como ancha, llena de datos exóticos, trágicos y exitosos. Su máximo goleador es Paulino Alcántara, nacido en Filipinas, que marcó 357 goles en igual número de partidos, cifra que ni la mejor versión de Messi parece capaz de romper; su vigésimo segundo presidente, Josep Suñol, fue fusilado por tropas franquistas en 1936, cuando apenas llevaba un año en el cargo. Por último, el programa más visto de la televisión española en 2009 fue la final de la Liga de Campeones, en la que el equipo venció al campeón reinante, Manchester United.
Así, la próxima vez que vea asaltar al campo de juego a once jugadores con camisetas azul y grana recuerde que está al frente de varios de los atletas más capaces del mundo, pero también frente a auténticas máquinas de hacer dinero.
