16 años duró el calvario para volver a un mundial

Publicado por: admin el Sáb, 12/10/2013 - 04:01
Cuando David Beckham marcó ese gol de tiro libre en Lens ni el más pesimista de los colombianos imaginó que con la eliminación certificada de Francia 98 el regreso a un mundial demoraría tanto. G
Cuando David Beckham marcó ese gol de tiro libre en Lens ni el más pesimista de los colombianos imaginó que con la eliminación certificada de Francia 98 el regreso a un mundial demoraría tanto. Generaciones que no escucharon el himno nacional sonar en Japón, Corea, Alemania o Sudáfrica. Hoy, tras el drama vivido en Barraquilla, Colombia tiene tiquete a Brasil 2014. Varios errores se cometieron durante estos años. La generación dorada dejó de brillar y no pudo ser reemplazada. Ahora, con sangre joven, Colombia ha vuelto a sus años mozos. Exceso de confianza “A quien cojamos mal parados los goleamos”, fue la frase que sentenció a Javier Álvarez, el encargado de la selección tras el mundial 98; y el goleado fue Colombia. Con algunos históricos quemando sus últimos cartuchos, la nueva generación no estuvo a la altura y quedó demostrado en la Copa América 1999 y el preolímpico del 2000. Colombia humilló a Argentina en el torneo de continental celebrado en Paraguay aquella vez que Martín Palermo erró tres penales. El recambio parecía garantizado con la aparición de jóvenes valores entre ellos Johnnier Montaño, pero el sueño se truncó ante Chile en cuartos de final. El preolímpico era la vitrina perfecta para ver a la nueva generación de futbolistas. En un plantel donde destacaban Mayer Cándelo, Jairo Castillo y Fabián Vargas, entre otros, la gran deuda fue la parte mental y un 9-0 concluyente ante Brasil dejó a Colombia fuera de las olimpiadas de Sídney y  bajó a Álvarez del timonel de la selección. Luis Augusto García se hizo cargo de la eliminatoria rumbo a 2002 y a pesar de mantenerse entre los mejores cinco de la clasificación de la CONMEBOL en gran parte del torneo, los dirigentes decidieron cortar el proceso a medio camino luego de una derrota ante Brasil, tras aducir que “no era lo que pretendían de la selección”. Pese al fútbol pragmático que profesaba aquel seleccionado a inicios del milenio, lo que finalmente le jugó en contra al ‘Chiqui’ fue la convocatoria a varios jugadores polémicos, entre ellos su hijo. Vivir del recuerdo Los dirigentes de la Federación Colombiana de Fútbol, con Álvaro Fina a la cabeza, resolvieron volver a confiar en Francisco Maturana. El exitoso entrenador de los años 90 devolvió a Colombia el juego habitual del toque-toque, pero no así sus resultados a pesar de conseguir la Copa América por primera vez en la historia. El trofeo levantado en 2001 en condición de local no bastó para hacer una mejor eliminatoria y clasificar al mundial celebrado en Asia. A pesar de ello, Pacho continuó en el banquillo. Colombia tuvo una aceptable actuación en la Copa Confederaciones 2003 perdiendo con Camerún en semifinales, pero con la ilusión de recibir por fin a un heredero del ‘Pibe’ Valderrama; su nombre, Giovanni Hernández. La actuación del ‘Príncipe’ en Saint Ettiene le daba alas al sueño colombiano de cara a Alemania 2006. Tres derrotas consecutivas al inicio de la eliminatoria hicieron que Maturana dimitiera rápidamente. En la dualidad de si elegir un entrenador extranjero o uno nacional, las riendas las tomó Reinaldo Rueda de manera provisional. Una seguidilla de buenos resultados hizo que se quedara de manera oficial. No obstante, la irregularidad primó en la selección de Rueda y como cuatro años atrás, en Asunción se acabó el sueño colombiano. El ciclo terminó con una gira por Europa previa al mundial, pero sin clasificar. Pérdida de identidad La falta de resultados metió a Colombia en un agujero negro. Opinión pública, dirigentes y jugadores se peleaban por elegir cuál debía ser el futuro de la selección. Algunos querían conservar el estilo que tantos frutos dio en la década del 90, mientras que otros clamaban a voces que era necesario un cambio. La discusión terminó con la llegada de Jorge Luis Pinto, entrenador que había sacado a Cúcuta Deportivo campeón en 2006. El pragmático director técnico empezó con pie izquierdo. La Copa América 2007 disputada en Venezuela fue una decepción más sumada a la lista de fracasos del nuevo milenio: Colombia eliminada en primera ronda. Sin embargo, Pinto fue ratificado y al inicio de la eliminatoria rumbo a Sudáfrica el semblante pareció otro. La selección cosechó ocho puntos en las primeras cuatro jornadas, con triunfo ante Argentina incluido. Empates en Perú y Ecuador, y sendas derrotas ante Uruguay y Chile, acabaron con la paciencia de los dirigentes que a pesar de los puntos obtenidos, no se mostraban contentos con el juego. Eduardo Lara fue el encargado de devolverle la confianza a la selección, pero en Medellín, ante el Chile de Marcelo Bielsa, las ilusiones colombianas quedaron sepultadas una vez más un diez de octubre de 2009. Un ‘bolillazo’ Falcao, Ospina, James Rodríguez, Macnelly Torres, nombres que empezaban a aparecer pero que en la selección Colombia no rendían como en sus clubes. La Federación Colombiana de Fútbol apostó una vez más por Hernán Darío Gómez de cara a la Copa América de Argentina y asistir a Brasil 2014. En la cita continental el equipo de ‘Bolillo’ se mostró bien, aunque jugando a la defensiva. Sin embargo, los méritos cosechados por Gómez quedaron empañados por un escándalo personal que lo hizo alejarse del seleccionado a pocos días de iniciar la eliminatoria. Apelando a la estrategia usada anteriormente, Leonel Álvarez sucedió a ‘Bolillo’ pero el triunfo inicial en La Paz no le dio crédito al paisa, que tras sacar uno de seis en Barranquilla, fue despedido. El man es Péker… man. Gerardo Martino dijo no a la selección. Luego de coquetear por un mes, Colombia seguía sin entrenador y sin rumbo en su horizonte. Una protagonista inesperada, de padre argentino pero nacida en Medellín, hizo lo que no pudieron los dirigentes. “Papá, tenés que llevar a Colombia al mundial”, le dijo Vanessa Pékerman al oído a su padre don José, que jamás pensó dirigir a una selección que no fuera la de su natal Argentina. Pero Vanessa lo logró, la federación negoció y José Pékerman le dijo sí a Colombia el 5 de enero de 2012. Ganando todos los juegos de local que disputó en Barranquilla; consolidándose como el mejor visitante de toda la eliminatoria, alcanzando el podio de la clasificación mundial, el entrenador de 64 años le cumplió la promesa a su hija y a toda una nación que esperó volver a un mundial durante 16 largos años. Colombia estará en Brasil. En twitter: @RomanGomez