En Quibdó existe una infinidad de barreras socioeconómicas, visibles e invisibles, que crean estigmatización y segregación en la comunidad. A pesar de esto, algunos jóvenes se han propuesto construir paz para mostrar otro futuro que no sea la criminalidad.
La capital del Chocó, en la actualidad cuenta con una población estimada de 129.237 habitantes, según el DANE (2021). Estas cifras han aumentado en los últimos años por causa del desplazamiento forzado por el conflicto armado. Como consecuencia, miles de personas de las zonas rurales llegan a la ciudad a engrosar la lista de empobrecimiento. Sin duda, esas condiciones alimentan la ya abultada problemática de violencia.
Es evidente la difícil situación que viven los habitantes de la zona norte de la ciudad. De los casi 130 mil habitantes, en dicha zona se ubican alrededor de 40.000 personas, de las cuales cerca de un 90% ha sido víctima de desplazamiento.
“La Norte” como le llaman coloquialmente, tiene 23 barrios, en donde la gran mayoría de sus habitantes son desplazados de municipios aledaños. Allá no hay parques, ni espacios deportivos adecuados; las escuelas no cuentan con adecuaciones idóneas, ni material pedagógico y audiovisual, mucho menos con herramientas tecnológicas. Esta situación contribuye a la deserción escolar, lo que a su vez les abre a muchos de estos niños y adolescentes el camino a la criminalidad y a la violencia juvenil.
De allí, paradójicamente viene Leidy Marcela Hurtado Bejarano, una joven quibdoseña, que a sus escasos 21 años se ha propuesto hacerle un quite a esas narrativas estigmatizantes de su sector a través de sus capacidades, crear y construir iniciativas disruptivas que aporten a cerrar las brechas de inequidad de su región.
Para los pobladores de la zona norte, las oportunidades de ver un mejor futuro son muy limitadas, pero su padre, Don Leofanor Hurtado, un maestro de obra de esos que hacen hasta edificios y Doña Heidy Somalia Bejarano, propietaria de un pequeño negocio de abarrotes, allá en el barrio Obrero, donde viven, sembraron en ella y en sus 4 hermanos, todos varones, principios y valores que la acompañarán siempre y que muy seguramente inculcará en su descendencia.
En la actualidad, Quibdó tiene una de las tasas de desempleo más alta del país, con 21,9%, en contraste con la tasa de desempleo en Colombia 12,3% (Informe DANE mayo de 2022). Además, posee una informalidad laboral, con alta representación de madres cabezas de hogar. Las mujeres, al no tener oportunidades laborales, se ven obligadas a ocuparse como empleadas domésticas, venta de chance, manicure, peluquería y otras labores poco remuneradas.
El culpable es el estado y por supuesto los pésimos gobernantes de la región, que no destinan correctamente los pocos recursos que envían desde Bogotá para inversión social, sino que terminan en sus bolsillos. Esto deja como resultado que niños y jóvenes, al no encontrar que hacer, sucumban a actividades delictivas.
Pero Leidy Marcela, tenía muy claro, desde que estudiaba la primaria en la sede del Pedro Grau y Arola de su barrio, que su destino seria otro. Por eso cuando continuó su secundaria en el colegio IEFEM, cambio su pasión del estudio del derecho, porque se enamoró de los idiomas y entonces decidió estudiar Lenguas Modernas con énfasis en inglés en la Universidad Tecnológica del Chocó, UTCH, donde cursa 10°.
Adicional a eso, es becada de Jóvenes Rurales desde el tercer semestre y hace parte de la Escuela de Robótica Del Chocó que dirige Jimmy García Caicedo.
Ha participado en los programas Innovation Girl, donde ocupó el primer puesto en la feria de emprendimientos con el proyecto Idiomas En Señas, además es parte del programa Rio Software.
Ya antes había estado con “Dale Equidad” una iniciativa de la corporación Manos Visibles, que dirige la Ex ministra Paula Moreno.
Hace poco pudo cumplir su sueño de viajar a Estados Unidos, gracias al Programa Diáspora Connect, un proyecto financiado por el Fondo de Innovación de 100,000 Strong in the Americas, programa de capacitación entre los Estados Unidos y Colombia con el apoyo de ICETEX y el Departamento de Estado, de los EE. UU.
Diaspora Connect refleja el deseo de Howard University, la Universidad del Valle y la Universidad Tecnológica del Chocó, de apoyar y animar a los estudiantes afrodescendientes en la búsqueda y finalización de sus estudios superiores y al mismo tiempo, brindarles una experiencia internacional transformadora. Leidy fue una de los 5 estudiantes elegidos para ir a Washington D.C.
“Ha sido una de mis mejores experiencias ya que tuve la posibilidad de ir al Departamento de Estado y a la Embajada de Colombia en los Estados Unidos, donde tuvo la oportunidad de interactuar con el Embajador Luis Gilberto Murillo.
Conoció museos, lugares turísticos y viajó al Estado de Cambridge a la conmemoración de la Harriet Tubman Statue, además interactuar con los estudiantes de Howard University, una de las más importantes HBCUs de USA, asistir a eventos y workshops sobre temas de la diáspora africana”. Nos contó visiblemente emocionada. Pero ¿Cómo hace para estar en todo? Ni ella misma sabe. Pura pasión y disciplina y con la frase de Goyo de Chocquibtown siempre en su cabeza: “No se rinde el que nació en donde por todo hay que luchar”.
Gracias al proyecto Metamorfosis, que dirige la chocoana Mabel Torres, ex ministra de ciencias, tecnología e innovación, Leidy Marcela y otros jóvenes emprendedores, tendrán la oportunidad de hacer sus sueños realidad. Esta ambiciosa apuesta, con sponsors como Bancolombia y la Vicepresidenta Francia Márquez, que prometió ampliar el financiamiento de 25 emprendimientos a 20 mil, entre los que muy seguramente estará Idiomas En Señas.
Idiomas En Señas es una plataforma educativa digital para aprender el lenguaje de señas en diferentes idiomas y así las personas con discapacidad auditiva tengan la posibilidad de aprender a comunicarse en su propia lengua nativa e interactuar, no solo con personas sordas si no también con oyentes y cerrar brechas de exclusión social, educativa y laboral.
Al conversar más al respecto con ella, se le iluminan los ojos. “Esperamos generar un movimiento en donde la inclusión de la comunidad sorda, no solo dependa de ella sino de todos y fomentar procesos de enseñanza-aprendizaje en escuelas y programas”.
La violencia en Quibdó es una realidad que está causando estragos y debilitando una hermosa ciudad que además tiene una historia de atraso, abandono, corrupción y falta de planes de desarrollos que enfaticen en políticas para fortalecer a los más vulnerables. Sin embargo, hay quienes han querido cambiarla, a pesar de que todo juegue en contra y Leidy Marcela Hurtado definitivamente es una de ellas.
