Los efectos del cambio climático son evidentes. El mundo transita un camino hacía una crisis sin precedentes. Muchos son conscientes de ello. Otros no. De acuerdo a cifras del portal ‘Ojo al clima’, la liberación “indiscriminada e irresponsable” de gases de efecto invernadero está aumentando la temperatura del planeta, lo que podría tener “dramáticas consecuencias”. De acuerdo a los científicos, un alza de la temperatura en más de 3º centígrados, podría ser catastrófico para el planeta. Hay que evitar eso a toda costa.
“Algunos de los efectos que los científicos predijeron en el pasado están ocurriendo y el más evidente es el aumento en temperatura con mayores concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera. Otros impactos incluyen la pérdida de hielo, el aumento en nivel del mar y cambios en patrones de nieves y olas de calor. Estos y otros impactos observados se detallaron en la sección de Evidencia”, informaron.
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La necesidad de prevenir y evitar esa clase de consecuencias fue uno de los principales objetivos del Acuerdo de París, hecho en 2015, que se dio en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el cambio climático. Además, la reunión buscaba reforzar el Protocolo de Kioto, vigente hasta el año 2020.
En la Conferencia participaron 195 países. De acuerdo al documento, el objetivo es “reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobreza”.
Foto: Shutterstock[/caption]
De acuerdo con BBC, las consecuencias, de este impulso de la Casa Blanca podrían “generar un efecto dominó”. “No sólo podría afectar el medio ambiente, dijo el medio, sino la economía y las relaciones internacionales”.
Una de las primeras consecuencias, de acuerdo a John Sterman, profesor del Instituto de tecnología de Massachusetts, (MIT), es que “podría haber una cascada de erosión de las metas (del acuerdo), que podrían socavarlo y desintegrarlo. Y esto francamente plantea el riesgo de una catástrofe global, lo digo con toda la deliberación necesaria”.
Hay otros expertos que indican en que si bien la decisión de Trump es un durísimo golpe a los esfuerzos mundiales por controlar el cambio climático, no sería suficiente para socavar esos impulsos, “así como los grandes adelantos en la creación de energía limpia barata”.
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Por otro lado Sterman explicó que por presiones populistas y nacionalistas, otros querrían imitar a Trump. “Algunas de las naciones en desarrollo pueden decir: 'Esto es otro esfuerzo hegemónico neocolonial de EE.UU. para hacer lento nuestro desarrollo económico y no lo permitiremos, así que no cumpliremos nuestros compromisos de París”, dijo a BBC.
Sin duda, los recursos que en algún momento el gobierno de los Estados unidos destinó a la investigación sobre energías alternativas también disminuirá. Paralelo a ello habrá incertidumbre en “los negocios y las inversiones en energía renovable limpia, que fueron un elemento clave detrás del acuerdo de París”.
Trump no ha encontrado mucho respaldo. Desde la ONU se ha dicho que Estados Unidos debe seguir siendo líder en temas climáticos. Barack Obama, quien estuvo a la cabeza de los Acuerdos expresó que “aunque este Gobierno se une a un puñado de países que rechazan el futuro, confío en que nuestros estados, empresas y ciudades darán un paso al frente. Hace un año y medio, el mundo se unió en París en torno al primer acuerdo global para situarnos en el camino de las bajas emisiones de carbono y proteger al planeta que dejamos a nuestros hijos”.
La liberación “indiscriminada e irresponsable” de gases de efecto invernadero está aumentando la temperatura del planeta, lo que podría tener “dramáticas consecuencias”.Tres acciones se tomarán en cuenta para cumplirlo: “1) Mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático; 2) Aumentar la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático y promover la resiliencia al clima y un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, de un modo que no comprometa la producción de alimentos; 3) Elevar las corrientes financieras a un nivel compatible con una trayectoria que conduzca a un desarrollo resiliente al clima y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero”. Hasta ahora, el Acuerdo ha sido firmado por 97 países. Estados Unidos no es uno de esos países. Siria y Nicaragua tampoco lo han firmado. Inicialmente, durante el gobierno de Obama, la potencia del norte había aceptado el Acuerdo; sin embargo, la administración Trump anunció que se retiraría. “Para cumplir mi solemne deber de proteger a EE.UU. y sus ciudadanos, Estados Unidos se retirará del acuerdo climático de París”. [single-related post_id="69428"] El mandatario ha dicho que buscará que el acuerdo se negocie en “términos justos para los Estados Unidos”. “Trabajaré para garantizar que Estados Unidos se mantenga como el líder mundial en temas ambientales, pero bajo un marco que sea justo. No queremos que otros países se rían de nosotros. No lo harán. Fui elegido para representar a los ciudadanos de Pittsburg, no de París”, dijo. Para Trump, el problema es, sobretodo, económico. Insiste en que el mundo quiere imponer a su país responsabilidades económicas “draconianas” y que lo que se quiere es una “redistribución masiva de la riqueza estadounidense a otros países”.
“Para cumplir mi solemne deber de proteger a EE.UU. y sus ciudadanos, Estados Unidos se retirará del acuerdo climático de París”. TrumpLa renegociación del Acuerdo es imposible. En un comunicado conjunto firmado por Emmanuel Macron, presidente de Francia, Angela Merkel, canciller de Alemania, y Paolo Gentiloni, primer ministro italiano, se ha dicho que “estamos completamente convencidos de que el Acuerdo de París no se puede volver a negociar, ya que es un instrumento vital para nuestro planeta, nuestras sociedades y nuestras economías”. Las reacciones internacionales han sido de desasosiego. Nadie, en realidad, ha respaldado la decisión de Trump. En la ONU dijeron que era fundamental que Estados Unidos siguiera siendo líder en la lucha contra del cambio climático. Las consecuencias de esa decisión aún no son claras. Lo único claro que es no serán buenas para el clima. El dato: Estados Unidos es el segundo país que emite gases de invernadero en el mundo. [caption id="attachment_700139" align="alignnone" width="1024"]
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De acuerdo con BBC, las consecuencias, de este impulso de la Casa Blanca podrían “generar un efecto dominó”. “No sólo podría afectar el medio ambiente, dijo el medio, sino la economía y las relaciones internacionales”.
Una de las primeras consecuencias, de acuerdo a John Sterman, profesor del Instituto de tecnología de Massachusetts, (MIT), es que “podría haber una cascada de erosión de las metas (del acuerdo), que podrían socavarlo y desintegrarlo. Y esto francamente plantea el riesgo de una catástrofe global, lo digo con toda la deliberación necesaria”.
Hay otros expertos que indican en que si bien la decisión de Trump es un durísimo golpe a los esfuerzos mundiales por controlar el cambio climático, no sería suficiente para socavar esos impulsos, “así como los grandes adelantos en la creación de energía limpia barata”.
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Por otro lado Sterman explicó que por presiones populistas y nacionalistas, otros querrían imitar a Trump. “Algunas de las naciones en desarrollo pueden decir: 'Esto es otro esfuerzo hegemónico neocolonial de EE.UU. para hacer lento nuestro desarrollo económico y no lo permitiremos, así que no cumpliremos nuestros compromisos de París”, dijo a BBC.
Sin duda, los recursos que en algún momento el gobierno de los Estados unidos destinó a la investigación sobre energías alternativas también disminuirá. Paralelo a ello habrá incertidumbre en “los negocios y las inversiones en energía renovable limpia, que fueron un elemento clave detrás del acuerdo de París”.
Trump no ha encontrado mucho respaldo. Desde la ONU se ha dicho que Estados Unidos debe seguir siendo líder en temas climáticos. Barack Obama, quien estuvo a la cabeza de los Acuerdos expresó que “aunque este Gobierno se une a un puñado de países que rechazan el futuro, confío en que nuestros estados, empresas y ciudades darán un paso al frente. Hace un año y medio, el mundo se unió en París en torno al primer acuerdo global para situarnos en el camino de las bajas emisiones de carbono y proteger al planeta que dejamos a nuestros hijos”.
