El amor fue intenso pero se lo llevó la selva. Fueron seis años de secuestro que borraron toda huella de afecto, lo cual hará del divorció entre Juan Carlos Lecompte e Ingrid Betancourt una pelea tan intensa y pasional como sus dos protagonistas.
Para luchar por la liberación de Íngrid, Lecompte cargó un 'dummy' por el mundo y se tatuó su imagen en el brazo. Ella no actuó de la misma manera. El día de su liberación, en las escalerillas del avión que la devolvió a casa luego de la Operación Jaque, Ingrid no determinó a Lecompte. Luego, la ex candidata presidencial anunció que viajaría a París solo con sus hijos. El cariño y los recuerdos gratos habían quedado enterrados. Desde entonces, Ingrid y Lecompte se han acusado de consumo de droga, adulterio y aprovechamiento de la sociedad conyugal. Ahora lo que está en juego, después de sinsabores y ofensas, es dinero. Mucho dinero.
El divorcio fue radicado el 14 de enero de 2009 pero solo el pasado 30 de noviembre se le dio fin. Ese día se encontraron los dos apoderados: Gabriel Devis Morales, representante de Ingrid, y Eli Abel Torrado, de Lecompte, para realizar una de las audiencias de alegato en el Juzgado 15 de Familia. El proceso se quiso mantener desde el inicio en el plano de lo íntimo pero tomó vuelo por la cantidad de personas involucradas como testigos entre las demandas y contra demandas.
La obsesión de Lecompte por Íngrid lo llevó a tatuar su imagen y a cargar un 'dummy' suyo por el mundo.
Por ese despacho pasaron incluso ex secuestrados como John Frank Pinchao y Luis Eladio Pérez, entre otros, para constatar la verdad de una información privada que insinuaba el libro ‘Lejos del infierno’, escrito por los norteamericanos Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves, sobre una posible relación amorosa extramatrimonial de Ingrid durante el cautiverio.
Torrado, abogado de Lecompte, propuso el mismo 30 de noviembre llegar a un acuerdo para clausurar el tema del divorcio de la mejor manera posible. Devis, el apoderado de Ingrid, aceptó y ambas partes le comunicaron su decisión al juez de la causa. El administrador de justicia declaró concluido el matrimonio que a lo largo de muchos años tuvo una explosiva mezcla de amor, rabia y resentimiento. Pero para hacerlo efectivo era necesario tocar un punto crucial: la disolución de la sociedad conyugal. Que equivale a hablar de dinero.
Lecompte se siente con derecho sobre el 50% del patrimonio constituido en los años de unión, como lo establece la ley. Y va a pelearlo. No está dispuesto a que Ingrid se quede con las propiedades que adquirieron juntos desde la formalización de su matrimonio, en 1997. Está en juego un apartamento en París (Francia) en la calle 17 Malebranche 75005, cuya referencia catastral es la 05BI29, que tiene un valor comercial cercano a los 600.000 euros; una casa de campo y dos lotes en Idaho (Estados Unidos) en la dirección 18 W 500 S, además de un apartamento en Bogotá.
Lecompte pide el 50% del apartamento en París y de las regalías de los libros que superan los 6 millones de dólares.
Pero hay más. Como el divorcio solo se formalizó legalmente el pasado 30 de noviembre, Lecompte va a pelear parte de las regalías por derechos de autor que Ingrid ha obtenido de la publicación de sus dos libros: ‘La rabia en el corazón’, y ‘No hay silencio que no termine’. Los asesores jurídicos de Lecompte solicitaron el embargo de sus ganancias obtenidas en el Grupo Santillana., Grijalbo Mondadori, Editorial Planeta, Editorial Gallimard y Editorial XO Editions, que han manejado en los distintos países los libros.
Ingrid ha recibido más de seis millones de dólares por ‘No hay silencio que no termine’. Cuando fue liberada, le entregaron un cheque de 500.000 euros de regalías por el primero de sus libros, ‘La rabia en el corazón’, que se publicó originalmente en francés con el nombre ‘La rage au coeur’, y que editó en español Grijalbo Mondadori.
Los abogados de Lecompte solicitaron también el embargo de los derechos contractuales de una sociedad constituida por Ingrid en Panamá denominada Antee Housing Corporation. Nadie sabe cuánto dinero se ha movido allí, lo cierto es que esa sociedad celebró un contrato bancario con The Jackson State Bank en Estados Unidos para la adquisición de la propiedad que la pareja tiene en Idaho.
El sargento Pinchao fue llamado a testificar para confirmar afirmaciones de este libro sobre una posible relación extra matrimonial de Íngrid en cautiverio.Pero hay algo aún más curioso. Durante la investigación para ubicar las cuentas y propiedades de la pareja, se ha conocido que en sus cuentas de España, Francia, Panamá y Estados Unidos, Ingrid utiliza su mismo nombre, pero con distinto apellido. Por ejemplo: Ingrid Betancourt, Ingrid Pulecio, Ingrid Delluove Pulecio, que es su nombre de casada con el padre de sus dos hijos, Mélanie y Lorenzo.
Todavía no se conoce la reacción de Ingrid a la solicitud de embargo de sus cuentas y las regalías de sus libros. Pero se prevé una reacción visceral, como es costumbre en ella. Pero esta vez las decisiones no serán unilaterales porque están de por medio los estrados judiciales. La pelea apenas comienza.