A diferencia de otros artistas, antes de empezar a pintar, Yady no prepara sus implementos como los demás, no sostiene el lienzo con las manos ni pone las pinturas que utilizará en su recipiente. El
A diferencia de otros artistas, antes de empezar a pintar, Yady no prepara sus implementos como los demás, no sostiene el lienzo con las manos ni pone las pinturas que utilizará en su recipiente. Ella cuenta con una acompañante incondicional que la apoya en las labores logísticas y de materiales para hacer sus obras a todo color como girasoles, tulipanes, mariposas, caballos, desnudos, naturaleza y bodegones.
Para pintar utiliza un licornio, aparato especialmente diseñado para ponerse en la cabeza y con el cual puede sostener un instrumento, en este caso su pincel. A pesar de que no puede hablar, a través de gestos logra comunicarse y decir qué quiere pintar y cuándo lo quiere hacer, además de otras actividades que disfruta como escuchar salsa romántica, ver fútbol e ir a misa.
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A los 37 años de edad, con su arte y sus habilidades en pintura, Yady Castrillón no solo asombra, también enseña sobre el valor de la vida y la lucha por los sueños sin importar las limitaciones físicas. Es una artista del municipio de Bello, al norte del Valle de Aburrá, Antioquia, en situación de discapacidad motora por una parálisis cerebral que le impide mover sus extremidades, pero no hacer sus obras de arte.
Yady tiene a Dios entre sus prioridades y su fe es una de las razones que la motiva a seguir con lo que hace dejando un mensaje positivo a los demás. Una de las señales que más valora de la existencia de un ser superior es su mamá, Amparo Osorio, quien actúa como el 'ángel' que la acompaña, la asiste y a sus 66 años sigue el paso a paso de su proceso de formación y superación.
"La discapacidad solo existe en la mente porque todos podemos demostrar nuestras capacidades. Ella es un ejemplo de superación porque tuvo un sueño y nosotras decidimos que nuestra felicidad no dependía de la realidad, sino de nuestra respuesta", dijo Amparo Osorio a KienyKe.com.
Yady le da unas pinceladas a su obra para pulirle algunos detalles. Foto: KienyKe.com.[/caption]
Durante su niñez, tuvo la oportunidad de ingresar a colegios particulares financiada por entidades como Comfama, pero con los años las ayudas se fueron reduciendo. Después de tocar puertas y averiguar dónde conseguir una oportunidad, Amparo logró obtener un cupo en la Institución Educativa Tomás Cadavid de Bello, donde Yady conoció a quien descubriría su talento artístico.
"En esta institución, conocimos a Iván Albeiro Muñoz, un profesor de artes plásticas que es estaba haciendo un reemplazo y cuando conoció a mi hija se dio cuenta de que ella tenía una habilidad especial y un interés por pintar, pues a pesar de su problema físico, ella tiene una capacidad intelectual alta", le relató Amparo Osorio a este medio.
Yady mostró, junto a su madre, su talento artístico durante el Festival de Mujeres de Antioquia. Foto: KienyKe.com.[/caption]
"Yady estaba emocionadísima porque por fin hubo alguien que entendió qué era lo que ella quería decir. La alegría que ella manifestó fue evidente y por medio de sus gestos me expresó que eso era lo que ella quería hacer, pintar", resaltó su madre sobre el conmovedor momento.
El gobernador de Antioquia, Luis Pérez, le declaró su admiración a Yady por sus obras de arte. Foto: KienyKe.com.[/caption]
"Sabemos que las obras pueden ser algo costosas, pero el arte de Yady es invaluable no solo por lo que se ve, sino por lo que transmite. Ella demuestra que no nos podemos dejar vencer por las adversidades y ella me ha ayudado a mí y a muchas personas en tiempos de depresión porque ella sabe lo que hace y lo transmite", resalta Amparo Osorio.
Mientras mueve su cabeza y da pincelazos a su lienzo, Yady permanece concentrada y logra canalizar la energía de sus movimientos involuntarios. Los colores vivos y llamativos que siempre decide utilizar son un puente con el que busca transmitir alegría, la fuerza y la superación.