La tensión política en Venezuela contagió a los más importantes organismos internacionales. Por criticar el sistema democrático del país bolivariano y manifestar su desacuerdo por la ‘no posesión’ de Hugo Chávez el pasado 10 de enero, el embajador de Panamá ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Guillermo Cochez, fue desdicho por el gobierno de Ricardo Martinelli, y de paso destituido del cargo.
Cochez, en recientes tertulias con los representantes de todo el continente, calificó lo que sucede en Venezuela como resultado de una “democracia enferma”. Sin embargo no era la primera vez que defendía una posición tajante contra el sistema de gobierno que impera en Caracas, por eso su destitución causó sorpresa.
“Yo simplemente, como hice lo que me parecía, dije lo que pensaba y lo que me dictaba mi conciencia, resulté condenado en la OEA, y al gobierno de Panamá no le gustó lo que hice por razones que no quisiera considerar”. Dijo a Kien&Ke el ahora exembajador panameño ante la OEA, desde Washington.
Su salida se precipitó el jueves en la tarde. El día siguiente ya había toda clase de comentarios, condenas y beneplácitos ante la primera baja que se produce en el seno de la organización continental, por causa de Venezuela.
El canciller de Panamá, Rómulo Roux fue quien en nombre del gobierno desautorizó a su delegado en la OEA. Dijo además que horas antes de la sesión le habían advertido a Cochez que no hablara en su tono habitual contra el gobierno de Hugo Chávez.
El vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, agradeció al presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, la decisión de destituir a Cochez.
“Sí, es verdad que recibí instrucciones ese jueves en la mañana. Pero así como Roux me habló, yo le respondí diciéndole que iba a seguir mi línea, por la que me había mantenido por tres años y medio. Nunca antes me habían llamado la atención y respetaban mis principios. Si les hacía caso en ese momento, el que quedaba mal iba a ser yo”.
Cochez habla con nostalgia de la OEA, a la que ya no volverá. “Me costó mucho lo que hice. No se imagina cuánto me gustaba estar allá. Pero la OEA se encuentra atada a influencias y presiones económicas. Muchos países allá adentro reciben instrucciones de Caracas o La Habana”.
“Logré mi objetivo”
El diplomático insiste en que sale con la frente en alto, aunque damnificado por fuerzas que, de manera individual, no sería capaz de vencer. “He sido diputado dos veces. He sido alcalde y líder de un partido. Yo entiendo la política. Así que no me siento frustrado. Tengo mis años pero no me voy a quedar quieto, tengo ganas de seguir trabajando. Lo que sí quiero que todos sepan es que cumplí mi deber. Logré que el tema de Venezuela destapara muchas cosas en la OEA y quedara ahí sobre la mesa. Eso es un éxito y logré mi objetivo”, insistió.
Pero la crítica al sistema venezolano, incluso para Cochez, puede ser una discusión muerta en el actual momento de la OEA. “Los países del Caribe y del Alba (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) dependen de las prebendas de Venezuela. Países como Chile tienen una política de no hablar de nada. Y Brasil también tiene sus intereses económicos y no los pondrá en discusión. Solo se oponen Estados Unidos y Canadá”.
Y agregó en sus querellas: “Tenemos a un secretario general (José Miguel Insulza) que busca solamente acomodarse. Le tiene terror a que los venezolanos lo insulten como ya ha pasado antes. Ahora está más acomodado porque pretende un cargo de senador en Chile”.
Sin embrago Insulza rechazó que esté oficialmente aspirando a una curul en su país, pero ante esto Cochez respondió: “Él sabe que es verdad. Es un rumor que todos en la OEA conocíamos".
El exembajador Cochez criticó al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza. "Busca solamente acomodarse", aseguró.
Curiosamente el exembajador panameño, el día de su salida, sugirió algo que también había propuesto el régimen que tanto critica: en momentos diferentes, Venezuela y Cochez pidieron la desaparición de la OEA.
“Definitivamente se va a acabar. Al paso que vamos, si no asumimos el roll que perdimos de defender la democracia, no tendría sentido gastar tanto dinero en la OEA. Parece ser que ya se ha olvidado el propósito original de la organización”.
Cochez se declara un perseguido por el chavismo, y los odios que despierta en ellos no son nuevos. “Desde meses atrás están molestos porque yo no solo hablo en la OEA sino que escribo en algunos diarios de Venezuela. Lo que digo los irrita, y ahora celebran mi salida ufanándose de haberla propiciado ellos”.
Insiste en no especular lo que pasa al interior de su Gobierno, que tradicionalmente no había comulgado con el socialismo del siglo XXI de Venezuela y ahora guarda silencio. Sin embrago son cuestionamientos que hará “más adelante”, y a lo mejor no generen ruptura ente él y el presidente Martinelli, que según confesó, lo llamó el viernes a expresarle, simplemente “que le había dolido” su destitución.
El embajador que incomodó a Venezuela en la OEA
Dom, 20/01/2013 - 06:04
La tensión política en Venezuela contagió a los más importantes organismos internacionales. Por criticar el sistema democrático del país bolivariano y manifestar su desacuerdo por la ‘no poses