El exorcismo de Carlos Duque

Publicado por: admin el Sáb, 09/07/2011 - 05:00
En diez fotografías, Carlos Duque plasmó lo que él define como el resultado natural de 40 años de experiencia como publicista y una especie de complejo producto de vender un mundo feliz. Son escen
En diez fotografías, Carlos Duque plasmó lo que él define como el resultado natural de 40 años de experiencia como publicista y una especie de complejo producto de vender un mundo feliz. Son escenas con sesenta modelos naturales, entre desplazados y habitantes de barrios populares, que posaron sin maquillaje y sin sonrisas. Fueron escogidos de manera espontanea en las calles de Bogotá para contrastar su realidad con algunos íconos universales de la sociedad de consumo como marcas, obras de arte, juguetes y hasta un árbol de navidad. Según Carlos Duque: "La muestra no pretende hacer crítica social, ya que soy buen producto de la sociedad de consumo, me fascina la realidad virtual creada por el mercadeo y los medios de comunicación, y aunque me duele que siglos de civilización, de logros científicos y de experiencias políticas no han logrado acabar con la pobreza, he decidido refugiarme en la imaginación, ¿de qué sirve la vida si no la podemos imaginar? Este trabajo es un ejercicio de exorcismo con el que pretendo enfrentar demonios que me han incomodado durante años y que hoy puedo mirar a los ojos". El proyecto se ensambló durante ocho meses y se hizo realidad en 20 días gracias a un equipo creativo conformado por ocho personas. La producción se realizó dentro de un estudio repleto de basura, escombros, objetos y juguetes en mal estado, además de algunos elementos como televisores de última tecnología, computadores y comida. Aunque los fondos parecen reales, estos son telones de fotografías de interiores y fachadas de un recorrido que hizo Duque por diferentes barrios de Bogotá y pueblos del país. Su trabajo no pretende ser una crítica, sino una reflexión para el mercado y los medios de comunicación. Cada obra tiene un costo de  5.000 dólares.