La fiscal Viviane Morales recibió en su despacho, de manera rápida y excepcional –no es su costumbre dar citas personales sobre casos que están en proceso– al sacerdote Francisco De Roux, el Provincial de los jesuitas en Colombia, para hablar sobre el tema de Las Pavas. El sacerdote, que durante más de quince años dirigió el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio y vivió en Barrancabermeja la presión de los paramilitares y la guerrilla, defendió la legitimidad de las víctimas que fueron desalojadas de la finca Las Pavas, en la vereda Buenos Aires (Bolívar), quienes hoy reclaman sus tierras.
El poder moral del Provincial de los jesuitas se puso nuevamente en evidencia. La Fiscal no sólo accedió, también de manera excepcional, a desplazarse a Las Pavas para conocer in situ la situación, sino que ordenó la apertura de una nueva investigación por el desplazamiento que sufrió esa misma comunidad en 2007. Empieza a hacer carrera la tesis de que la fiscal de Cartagena se precipitó al emitir el juicio sobre el caso de Las Pavas basándose en la versión única de un campesino que cambió su testimonio.
Viviane Morales accedió a la petición del padre De Roux de viajar a la finca Las Pavas.
El Presidente Santos tuvo una reunión extraordinaria el domingo en la Casa de Nariño sobre el tema de las amenazas a las víctimas, a la que asistió el senador que fue ponente de la misma, Juan Fernando Cristo, organizaciones de victimas, la cúpula militar y el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo. En ese escenario el Presidente habló de la mano negra de derecha y de izquierda contra la ley de víctimas.