Empresarios colombianos con experiencia en el sector petrolero podrían aprovechar una bolsa de oportunidades en México que les permitiría ampliar sus horizontes de inversión y participar en numerosos proyectos de explotación energética.
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Así lo explicó Héctor Márquez Solís, vocero de la Secretaría de Industria y Comercio de México, quien en diálogo con KienyKe.com detalló que el potencial colombiano es apetecido por el empresariado de su país.
Márquez Solís participó en una rueda de negocios del Foro Latam Energy Convention, el primer encuentro bilateral de la industria petrolera que se realizó en Bogotá.
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Tras la reforma energética de 2013 en el país azteca, los funcionarios federales han salido en busca de compañías latinoamericanas que puedan compartir su conocimiento en trabajos de extracción petrolera, y Colombia es uno de sus mejores referentes. El propósito es aprovechar la experticia nacional en el trabajo energético y llevarlo a Norteamérica, lo que podría servir para la búsqueda de nuevos negocios.
-¿Qué aprendizaje obtuvo de los empresarios del petróleo de Colombia que puede servirle para esta nueva era energética en México?
Me llevo varias ideas. Algunas muy imperativas como el que no basta con promulgar una Ley, sino que es necesario aplicarla y operarla de forma efectiva. Me llamó la atención mucho el tema de las licencias sociales y la relación con las comunidades. Me dejó impactado como ese proceso puede convertirse en un obstáculo. Aprendimos que se debe manejar y buscar un consenso.
Y los expertos de Colombia mencionaron tres problemas esenciales: darle más atribuciones a las comunidades que las que le corresponden; convertirlos en determinadores de proyectos (que es una fase muy peligrosa); y el área ambiental, porque si bien nosotros ya efectuamos la reforma, viene ahora la fase de implementación.
Creo que la experiencia de Colombia es importante y ahí es donde vi los vínculos entre los dos países.
-¿Cuáles vínculos sobresalen?
Por ejemplo los potenciales negocios en bienes y servicios; las empresas colombianas tienen mucho que aportar a las empresas mexicanas, no solo con Pemex, porque Pemex tiene mucha experiencia. Hay muchas empresas locales que se están creando, y la experiencia colombiana será muy importante para ellas. No es lo mismo que una empresa en México se fije en una experiencia de Noruega o Estados Unidos, a una empresa colombiana que tiene un contexto relativamente similar al mexicano. Las empresas colombianas deberían aprovechar su experiencia de aquí para desarrollar un nuevo producto que se pueda aplicar en México.
-¿Qué necesitan sus empresas?
En la parte industrial, estas empresas que se están formando en México necesitan socios. Y qué mejor que tener un socio que tiene experiencia, tecnología, que es afín, que tiene un marco legislativo relativamente similar.
Ahí, las asociaciones entre empresas mexicanas y colombianas tienen más ventaja. Las oportunidades se van construyendo; lo que hicimos aquí es venir a Colombia a presentarles en el mayor detalle posible cuál es el proceso de la reforma energética en México, y en esta visita hemos querido buscar las oportunidades para los dos países. Es una tienda de golosinas de la que se puede escoger.
-¿Cuáles son los bombones mas interesantes para colombianos en esa tienda de golosinas?
Tenemos que ser muy pragmáticos y saber qué es lo que le interesa a los países vender. Tenemos que tener áreas muy precisas y por eso hay licitaciones de hace dos semanas, que son por ejemplo, recuperación de pozos maduros en tierra. Colombia tiene algunos campos en aguas someras, pero está planeando concentrarse en los campos donde tiene ventaja competitiva que es en tierra. La parte terrestre no es prioridad para Pemex, porque se fijan en golfo de México, pero sí para otras compañías en México. Ahí hay una oportunidad para Colombia, que sabe explotar en tierra y sabe recuperación secundaria. Sabemos que muchas empresas mexicanas no saben hacerlo todo.
-¿Y cabría la posibilidad de que ustedes también vengan a invertir en Colombia?
Eso se va a ir dando en la medida que las asociaciones crezcan. El nombre de este juego es ser globales. Hay empresas que vienen de Texas, de Canadá, de Brasil, Argentina, y todos quieren participar. El incursionar en el mercado mexicano, con una asociación, podría ser el buen comienzo para las empresas colombianas. He detectado que en Colombia hay una gran experiencia y capacidad en campos terrestres, en manejo de licencias sociales y en cómo manejar temas ambientales, y entrenar recursos humanos, a un nivel de empresas de escala que les permite incursionar en nuestro mercado. Hay empresas que fabrican motores para embarcaciones, que hacen mantenimiento a pozos, todos esos servicios, no necesariamente en la perforación, podrían abrir oportunidades.
-Los impuestos sobre Pémex son muy altos, ¿serán iguales sobre empresas internacionales que quieran invertir en su país o habrá algún incentivo tributario especial?
El esquema tributario es general. Pemex tiene un esquema particular, no necesariamente más ligero o severo, sino diferente. Pero fuera de eso, el esquema es el mismo. No discrimina entre extranjeros y nacionales. El esquema tributario está basado en los contratos. Y la manera de pagar tributos se negocia. O se paga en cash, o en petróleo, o compartimos utilidades o ponemos tasa fija. Cada modelo tiene tratamiento fiscal diferente, pero cualquier contrato que se haga tiene esas mismas opciones que incentiven a todos.
-Pero los impuestos pueden desencantar a un potencial inversor…
El tema tributario es importante para las empresas en cualquier sector. Pero muchos modelos de negocios están en función de eso, porque la apertura que estamos promoviendo son reservas que están probadas. Se ha demostrado que está ahí. Lo que estamos licitando son reservas; no cuanto saques. Por eso hay muchos modelos de negocio y en esos modelos depende la parte fiscal, y si hay tecnología nacional, o si es mejor extranjera, peor no es nada que no sea normal en el negocio petrolero.
-¿Cuáles vínculos sobresalen?
Por ejemplo los potenciales negocios en bienes y servicios; las empresas colombianas tienen mucho que aportar a las empresas mexicanas, no solo con Pemex, porque Pemex tiene mucha experiencia. Hay muchas empresas locales que se están creando, y la experiencia colombiana será muy importante para ellas. No es lo mismo que una empresa en México se fije en una experiencia de Noruega o Estados Unidos, a una empresa colombiana que tiene un contexto relativamente similar al mexicano. Las empresas colombianas deberían aprovechar su experiencia de aquí para desarrollar un nuevo producto que se pueda aplicar en México.
-¿Qué necesitan sus empresas?
En la parte industrial, estas empresas que se están formando en México necesitan socios. Y qué mejor que tener un socio que tiene experiencia, tecnología, que es afín, que tiene un marco legislativo relativamente similar.
Ahí, las asociaciones entre empresas mexicanas y colombianas tienen más ventaja. Las oportunidades se van construyendo; lo que hicimos aquí es venir a Colombia a presentarles en el mayor detalle posible cuál es el proceso de la reforma energética en México, y en esta visita hemos querido buscar las oportunidades para los dos países. Es una tienda de golosinas de la que se puede escoger.
-¿Cuáles son los bombones mas interesantes para colombianos en esa tienda de golosinas?
Tenemos que ser muy pragmáticos y saber qué es lo que le interesa a los países vender. Tenemos que tener áreas muy precisas y por eso hay licitaciones de hace dos semanas, que son por ejemplo, recuperación de pozos maduros en tierra. Colombia tiene algunos campos en aguas someras, pero está planeando concentrarse en los campos donde tiene ventaja competitiva que es en tierra. La parte terrestre no es prioridad para Pemex, porque se fijan en golfo de México, pero sí para otras compañías en México. Ahí hay una oportunidad para Colombia, que sabe explotar en tierra y sabe recuperación secundaria. Sabemos que muchas empresas mexicanas no saben hacerlo todo.
-¿Y cabría la posibilidad de que ustedes también vengan a invertir en Colombia?
Eso se va a ir dando en la medida que las asociaciones crezcan. El nombre de este juego es ser globales. Hay empresas que vienen de Texas, de Canadá, de Brasil, Argentina, y todos quieren participar. El incursionar en el mercado mexicano, con una asociación, podría ser el buen comienzo para las empresas colombianas. He detectado que en Colombia hay una gran experiencia y capacidad en campos terrestres, en manejo de licencias sociales y en cómo manejar temas ambientales, y entrenar recursos humanos, a un nivel de empresas de escala que les permite incursionar en nuestro mercado. Hay empresas que fabrican motores para embarcaciones, que hacen mantenimiento a pozos, todos esos servicios, no necesariamente en la perforación, podrían abrir oportunidades.
-Los impuestos sobre Pémex son muy altos, ¿serán iguales sobre empresas internacionales que quieran invertir en su país o habrá algún incentivo tributario especial?
El esquema tributario es general. Pemex tiene un esquema particular, no necesariamente más ligero o severo, sino diferente. Pero fuera de eso, el esquema es el mismo. No discrimina entre extranjeros y nacionales. El esquema tributario está basado en los contratos. Y la manera de pagar tributos se negocia. O se paga en cash, o en petróleo, o compartimos utilidades o ponemos tasa fija. Cada modelo tiene tratamiento fiscal diferente, pero cualquier contrato que se haga tiene esas mismas opciones que incentiven a todos.
-Pero los impuestos pueden desencantar a un potencial inversor…
El tema tributario es importante para las empresas en cualquier sector. Pero muchos modelos de negocios están en función de eso, porque la apertura que estamos promoviendo son reservas que están probadas. Se ha demostrado que está ahí. Lo que estamos licitando son reservas; no cuanto saques. Por eso hay muchos modelos de negocio y en esos modelos depende la parte fiscal, y si hay tecnología nacional, o si es mejor extranjera, peor no es nada que no sea normal en el negocio petrolero.
