En medio de un inocente paseo de exploración, Lulú, una cabra de aproximadamente un año de edad, ingresó a una finca de una vereda del municipio de Ciudad Bolívar, en el suroeste antioqueño, sin imaginar que se encontraría con un hecho de intolerancia por parte del cuidador de ese lugar, quien la atacó con un machete y le provocó la pérdida de sus dos patas delanteras. Cucharita es una poni que nació con una deformidad angular en sus patas que no le permitía mantener su movilidad y posición anatómica. El gallo Wilmar, al que le faltaba su pata derecha, también, al igual que Lulú y Cucharita, tuvo la oportunidad de volver a caminar.
Estos han sido algunos de los casos atendidos por Animal Fix, empresa ubicada en la ciudad de Medellín, que nace en la necesidad encontrada de los médicos veterinarios de poder brindar tratamientos ortopédicos adecuados para sus pacientes.
Al identificar esta necesidad, Tatiana Ríos y Juan Camilo Henao, quienes venían trabajando en la industria de la medicina ortopédica para humanos, estaban buscando nuevas alternativas laborales y aprovecharon la necesidad de los veterinarios y su gusto por los animales, por quienes empezaron a trabajar.
Lulú fue el primer caso tratado por Animal Fix. En compañía de la Universidad CES estuvieron atentos al procedimiento y al avance del animal. Por medio de un escaneo y moldes, la empresa diseñó y fabricó dos prótesis a medida, con las cuales pudo recuperar su movilidad y posición anatómica, pero al igual que un ser humano, ella debió adaptarse a sus nuevas patas y con un buen mantenimiento, podrá usarlas por varios años.
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La empresa tiene dos líneas de productos y servicios; una es la línea quirúrgica, donde llevan a la cirugía las herramientas necesarias para operar a los animales. La otra es la línea de ortopedia, en la que producen prótesis, ortesis y una línea blanda, que son protectores articulares compuestos por arneses especiales que ayudan a desplazarse mejor, coderas y rodilleras.
“Lo más satisfactorio es ver cómo los animales se recuperan, y no solo es el animal, también su familia o sus propietarios. Se tranquilizan al ver que ellos pueden volver a caminar, sentir menos dolor o volver a apoyarse; es una alegría familiar, no solo es el bienestar del animal sino de todo su entorno”, dijo Tatiana Ríos, gerente de Animal Fix a Kienyke.com
Pulgarcito decide cómo llevar su vida
Pulgarcito es un mini pig que nació con una deformidad angular de sus extremidades anteriores que no le permite mantener su movilidad y posición anatómica, por lo que se ve obligado a apoyarse en sus codos. Desde bebé se encontraba en un criadero, el cual se encargó de buscar a expertos para ver si podrían ayudarle con su discapacidad. Animal Fix desarrolló unas férulas que le ayudaban a mantener su posición anatómica, pero desde el primer momento Pulgarcito las rechazó.
Después del rechazo, se le hicieron algunas modificaciones para que él tuviera más comodidad y se sintiera bien con ellas. Fue en este momento en que Animal Fix descubrió que el mini pig no contaba con una familia que cuidara de él, lo que se hizo más difícil por su enfermedad; así que ellos decidieron adoptarlo y ayudarle a sobrellevar el problema.
Empezaron a llevar un proceso con él, desarrollaron férulas para su comodidad, pero así como hay algunas personas que deciden no usar una prótesis o una ayuda ortopédica por diferentes razones, lo mismo pasó con Pulgarcito, pues, a pesar de todo el acompañamiento y la búsqueda de la mejor solución, decidió que no quería usarlas.
“Los mini pigs son muy inteligentes y él aprendía rápidamente la manera de quitárselas, si lo enyesábamos, se los quitaba; hasta que entendimos que él estaba bien y cómodo de esa manera. Lo último que hicimos fue unas férulas y pensamos que eran mucho más cómodas y que se iba a adaptar más fácil, pero Pulgarcito se puso súper furioso y quitándoselas se lesionó uno de sus dedos, entonces en ese momento respetamos su decisión de no querer usar prótesis. Hoy vive en una finca feliz y rodeado de mucho amor, los animales que viven con él ya lo conocen, lo respetan y él se defiende así. Vive muy feliz corriendo y sobre todo cuando ve comida, corre más”, señaló Tatiana Ríos.
Lo qué cuesta el bienestar
El proceso con Animal Fix puede llegar por diferentes vías. Algunas veces llega directamente por la familia o el propietario que los contacta y les cuentan cuál es el problema del animal. Inmediatamente, ellos piden imágenes, videos y analizan cómo se le puede ayudar. Además, preguntan por su veterinario tratante y si no cuentan con uno lo remiten, dando diferentes alternativas para proceder a pedir una cita y hablar directamente con el médico veterinario para conocer el diagnóstico y definir el siguiente paso.
Tatiana explica que “siempre nos gusta estar muy apoyados de los veterinarios porque nosotros no somos especialistas en ese campo, nosotros conocemos acerca la biomecánica, del diseño de este tipo de productos, pero la clínica la manejan definitivamente los veterinarios”.
Otras veces llegan directamente remitidos por el médico veterinario, ellos proceden a decir qué tiene el animal y qué necesita. En este caso, Animal Fix toma medidas, moldes y desarrollan la solución para el animal.
En cuanto a costos, en la linea quirúrgica únicamente se paga por el implante que se queda en el animal. Una cirugía puede costar, dependiendo del tipo de procedimiento, entre 250 y 500 mil pesos. En la otra línea, las prótesis para animales pequeños tienen un valor entre 350 y 500 mil pesos, dependiendo de las condiciones específicas. Una ortesis cuesta más o menos 300 mil pesos y los protectores articulares entre 150 y 200 mil pesos.
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